A un solo paso

Tapa Diario Olé del 29 de Noviembre 2007.
Y se hizo Lanús...

Lanús liberó sus fantasmas, goleó y se aseguró el primer lugar. Le falta sólo un puntito, pero la gente ya lo siente campeón.

PABLO RAMON pramon@ole.com.ar

Fiesta granate: se desató tras el segundo gol de Pepe Sand.

Tanto grito atragantado, pegoteado en el paladar, escondido tras la lengua, atascado entre los dientes había encontrado ese hueco para ver la luz. Ese alarido postergado por el parate inoportuno de las Eliminatorias y comprimido aún más por ese empate mudo frente a Argentinos, fabricó al fin la grieta hacia ese desahogo reparador, multiplicado por miles. Como una ola, se anunció un gol de Boca, que se gritó como uno propio, porque el empate en Victoria le daba a Lanús la chance de ser campeón hoy, ya, dentro de un rato. La tribuna enloqueció hasta explotar, el dale campeón se hizo carne, himno y bandera, pero con el mismo fuego que se encendió se apagó en un suspiro hasta extinguirse, todo porque las radios en las orejas fueron contando otra historia, la verdadera, y ese tiro de Battaglia que fue gol un segundo antes, la salvó Islas con las uñas clavadas en los guantes. Y a esperar otra vez...

Varias miradas esquivas de los hinchas anunciaban una tarde rara, de ésas que pinchan sueños. Más cuando, como un presagio negro, a la voz del estadio se le ocurrió pedir sangre para un pobre cristiano... Ojo, la hinchada recibió al Granate como a un equipo campeón, pero los Grandes Exitos de la tribuna se cantaron por cantar, porque el partido era peleado y sin dueño. La gente dejó de imbocar el dale campeón y el oy, oy, oy, oy, oy, no por falta de esperanza, sino porque los genitales no bajaban de las gargantas. Un par de tontos que no faltan en ninguna familia se subieron al alambrado y el partido se paró en seco, como si el puntero no tuviera suficientes problemas con la levantada de Tigre, el partido de La Boca esperando, el planteo de Gimnasia y los propios nervios.

¿Fue el huevo o la gallina? ¿La gente sostuvo al equipo, o fue el equipo que mostró el camino con su fútbol? Un poco de ambas cosas: la hinchada no entró en el clásico pánico rezongón que suele enloquecer a los jugadores, y éstos mantuvieron la cabeza fría y el corazón caliente. Cuando Blanco fue centro y Sand cabezazo goleador, la explosión contenida se liberó en una catarsis de palomas, flores, música, poesía y barrio. Y fue comunión, con el aroma inconfundible de los sueños colectivos que una vez en la vida, apenas sola, pueden llegar a cumplirse.

"En la cancha de Boca, vamos a ganar, y la vuelta, y la vuelta vamo'' a dar". Ahora sí. Los hinchas liberaron sus gargantas y la voz salió fuerte, clara y pura, al mismo tiempo que los pies de los jugadores también desplegaban alas con esa misma soltura. "Es para vos, es para vos, Taladro puto...", y la letra que sigue la conocemos todos. Las 35.000 personas que colmaron el estadio tuvieron, de ahí en más, la noche perfecta: tres goles más, y el "vamos, vamos los pibes" que ilustra como ningún otro canto el ADN del equipo de Cabrero. Al partido le sobró media hora. Pero la fiesta arrancó para no parar: la gente quería agarrar los trapos y salir para la Bombonera ya mismo. Pero para eso falta. La de ayer será recordada como la noche en la que se aseguró el campeonato, nada menos. La noche en la que se hizo Lanús.


Se sienten ahí nomas...
Rodolfo Graieb
"Tratamos de aislarnos de lo de Tigre. Costó, pero con el 1-0 nos tranqulizamos".
Lautaro Acosta
"Estamos a un paso. Falta un pasito y aunque Boca esté afuera, siempre es bravo".
Sebastián Blanco
"Falta muy poco y depende sólo de nosotros para lograr lo que tanto queremos".
Walter Ribonetto
"Se puso lindo el torneo ahora contra Tigre, pero nosotros tenemos una diferencia".
Nelson Benítez
"El arranque fue flojo, pero al final hicimos un gran partido. Estamos ahí, a un pasito".
Agustín Pelletieri
"Hace mucho que demostramos ser un buen equipo. Merecemos ser campeones".

"Le podemos ganar a cualquier rival"

El volante volvió al gol y mantiene la fe, a pesar de que la próxima parada es en la Bombonera. "Ojalá repitamos el triunfo de hace un año", recordó el volante.

ALEJANDRO LUGO alugo@ole.com.ar

Valeri festeja el 3-0, su sexto gol en el torneo. "La presión siempre está, pero los punteros somos nosotros", se plantó.

Siempre se espera un plus de Diego Valeri. Y generalmente el volante no defrauda. Es, con apenas 21 años, la estrellita de un equipo que está a un paso de hacer historia grande. El que fue cotizado en 12 millones de dólares, al menos hasta ahora. El que tiene más ofertas que una liquidación de temporada (la más fuerte del Atlético de Madrid). El que fue elogiado por Riquelme, su ídolo y espejo. "Me encanta cómo juega", dijo Román en su escueto vocabulario. El que pone la pelota donde quiere. El intelectual de un grupo de pibes que están a punto de dejar de ser promesas. El que no le afloja a la esperanza, el que no demuestra miedo. "La presión siempre está. El otro día, ante Argentinos, el partido nunca se abrió. Hoy sí, ésa fue la diferencia: pegamos en los momentos justos", aseguró. Y pensando en la visita a la Bombonera, con una posible vendetta de Boca por el torneo que le sacaron del buche hace un año, contestó: "Los punteros somos nosotros. Y ya demostramos que le podemos ganar a cualquier rival en cualquier lado".

La noche pintaba complicada para Valeri, con reminiscencias del duro partido ante Argentinos, donde se lo vio maniatado y sin poder lucir su clase. Incluso sin deslumbrar, Pelusa se las arregló para llegar hasta el área y ponerle el botín derecho al 3-0 de su equipo después de una buena jugada de Acosta y un rebote en el arquero Cejas. Fue su sexto gol en el torneo, para aportar a la causa. "Me puso contento volver a convertir. Y además sirvió para definir el partido", dijo.

Por el triunfo de Tigre, el grito de campeón quedó demorado. ¿Hasta cuándo? "No me voy a sentir campeón hasta que el árbitro pite el final contra Boca. Confío en que podamos repetir el triunfo de la otra vez, cuando le ganamos al equipo de La Volpe". A Lanús le alcanza con el empate en La Boca, aunque a Valeri no. "No podés especular contra Boca, porque en cualquier momento te hace un gol. Vamos a salir a ganar, como hicimos siempre", se despidió.



La Boca, más cerca del Obelisco

MARTIN MACCHIAVELLO mmachiavello@ole.com.ar

No te aflijas. Aguantaste casi 93 años, aguanta tres días más. Mirá los primeros dos puestos: fijate donde seguimos. Todavía continuamos tres arriba y de Boca para abajo no hay más vida. ¿Viste? El 4-0 a Gimnasia de la plata mata cualquier fantasma. Peor sería llegar a la última fecha apenas con la misión de cumplir con un fixture masacrado (y con la pirotecnia ansiosamente lista para festejar triunfos de terceros).

No quedan dudas: 35.000 granates pudimos dar fe. Del doblete de Sand, de la cabeza de Valeri en los pies de Blanco, de la astucia del Laucha Acosta, de la solvencia de Ribonetto (con cuatro amarillas y todo) y, casi como un bonus track, del golazo a la brasileña de Nelson Benítez. ¿Cómo me voy a afligir?

El año se vuelve a cerrar en La Boca. Ellos pueden descansar tranquilos. Graf está en Turquía, Leto en Inglaterra, Archubi en Grecia y La Volpe por ahí. Eso sí, nosotros estaremos allá arriba, apiñados, como en diciembre pasado, pero no: ahora queremos sí o sí las tres bandejas. Tal vez, nos vayamos de Brandsen 805 con algo más que aquella misma sonrisita pícara del 2006. Tal vez, la realidad se haya apiadado de tanto histórico pesar y nos guiñó un ojo. El punto nos alcanza, pero en la cancha de Boca vamos a ganar y la vuelta, la vuelta, vamos a dar. ¿Acaso la Bombonera no nos queda más cerquita del Obelisco?

Ahora o nunca.


RODOLFO GRAIEB "Lanús tiene jugadores con hambre"

El melli, que arrancó la jugada del 1-0 y cerró la que era el 1-1, resalta las ganas del equipo y pide calma hasta el final.

ARIEL CRISTOFALO acristofalo@ole.com.ar

El lateral fue vital en los momentos clave del partido, pero no da por terminado el torneo.

Cuatro años en el Sur, peleándola, recostado sobre la derecha, siempre sumando. Y ahora se lo ve una vez más arrancando por su banda, levantando la cabeza, alargando la agonía para Blanco, que así como está, radiante, manda el centro para que Sand delire con todos, abra la boca más grande que nunca y se quite la camiseta, mientras él, Rodolfo Moisés Graieb, pega un salto de ésos que estiran todos los músculos. Y disfruta con pasión.

Cuatro.

Juega de cuatro, sí, pero hay días o noches en las que aparece por todos lados. Empezando una jugada de gol o dejando la sangre sobre el césped para despejar un centro, a los 42 minutos del primer tiempo, e impedir que Fredrich marcara un empate que podría haber generado una implosión en el alma de Lanús. El la salva, la manda al córner; él alivia los síntomas más negativos y devuelve cada latido a su lugar.

Cuatro.

Un póker de goles del equipo para demostrar que quiere todo, todo. "Una de las cosas que habíamos hablado antes del partido era que teníamos que demostrar lo que nos importaba el campeonato y dejar atrás la ansiedad. Está claro que la tuvimos al principio, pero hay jugadores con hambre", define (sí, define) el lateral. Y ahora espera que su Lanús defina el título en la Bombonera. Con sus armas, con su calma, con su esperanza. "Estamos a un paso, pero tenemos que seguir de la misma manera. No está nada dicho todavía. Estamos arriba, seguimos arriba. Es lo que queríamos y necesitábamos, pero falta...".

Cuatro.

Le tira el cuarteto, como a todo cordobés. Y le encanta el baile. El de anoche. El de la gente. El que sin desesperarse espera cerrar en La Bombonera. "Paciencia. Sólo hay que tener un poco más de paciencia...".


Nelson, venite

Benítez apareció por sorpresa y decoró el resultado con un gran zurdazo. "Ya estamos ahí...".

La palabra "campeón" cuesta soltarla en estos momentos. Pero vaya que ilusiona, que tira, que esperanza. "Estamos a un pasito, ya estamos ahí... Pero no está", recula Nelson Benítez, el cordobés (nació en Villa Huidobro) que metió el cuarto gol de Lanús contra Gimnasia. "Fue una linda jugada de Pepe (Sand) y por suerte la pude terminar bien. Otras veces había estado ahí, pero esta vez entró", se alegró el defensor.

Sólido para marcar, generoso para desplazarse a los huecos que dejaban sus compañeros en busca del triunfo, Benítez admite que costó entrar en el partido después de la victoria de Tigre ("sentíamos un poquito de ansiedad, pero con el primer gol se abrió el juego"), pero celebra el resultado. "Es bueno que hayamos ganado, fue un buen partido de todo el equipo. Ahora depende todo de nosotros. Todo de nosotros...". Todo.


RAMON CABRERO "Yo tengo terror de ir a Boca"

Honestidad brutal, Cabrero sorprendió con la confesión ante lo que viene. Pero luego aclaró: "Es nuestro momento".

PABLO CAVALLERO pcavallero@ole.com.ar

Vivió el partido con todo... Luego, Cabrero reconoció que hace un par de semanas que no duerme bien. De la hinchada otra vez bajó el "oy oy oy...".

Ese rostro adusto, contrariado, el jopo ceniza arrebatado, el tranco nervioso en el corralito, errante, cual fiera enjaulada por los toques de cal, no coincidían con la campaña de ensueño, con la voluntad del juego de salón, con su estampa de niñero, mezcla de abuelo copado y bastonero disciplinado. "Cuando este equipo juega bien, juega bien. Y cuando juega mal, como en los primeros 30 minutos, juega mal. Sabemos que no nos sobra nada", explica Ramón Cabrero. El túnel del miedo lo completa la previa, con Tigre dándole vuelta el score a Boca en su hogar, empujando la presión al Sur, a esos 30.000 hinchas que paladean que la historia se corre hasta el fin de semana. "Cuando te enterás que Tigre había ganado, te pesa. Me pesa a mí que tengo 60 años...", cubre al rebaño Ramonín.

Pero el centro de Blanco hace ídem en un Sand que se despega de los centrales, que le pone el coco a la bola para espantar los malos augurios, fush, fush, al menos, hasta el domingo, cuando el Apertura pida definición, cuando el escolta matador visite a Argentinos y Lanús deba ir a... La Bombonera. "Es la cancha más difícil del fútbol argentino. Y yo tengo terror de ir a Boca, es lógico, además, que nos quiera sacar el título, por lo que pasó el año pasado", sorprende el entrenador, para luego agregar: "Hace 15 días que me cuesta dormir", fruto de la ansiedad por la corona que se contonea a un paso, y ahora con el plus del cuco de La Ribera. "Pero apostamos a salir campeones", advierte, ante su ataque extremo de sinceridad.

—¿Tenés miedo al fracaso, pese a la campaña?

—Venimos haciendo un trabajo al margen de los resultados. No salir campeones sería una frustración, una desilusión, pero no entra la palabra fracaso. De todas formas, pensamos que éste es nuestro momento. Este proceso empezó hace dos años, ya se salió subcampeón, se han cambiado jugadores por las ventas... Se fue Leto, por ejemplo, y corrimos a Valeri sobre la izquierda. Y salió bien.

—¿Qué cambió con respecto al certamen pasado? ¿Cuánto tuvo que ver la llegada de Sand?

—El torneo pasado tuvimos momentos buenos, pero nos costaba concretar. Y si hoy estamos ahí, tiene que ver con sus 14 goles. Era el punta ideal para para Lanús que, a su vez, es el equipo que él necesitaba.

—Con el empate son campeones...

—Cuando salís a empatar, perdés. Además, Lanús es un equipo que no sabe salir a defenderse. Vamos a intentar jugar como siempre.



Negro y Blanco

Lanús se sacó de encima la presión a partir de los gritos de Sand y el desequilibrio del chiquitín Sebastián: ellos fabricaron el 1 a 0, hasta ahora el gol del campeonato.

MARTIN EULA meula@ole.com.ar

Prepare, apunte... Segundo gol de Pepe, apenas empezado el segundo tiempo. Y Lanús en las puertas de un título inédito.

Si la historia la escriben los que ganan, va a estar muy bien que a esta historia, la de este Apertura ciertamente errático, le ponga la firma Lanús.

Un equipo que empezó tan nervioso como ante Argentinos y terminó tan cerca de la gloria como nunca en 92 años. Para conseguirlo, para cantarle a todo el fútbol argentino que "desde Lanús salió el nuevo campeón" como bramó su gente, anoche encontró la luz en una perfecta combinación de negro y blanco. Una mezcla que no fue nada gris. Resultó brillante, encantadora, plena de felicidad y hasta emocionante.

El primero en entender el partido, en mostrarse como descarga, en chocar e intentar jugar, en dejar de lado la presión y ser bandera, fue José Sand. Aun antes de ese cabezazo de 9 a los 35 minutos, el goleador fue referencia, descomprimió a sus compañeros, les transmitió calma en medio de la hoguera y arreó a un Gimnasia herido de pies a cabeza, y que todavía paga aquella agachada ante Boca (¿cuándo terminará de saldar esa deuda?).

El primero en entender el mensaje de Sand fue el chiquitín Sebastián Blanco. En un partido táctico, sin espacios, de fricción, empezó a buscar por todos lados y entonces apareció por derecha (su lugar original), por el medio y por izquierda. Ese inteligente desorden fue determinante para abrir la trinchera visitante. Sus patitas cortas iban y venían en por una línea imaginaria entre defensores y volantes rivales. El hueco más importante lo encontró por derecha, de wing, y entonces encontró la cabeza de Pepillo.

Blanco y Negro. Negro y Blanco. Lo mismo da...

Ese cabezazo de manual, ese grito gutural de 35.000 personas, ese desahogo... Ese 1-0 fue el quiebre del partido y, hasta acá, el gol del campeonato. Ahí se liberó Lanús y le crecieron todos los enanos.

Pelletieri puso el overol, la distribución precisa y la jerarquía que lo llevaron a la Selección. Valeri volvió a ser el estratega más temido. Graieb se vistió de bombero para salvar la única llegada seria de Gimnasia. Acosta se encontró con su gambeta desequilibrante. Ribonetto y Hoyos sacaron lo poco que les pasó cerca. Fritzler mantuvo su trabajo de hormiga. Velázquez salió ovacionado. Nelson Benítez entró y metió un golazo. Salomón y Aguirre también entraron y aportaron a la causa. Bossio disfrutó desde el arco la reconciliación con su hinchada. Y Cabrero ("oy, oy, oy, oy") sonrió porque su criatura camina solita rumbo a una estrella inédita.

Todos estos pibes y grandes que hasta ayer revelaban como momentos deportivos inolvidables victorias o títulos en Inferiores o ligas barriales, hoy están en el umbral de hacer latir y temblar a la Bombonera con la vuelta olímpica. Para llegar a esto hay un trabajo de base único, un proyecto a largo plazo que no es sanata, una recuperación aplastante después de sacar un punto en las primeras tres fechas y ser eliminado de la Sudamericana, un plantel humilde que se deberá acostumbrar a ser rico y un cuerpo técnico que es ejemplar.

Lanús tiene todo para ser campeón. Y lo goza en Negro y Blanco.

Pepe record
14 Goles en el Apertura
Con los dos de ayer, Sand se transformó en el mayor goleador de Lanús desde la vigencia de los torneos cortos. El correntino los convirtió en 15 partidos. Así superó a Ariel López (13 en 17) y a Gustavo Bartelt (16 en 13).
Doble o nada
7 Goles como marca top
Sand los había metido en Colón, durante el Clausura 2007 (jugó 18 partidos). Era su mejor registro en Primera. En la B Nacional había llegado a 13 tantos para Defensores de Belgrano en el Apertura 2003 (con 18 presencias).
Cuidadito que hay cuatro en capilla
El pueblo de Lanús se fue inflado de emoción y con más confianza que nunca en que van a dar la vuelta en la Bombonera. De todas maneras, hay que tener en cuenta un dato por si llega haber una final contra Tigre: Walter Ribonetto, Matías Fritzler y Maximiliano Velázquez y José Sand están al límite de amarillas. A cuidarse.
En la pensión pasan cosas muy positivas
Todos están con los ojos puestos en la posibilidad de ganar el primer título de la historia, y los pibes de la pensión quieren aprovechar la buena onda. Por eso, están juntando alimentos no perecederos para repartir en colegios del Interior del país. Hay que llevarlos al departamento del fútbol amateur, en el Polideportivo.
YO DIGO
El fruto de un gran proyecto

LEANDRO GIODA. Ex Lanús, actual Rojo.

En Lanús dejé amigos y compañeros: me gustaría que se les dé el título tras tanto esfuerzo. Ya hace un año y medio que los dejé, pero sigo manteniendo el contacto con Bossio, Graieb, Ribonetto, Velázquez, Pelletieri... ¿Por qué merecen dar la vuelta? Por su cantera. Desde hace años que desarrolla un proyecto, apuesta a los pibes y no trae tantos refuerzos. Está dando sus frutos. En mi último años fuimos subcampeones, ya se jugaron dos Sudamericanas al hilo... Y es un plantel joven, casi ninguno de ellos ha salido campeón en otro equipo, y por eso esta campaña tiene una doble importancia para ellos.

fuente:www.ole.com.ar
---------------------------------------------------------------------------------

Fútbol
28/11/2007
A un paso

El Grana quedó ahí de la gloria: le ganó 4 a 0 a Gimnasia como local y con un solo punto más, tocará el cielo con las manos. Sand en dos oportunidades, Valeri en una y un golazo impresionante de Benitez, sellaron el resultado final. El domingo, visita a Boca.

El Grana cumplió. Había que ganar y lo hizo. Más de 40.000 hinchas acudieron a la cita y en la previa se vivieron todos los climas: de la tranquilidad de la victoria de Boca, a la euforia por el empate, hasta el desencanto con la ventaja definitiva de parte de Tigre. Un falso gol de Boca ilusionó a todos, pero ya con la chapa puesta al resultado, el canto-reto "en la cancha de Boca, vamos a ganar" tronó como un escarmiento para el que no nos dió una mano.
Con toda esa previa, Lanús salió a comérselo a Gimnasia pero con mucha más actitud que juego propiamente dicho. Dominaba pero no llegaba, le faltaba la sintonía fina y no se conformaba con ver la peli con lluvia y adivinar lo que estaba pasando. Era el último tren a tomarse, el triunfo de Tigre no permitía dejar puntos en el camino. Había que asegurar la campaña.
Fundamental fue conseguir el primer gol. No solo por la ventaja propiamente dicha, sino también para tomarse con más calma la situación y ser mucho más cerebrales. Graieb le da un pase por derecha a Blanco, que levanta la cabeza y le pone un auténtico centro a control remoto a la cabeza del Pepe Sand, que mostró toda su astucia en el gol para, primero, dar un paso atrás y terminar de sacarse de encima al impresentable de Civelli, y despues de volar en una palomita para ubicar de un frentazo abajo la pelota y desatar la locura de casi todos los presentes en La Fortaleza. El Grana era más por intención si de alguna manera se quiere justificar el score.
Para la segunda etapa, se vió una versión más serena del equipo. Gimnasia, con el respeto que se merece, presentó a uno de sus peores equipos de los últimos tiempos y la diferencia entre ambos era realmente notoria. Lanús estaba arriesgando al ganar solo por uno y había que liquidarlo como sea, estaba al alcance de la mano en el juego, había que hacerlo. Avisó primero el Laucha pero contuvo Cejas. La segunda más clara le quedó al Pepe Sand. Una pelota que vuelve al área tras un centro rechazado por la defensa tripera, encuentra al correntino en posición inmejorable y con una definición casi al angulo, amplió la ventaja para que el hincha se termine de relajar y disfrute un poco más lo que pasaba en el campo.
Gimnasia estaba knock out. Intentaba jugar pero no daba pie con bola. No contenía tampoco adecuadamente. El 2 a 0 era suficiente pero como para no alimentar esperanzas de ningún rival, Lanús supo que era el momento de terminar de derribarlo y lo terminó consiguiendo 5 minutos más tarde. Remate al arco, rebote de Cejas y aparición oportuna de Valeri, que con toda su técnica característica, toco ductil y suavemente a la red, como para que la teoria de que el 3 a 0 es partido liquidado se ajuste a la práctica. Ya lo era, pero por las dudas, vamos a reafirmarlo.
La última media hora fue control de pelota, cambios para cuidar soldados y jugar con el reloj. El estadio era una euforia total, la multitud estaba más que regocijada pero como una especie de bonus track, los pibes regalaron un verdadero gol de antología. Veintiún toques (si, 21), circulación a lo handball, llevando la pelota de un lado a otro. Inutil es contar todo: solo basta decir que al final, Sand ensayó una especie de encare horizontal de derecha a izquierda y habilitó al Chino Benitez que entraba a lo Roberto Carlos y definió a lo Carlos Alberto en el gol de la final de Mexico '70: tres dedos, cruzado, el gol soñado por todos aquellos que miden entre 1.60 y 1.70 y por escasas condiciones técnicas no les quedó otra que ser laterales. El Chino escapa a esa regla, también va bien arriba y anotó su nombre en los goleadores del partido (y por que no también, de la campaña).
Lanús ganó un verdadero partido psicológico y se aseguró el primer puesto. Con un punto en la Bombonera, poco importa si Argentinos va al bombo como todo parece indicar que sucederá después de oir las declaraciones de ese autentico arlequín de técnico que es Pipo Gorosito. El hombre del caniche toy en la cabeza, es hincha de Tigre, no lo oculta y dice a viva voz que quiere que los de Victoria se alzen con el título. Esta en su derecho. Habrá que ver como cae esa actitud genuflexa de Pipo para con Tigre en el seno de los hinchas del Bicho. ¿Se bancarán justamente ellos que su equipo no vaya al frente en su propia cancha, ante un rival ajeno a sus sentimientos? (Argentinos, amigo de Chacarita, poca onda con Tigre por consecuencia). Lo cierto es que si Lanús suma, que Pipo entregue lo que quiera, total no va a alcanzar.
Faltan solo tres días para el domingo, y seguramente se harán gestiones desde el Club para que las ubicaciones no sean las 3.000 teoricas que corresponderían y pueda ampliarse el cupo de entradas a 10.000. Boca no juega por nada, ya con la mente en Japón, se desconoce si utilizará a los titulares para medirse frente al Granate y en el interés del bostero medio, la Copa Mundial de Clubes lógicamente eclipsa cualquier tipo de enfrentamiento previo que pueda tener su equipo contra cualquiera. ¿Entrará en la balanza ese razonamiento y accederán los dirigentes xeneixes al casi seguro mangazo Granate? Nadie lo sabe, pero un tirito a esta altura hay que tirarse.
Queda sólo una fecha, falta sólo un punto y Lanús deberá salir a la Bombonera pensando en asegurarse la gloria y terminar de decorar una campaña histórica, con un triunfo en ese mítico estadio. El equipo debe mantener el orden que lo llevó a lo más alto y debe salir a ganar, como lo hizo siempre en este ciclo y porque verdaderamente no sabe jugar a especular. Falta sólo un paso. El más importante en la historia del Club Atlético Lanús. Por la salud y la felicidad de todos: Vamos Lanús carajo este domingo. Estamos ahí nomás.

Por Gastón Cuccaro

Dedicado a toda la segunda bandeja, artífice fundamental de todo esto y a la que le seguiremos pidiendo hasta que se termine de definir en nuestro favor.

fuente:www.lanus.com.ar

---------------------------------------------------------------------------------------------
LANUS Y SU MOMENTO HISTORICO
De la cabeza a los pies

Entre la seguridad de Bossio y la experiencia de Graieb. Del desenfado de los pibes al siempre útil consejo de Cabrero. Ni hablar los goles de Sand. Eso, más el equilibrio de un equipo equilibrado, forman parte del gran candidato del Apertura. Que el domingo puede gritar "campeón" en La Bombonera.









Un campeón se construye como una casa . Ladrillo por ladrillo. Cada uno es fundamental en su función y debe asumir su rol como un actor protagónico. Pero además, si Lanús logra el título el domingo en La Bombonera, consagrará un ciclo de dos años. Ramón Cabrero asumió como entrenador en noviembre de 2005 y desde allí hasta el presente apostó por una idea que hoy da sus buenos frutos. Desde la cabeza hasta los pies , todos son lo más importante del Grana puntero.
Es fundamental Carlos Bossio en el arco. El arquero cordobés es el capitán del equipo. Recibió 20 goles en el Apertura y es la sexta valla menos vencida del torneo. Pero además de aportar solidez, seguridad y experiencia en los tres palos, Chiquito pudo revertir una dura situación con la hinchada. Siempre cuestionado, llegó al punto máximo de tensión el día que Racing le ganó a Lanús 2-1 en el Sur, en el campeonato pasado. Hasta tuvo que soportar una apretada en el estacionamiento. Hoy es ídolo y figura, en vísperas de su cumpleaños número 34.
La pareja ideal de Bossio es Rodolfo Graieb . También cordobés él, es el otro pilar de la experiencia de un plantel muy joven. Desde el lateral derecho marca y ordena. Pero junto con el arquero son los encargados de mantener al grupo unido.
La pareja de centrales sale de memoria. Ribonetto-Hoyos . Conoce el paño el de Corral de Bustos, Ribonetto llegó al club a los 27 años de la mano de Carlos Aimar. Hoy cuenta 33 y su carrera siempre estuvo teñida de Granate, a pesar de un breve paso por Olimpia de Paraguay. Impecable para defender y hasta festejando un gol en Arroyito en la goleada a Central. Santiago Hoyos es el complemento perfecto. De buen juego aéreo y rápido para los cierres. También surgido en el club, viste la camiseta de Lanús desde 2005.
El lateral izquierdo está bien cubierto por Maxi Velázquez . De largo recorrido, con mucho ida y vuelta, termina las jugadas como un wing izquierdo. Dueño de las pelotas paradas y de una precisión envidiable, se convirtió en un pasador fundamental y cada centro suyo puede terminar en gol.
Marcos Aguirre comenzó como titular en el carril derecho. Un jugador hábil y desequilibrante. Con mucho vértigo y velocidad, de vocación ofensiva. Pero ese puesto ahora lo ocupa Sebastián Blanco , otro de los tantos juveniles que Cabrero hizo debutar en la Primera de Lanús. Su primera vez como titular fue en este torneo, en la victoria ante Tigre. Llega con frecuencia al gol (tiene 2 en este torneo) y es una rueda de auxilio permanente para el medio y aporta frescura en ataque.
El tándem que conforman Agustín Pelletieri y Matías Fritzler en la mitad de la cancha es perfecto. Dos chicos del club consolidados en Primera. Pelletieri es el equilibrio , el cerebro del equipo. Maneja los tiempos, recupera un millón de pelotas por partido. Acomoda, ordena, explica, enseña. A los 26 años juega con la sabiduría de un veterano. Y se anima a todo, desde adelantarse unos metros y disfrazarse de enganche, hasta meterse entre los centrales cuando hay que aguantar el resultado. Fritzler lo acompaña en todo, aunque sin él no sería lo mismo. Funciona como el clon de Pelletieri. Si no está uno, aparece el otro. Hace todos los relevos, un verdadero todoterreno . Y con la personalidad de ponerse el traje de héroe, como en el cabezazo salvador para vencer a Tigre.
Desde los pies de Diego Valeri surge el mejor fútbol de Lanús . El volante explotó en este Apertura y sin dudas es la revelación y figura del campeonato. Se tira a la izquierda, a la derecha o se para como enganche. Posee un talento envidiable. Fino. Es rápido, pero sabe cuando frenar. Es hábil, pero sabe cuando pasarle la pelota a un compañero. Frío para definir, astuto para dejar cara a cara con el arquero a los delanteros. Inteligente, completo . Un jugador de élite, de Selección.
Lautaro Acosta es el desfachatado. El que encara siempre, el que va al frente. Campeón del mundo con el Sub 20, sabe lo que es levantar una copa. Asume la responsabilidad de llevar la diez en la espalda y aporta una cuota muy alta de fútbol y calidad. Puede ser media punta, delantero o wing. Una promesa que es realidad. Aunque sería injusto no nombrar a Santiago Saviolita Biglieri . Desequilibrante y rápido. Un siete de los que ya no sobran, y el recambio necesario para un equipo que pelea arriba.
Si una casa, como un equipo, se construye ladrillo a ladrillo, el que llegó al techo es José Sand . Goleador histórico de las inferiores de River, se fue mal de Núñez. Reconoció que gracias al presidente de Defensores de Belgrano no está "trabajando con una pala". Pasó por Banfield, el rival de siempre y luego Leo Astrada se lo llevó a Colón. En Lanús se consagró como delantero y demostró todo lo que prometía desde las inferiores del Millonario. Es el máximo anotador del equipo y el segundo del torneo con 14 tantos. En el Grana metió 16 (dos más en la Sudamericana) en 19 partidos. Imparable. Con la personalidad necesaria para salir de la adversidad, llegar a un equipo armado y rápidamente convertirse en uno de los líderes.
Son igual de importantes el resto de los jugadores que conforman el plantel de Lanús . Santiago Salomón el jugador número 12, Nelson Benítez, Leandro Sigali, Jadson Viera, Eduardo Ledesma, Emir Faccioli, Carlos Quintana, Adrián Peralta, Leandro Benítez, Diego González, Diego Manisero, Roberto Jiménez, Germán Cano y Roberto Dovetta. Más el cuerpo técnico, colaboradores y dirigentes coherentes que mantuvieron a un entrenador y una idea, un proyecto. Un campeón que se construye ladrillo a ladrillo. Falta el último, sin ese se cae la pared. Pero este Lanús ya no tiene nada que envidiarle a los míticos Albañiles. Un equipo que ya hizo historia .

RAMON CABRERO
Todo por un punto

El padre de este enorme Lanús sabe que su equipo está a un paso de hacer historia y no anda con vueltas. "Firmaría el empate con Boca, con las dos manos y los tobillos", aseguró, un poco en serio y otro en broma. El domingo, el Granate va a La Bombonera a no perder para gritar campeón por primera vez en su vida.
CONFIANZA. El DT dice que su equipo va a salir "a ganar". (DYN)

A tres días de un domingo que puede meterse en la historia grande del fútbol argentino, Lanús espera el choque con Boca en La Bombonera con la tranquilidad que le da haberse asegurado el primer puesto del Apertura, luego de la aplastante victoria de ayer ante Gimnasia. Su técnico, Ramón Cabrero, sabe que será muy difícil y no duda a la hora de pedir. "Firmaría el empate con Boca, con las dos manos y los tobillos", asegura, con tono de broma. El Granate necesita un punto para gritar campeón.

"Si no somos campeones sería una amargura bárbara", agregó el DT, desafiante y consciente de esta oportunidad única para el club, al tiempo que se refirió a las complicaciones del rival de turno: "Una cancha en la que no quiero jugar es la de Boca, es muy difícil. Si en los últimos cinco años perdió cuatro o cinco partidos, es mucho.

Ya con relación directa al partido del domingo, Cabrero dejó bien en claro la intención de Lanús. "La idea es hacer todo para ganar, al margen de que un empate en la cancha de Boca para nosotros sería bueno, y más en esta circunstancia. Juegue quien juegue, Boca siempre tiene un equipo competitivo y es un rival de temer", manifestó el entrenador, quien cree que su equipo "es simpático y cae bien porque tiene muchos jóvenes".

En lo netamente futbolístico, el técnico tiene una sola duda: Maxi Velázquez, quien se resintió de una lesión en la pierna derecha, o Nelson Benítez. Todo está dado para que el festejo se tiña entero de color granate. El tiempo dirá. Mientras tanto, Ramón mete fichas y es optimista. "Lanús debería ser el campeón porque fue el más parejo de todos. Si tenemos que ir a un desempate, iremos, pero espero que el domingo se termine todo a nuestro favor", concluyó, con el sueño y la ilusión por las nubes.



fuente:www.ole.com.ar

Share this article :

0 comentarios:

 
Support : Creating Website | Johny Template | Mas Template
Copyright © 2011. Videos de Lanus - All Rights Reserved
Template Created by Creating Website Inspired by Sportapolis Shape5.com
Proudly powered by Blogger