Lanús está de vuelta.
Blanco les ganó a todos por arriba y puso el empate para Lanús. El Grana está vivo en la Copa.
Blanco les ganó a todos por arriba y puso el empate para Lanús. El Grana está vivo en la Copa.
El Grana recuperó la memoria y goleó a Blooming de visitante. Con un gran partido el equipo de Zubeldía sigue vivo en la Libertadores y el entrenador se sacó una mochila muy pesada: ganó por primera vez en el máximo torneo continental.
Un pasito. Al menos un pasito, que no significa una gran zancada, hacia la ilusión de sentirse vivo. La misión de frenar la crisis futbolística entre ceja y ceja, y la tarea de batir al peor rival –Blooming también estaba necesitando imperiosamente los tres puntos y eso le daba pinta de verdugo- hacían preveer a un Lanús con un pie más afuera que adentro. Pero en el llano de Santa Cruz, la esperanza para nada fue verde; tomó color Granate, y así no quedó sujeto a una quimera para pasar de ronda.
Y con todas negras. Porque el equipo tuvo que reaccionar rápido. Un tremendo derechazo de aire, quién lo Vieira, se le metió a Marchesín en un ángulo tempranísimo. Al mentón, de lleno. Sin embargo el equipo de Zubeldía no se dejó contar los diez segundos. No. Frente a un rival con más falencias defensivas que virtudes en ataque, con Blanco esta vez poco abollado por la marca, el empate era casi un hecho. Entre avisos, el diez de Lanús se la tocó a Velázquez, la fue a buscar al área y ¡de cabeza!, solito y solo, tan chiquitito y solo, la hizo fácil.
Sólo había que esperar. El Blooming, de poco intelecto, se sentó a mendigarle al destino una situación de gol. Pelletieri y Fritzler nunca sufrieron la zozobra de la desesperación. Lanús lo percibía en la cancha: el partido, la victoria, era más que factible. Y la pelota parada, esa que se critica por más valida que sea y se la proclama como un punto fuerte de los vecinos del barrio, el Banfield de Falcioni, fue la salida para hacer trastabillar a los bolivianos en su propia casa.
Porque era el llano, no había altura. Sin embargo la pelota si bajaba, en el área del Blooming, pero por mérito puro de los jugadores de Lanús. Tiro libre uno: centro de Velázquez y cabezazo de Salcedo. Tiro libre dos: centro de Blanco, el paraguayo la bajó y Lagos definió arriba, inatacable. Después el delantero, clave, se volvió a mufar, haciéndolo pasar de largo a Sánchez y clavándosela donde se unen el travesaño y el palo derecho a Jemio. El equipo boliviano se asfixió, y es que nunca tuvo aire. Al menos, dentro de su propia área, nunca tuvo altura.
Fuente : Diario Ole.
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Lanús reaccionó a tiempo en Bolivia y logró una goleada que le da esperanza.
No la pasó bien en el arranque frente a Blooming y estuvo abajo en el marcador, por el gol de Vieira. Pero lo dio vuelta y se impuso por 4-1, con tantos de Blanco, Salcedo y Lagos (2). Así, sumó su primera victoria en el Grupo 4 de la Libertadores, luego de dos caídas.Debía ganar Lanús. No le cabía otra alternativa. Estaba en una situación límite: porque un nuevo desliz lo podía dejar prematuramente de la Copa Libertadores y, muy factiblemente, sin director técnico. Pero ganó Lanús. Y lo hizo sin discusiones, pese a que arrancó en desventaja. Entonces, el 4 a 1 ante Blooming en tierras bolivianas, además de cortar una serie de media docena de partidos sin ganar, le permite ilusionarse con clasificarse a los octavos de final y paralelamente le da oxígeno a Luis Zubeldía.
En los primeros minutos, Lanús mostró todas las dudas que viene desplegando en lo que va de la temporada: sin juego asociado del medio hacia adelante y con muchas grietas del medio para atrás. Los mediocampistas del conjunto boliviano, rápidamente, se adueñaron de la pelota y del territorio.
Encima, en la primera aproximación, Blooming se puso en ventaja gracias a un derechazo desde lejos, muy lejos, de Luis Vieira que dejó sin reacción a Marchesín.
Recién después del cuarto de hora inicial se despertó el equipo de Zubeldía. Hernán Grana y Maxi Velázquez (salió en el entretiempo por una molestia es un tobillo) complicaron cada vez que se decidían a pasar al ataque. Y Matías Fritzler, con la colaboración de Agustín Pelletieri, se las rebuscaba para contener en el medio.
Así, paulatinamente, Lanús comenzó a generar peligro en el arco defendido por Andrés Jemio. Un derechazo con destino de red del paraguayo Salcedo se estrelló en los guantes del arquero local.
Iban 23 minutos cuando Sebastián Blanco, uno de los más bajitos, concretó el empate de arriba: gran asistencia de Velázquez desde la izquierda y mejor anticipo de cabeza del 10 de Lanús. Gol, desahogo y confianza...
Lanús, ahí, se pareció a aquel Lanús. Decididamente fue a buscar el partido. Blooming mostró sus falencias y luego de que el arquero Jemio le ahogara el segundo a Salcedo, el propio paraguayo, también de cabeza, empujó a la red un preciso tiro libre de Velázquez (el defensa Morales habilitó a todos).
La cuestión se resolvió a los 14 minutos de la segunda etapa. Y se resolvió por la misma vía: por arriba. Blanco ejecutó un tiro libre desde la derecha que Salcedo le bajó perfectamente a Diego Lagos (minutos antes había reemplazado a Gonzalo Castillejos), quien después de parar la pelota con el pecho sacó un zurdazo alto y fortísimo, lejos del alcance de Jemio.
El cuarto gol, el que selló la goleada, fue exquisito: Blanco habilitó a Lagos; este frenó, enganchó y sacó un zurdazo con comba que se metió en un ángulo. Un golazo que le sirve a Lanús para reencontrarse con esa identidad perdida.Debía ganar Lanús. No le cabía otra alternativa. Estaba en una situación límite: porque un nuevo desliz lo podía dejar
prematuramente de la Copa Libertadores y, muy factiblemente, sin director técnico. Pero ganó Lanús. Y lo hizo sin discusiones, pese a que arrancó en desventaja. Entonces, el 4 a 1 ante Blooming en tierras bolivianas, además de cortar una serie de media docena de partidos sin ganar, le permite ilusionarse con clasificarse a los octavos de final y paralelamente le da oxígeno a Luis Zubeldía.
En los primeros minutos, Lanús mostró todas las dudas que viene desplegando en lo que va de la temporada: sin juego asociado del medio hacia adelante y con muchas grietas del medio para atrás. Los mediocampistas del conjunto boliviano, rápidamente, se adueñaron de la pelota y del territorio.
Encima, en la primera aproximación, Blooming se puso en ventaja gracias a un derechazo desde lejos, muy lejos, de Luis Vieira que dejó sin reacción a Marchesín.
Recién después del cuarto de hora inicial se despertó el equipo de Zubeldía. Hernán Grana y Maxi Velázquez (salió en el entretiempo por una molestia es un tobillo) complicaron cada vez que se decidían a pasar al ataque. Y Matías Fritzler, con la colaboración de Agustín Pelletieri, se las rebuscaba para contener en el medio.
Así, paulatinamente, Lanús comenzó a generar peligro en el arco defendido por Andrés Jemio. Un derechazo con destino de red del paraguayo Salcedo se estrelló en los guantes del arquero local.
Iban 23 minutos cuando Sebastián Blanco, uno de los más bajitos, concretó el empate de arriba: gran asistencia de Velázquez desde la izquierda y mejor anticipo de cabeza del 10 de Lanús. Gol, desahogo y confianza...
Lanús, ahí, se pareció a aquel Lanús. Decididamente fue a buscar el partido. Blooming mostró sus falencias y luego de que el arquero Jemio le ahogara el segundo a Salcedo, el propio paraguayo, también de cabeza, empujó a la red un preciso tiro libre de Velázquez (el defensa Morales habilitó a todos).
La cuestión se resolvió a los 14 minutos de la segunda etapa. Y se resolvió por la misma vía: por arriba. Blanco ejecutó un tiro libre desde la derecha que Salcedo le bajó perfectamente a Diego Lagos (minutos antes había reemplazado a Gonzalo Castillejos), quien después de parar la pelota con el pecho sacó un zurdazo alto y fortísimo, lejos del alcance de Jemio.
El cuarto gol, el que selló la goleada, fue exquisito: Blanco habilitó a Lagos; este frenó, enganchó y sacó un zurdazo con comba que se metió en un ángulo. Un golazo que le sirve a Lanús para reencontrarse con esa identidad perdida.
Fuente: Diario Clarin.
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El equipo de Luis Zubeldía se repuso de las dos derrotas consecutivas en la Copa Santander Libertadores y como visitante superó a Blooming de Bolivia con un contundente 4 a 1, con goles de Sebastián Blanco, Santiago Salcedo y Diego Lagos, en dos oportunidades. Para el local había abierto la cuenta Luiz Vieira.Fuente: Club Lanus. |
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