Defiende la organización que disfruta el Loco, en oposición a lo que es Argentina futbolísticamente y como país. Asegura que no lo tienta irse de Lanús y argumenta sobre su equipo: "La evolución no está relacionada con los resultados".
RICARDO GOTTA - NICOLAS ZUBERMAN | rgotta@ole.com.ar; nzuberman@ole.com.ar
¿Hay un Zubeldía que puede cambiar hoy o en seis meses, según las circunstancias?
-No puedo venir a imponer la filosofía Zubeldía. Acá hay una cultura de la que no nos podemos desligar, una idiosincrasia. El cuerpo técnico es una pata junto con dirigentes, jugadores e hinchada. Además, la evolución muchas veces no está relacionada con los resultados. Nosotros nos acostamos y nos levantamos pensando en qué podemos mejorar.
-¿Qué cambió?
-Arrancamos con tres DT (uno de arqueros) y dos PF, quien edita videos de Lanús y una empresa que edita los del rival. Agregamos gente para atender mejor al jugador, para que se nos escape la menor cantidad de cosas. Sumamos a un entrenador de 19 años, con la condición de que termine el profesorado de educación física. Quedó libre en 4a división: lo incorporamos por una cuestión generacional.
-Vos ya tenés un año y medio de experiencia.
-Esta profesión me encontró en una etapa de soltero, pude dedicarle gran parte del día. Verdaderamente no sé qué cambié: supongo que la tranquilidad. Antes me alteraban algunas cosas de los jugadores. Además Alfredo Alcón, en una entrevista dijo que no sabía si la experiencia era buena: quién te garantiza que eso que hiciste mal, en determinado momento va a ser bueno. Si no entendemos que esto no es científico...
-Te referiste a la soltería. ¿El fútbol te absorbe?
-Se me dio que no tenía otras atenciones. Con el dinero que hice como jugador compré un departamento. Cosas sencillas que me dieron tranquilidad y mi atención siempre se centró en mi carrera. Me tocó retirarme en el 2003: podría haber deprimido en casa o haber vuelto a La Pampa. Además, ser técnico abarca muchas cosas. Cualquiera se da cuenta del sistema táctico. El tema es gestionar 37 jugadores, convencerlos, levantar al caído, convivir con dirigentes. Cosas más profundas que dar dos vueltas a la cancha y generar un reducido.
-Lanús venía mal.
-Si fuera por los resultados, deberíamos haber pensado que por lograr 75 puntos, ganándole a todos los grandes, éramos los mejores.
-¿Está mal pensarlo?
-¿Qué es ser el mejor? Pasa por una evolución como ser humano y profesional. Si andar mal un año es fracaso, estamos perdidos. A Ramón (Cabrero) le tocó ser campeón a los 60.
-¿Qué cambió del Lanús de hace un año?
-Y, tres meses nada más, jaja. Si en la última fecha del Clausura, ganábamos, sumábamos 38 puntos (como cuando salimos campeones) y 75 para ser primeros en la general. Tres meses después, en mitad de tabla. Es lo grandioso del fútbol. A veces mejorar es no dejarse absorber por el sistema. Entender que uno puede hacer todo; los jugadores tener una entrega absoluta; los dirigentes, el club ordenado... Y las cosas suceden igual...
-¿Qué diferencia a Lanús
-Una mezcla de compromiso por la táctica, ordenamiento en ataque y en defensa, distribución en el campo, ocupar espacios más buena técnica desarrollada en Inferiores. Hay otros que trabajan en esa línea. Hace un año y medio que Colón tiene un estilo, se sabe a qué juega con Mohamed. Como cuando Simeone estuvo un período largo en Estudiantes.
-¿Qué equipo te gusta?
-Está muy parejo todo. Vélez tiene un presupuesto superior y le permite jugadores muy competitivos. Y me gusta lo que hace Central. Pero no se pueden comparar proyectos. El de Lanús es único. En los últimos años vendió por 30/40 millones y trajo muy poco. Juega Menéndez (88), Blanco (88), Salvio (90), Fritzler, Ledesma. Y si no, Lugo. No lo veo en otros lados. Hay un tema muy importante: el exilio de jugadores. Cada vez peor. Se ven falencias tácticas porque hay que promover jugadores que no están preparados. El fútbol argentino es un reflejo de lo que es la sociedad. Al menos, en Lanús venden y hacen estructura, pensión, canchas de césped sintético.
-Fue la sensación que tuvimos al hablar con Sand. Que él eligió el exilio.
-Nos toca transcurrir en un país donde todos los ciudadanos son responsables, algunos más que otros, y el fútbol termina siendo una manifestación de eso.
-¿Puede cambiar?
-No. Lo de Chile no es casualidad. Que Bielsa haya elegido Chile no es casualidad. No fue porque sí. Hizo un diagnóstico de lo que es como sociedad, en salud, educación. En base a eso tiene los frutos que tiene.
-Vos estás en Lanús como Bielsa está en Chile.
-Je, puede ser. La diferencia es que Lanús está inmerso en una sociedad poco educada. Admiro al DT argentino porque corre con un montón de desventajas. Así y todo es competitivo, heredamos algo muy importante que no se compra en la farmacia: la pasión.
-¿Y la Selección?
-Uno se queda en los inconvenientes últimos. También está relacionado con lo que la prensa va inflando. Puede que esa desorganización en cuanto a lo futbolístico termine siendo orden de acá a mediano plazo, no sé...
-¿No se justifican las criticas al su juego?
-Argentina es el único país que trata mal o no defiende sus cosas. No defendemos el campo, ni a Messi, ni a Maradona. Messi hace un esfuerzo enorme para venir. Otros jugaron muchísimos partidos en el semestre y vienen por la camiseta. Se los critican con mala intención. Me indigna que no defendamos lo nuestro.
-¿No se puede opinar que Messi es un jugador distinto en Barcelona?
-¿Es para hacer tanto escándalo? Maradona debe estar buscando la manera de potenciarlo. De ahí a que se diga que Messi no tiene ganas de jugar...
-¿Cómo lo ves a Diego?
-Nunca tuve una conversación con él. Debe estar cansado que opinen de él sin conocerlo. Creo en sus palabras sobre haber superado su enfermedad y me genera admiración. Ha evolucionado como entrenador. Lo veo con ganas. Ojalá se le den los resultados. Nadie nació sabiendo. Me lo decían mis viejos.
-Vos elegiste un estilo muy diferente.
-Debe ser muy complicado estar en su lugar. No justifico los exabruptos. No debería generalizar y pagar con la misma moneda.
-¿Qué perspectivas le ves para el Mundial?
-Buenas, va a tener un tiempo para seguir evaluando jugadores y después para formar. Es lo que necesita.
-¿Qué pasa si hoy te llama para la Selección?
-Ja, ja, nos sentimos importantes en Lanús...
-¿Cuál es tu objetivo?
-Me lo preguntaron. Hemos tenido ofertas de otros clubes... Miro el presente. Haber empezado tan joven, no sólo me dejó tiempo para estudiar, también poder disfrutar el presente. Como jugador no lo pude hacer. No me vuelvo loco con irme afuera o a un club grande.
-¿Y un salto como la Selección o los juveniles?
-En su momento tuve dos propuestas de Hugo Tocalli: en ambas opté por quedarme. Si bien la Selección seduce, hoy para mí lo más importante es Lanús. No tengo otras tentaciones.
-¿Convicción, timidez, poca confianza?
-Tiene que ver con valorar lo que tengo, vivir el presente, ser realista. ¿Qué demanda el sistema? Hoy tenemos todo ya: yo no quiero todo ya. Por qué voy a irme si estoy en una de las ligas más competitivas, en un club que nos trata bien.
-Esa diferencia respecto de la mayoría, ¿te trae problemas?
-Algún periodista me pudo catalogar de soberbio, de agrandado. Pero los que me conocen, saben cómo me manejo.
Les hacen la película
¿Sos fanático de los videos?
-El entrenamiento con DVD no es tan lineal. No es que todos los jueves vemos videos. Lo vemos cuando consideramos que va a tener influencia en el jugador. Cuando hacemos una sesión de descarga o de baja intensidad, por ahí llamamos a jugadores por líneas y les mostramos situaciones de juego. Que sea descarga física pero no mental.
-¿Qué videos le pasan?
-En la pretemporada, por lo general, mostramos equipos que tengan algo que ver con Lanús, en los que se vean reflejados. Por ejemplo, el movimiento de Cambiasso en una línea de tres volantes, similar al que hace Lanús. O el repliegue del Chelsea en 60 metros. Para que vean que no sólo lo hacemos nosotros y se sientan identificados con un equipo a nivel mundial.
-¿Los jugadores le dan bolilla?
-Sé del comentario de que el jugador de hoy no ve fútbol, que prefiere hacer otra cosa. Hay más tentaciones, como la notebook o la PlayStation, que lo van desligando del fútbol. Pero en Lanús no ocurre. Sin recargarlo mucho, a cada jugador le damos un DVD de lo que hizo Lanús. Por ejemplo, agarramos a Fritzler y Biglieri y le damos uno. Después en la charla técnica preguntamos algunos puntos. Es como un feedback. Me pasó a mí, aunque hace diez años no existía eso de editar: te pasaban 40 minutos de un partido y desviaba la atención. Ahora lo editás y decís los 15 ataques de Lanús, las 15 situaciones de defensa... Equivale a un libro para alguien que estudia literatura. Si de todo eso les entra un 5% vale la pena.
-¿Eso les limita la espontaneidad?
-El fútbol tiene tantas variantes que termina predominando la creatividad. Nuestra filosofía del fútbol hizo que sepa que tengo alternativas. Aunque el fútbol termina siendo un acto personal.
Más suelto-
RICARDO GOTTA | rgotta@ole.com.ar
Lo niega, pero este muchacho con el que vuelvo a charlar tras un año, no está tan pendiente de cada una de las palabras que recibe o las que devuelve. Como se lo ve menos tenso cuando pisa la cancha. Por lo demás se sigue esmerando para lubricar su imagen de tipo que no deja nada al azar. Tal vez por eso nos haya recibido acompañado por sus colaboradores, en su oficina, con una laptop abierta, debajo de una pantalla de dvd. Ese muchacho de pelo desprolijo, Ese técnico siglo XXI.
Fuente: Diario Ole.
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