Sin dar vueltas "No nos queda otra que ser campeones, lo demás es un fracaso"

LANUS
Sin vueltas

"No nos queda otra que ser campeones, lo demás es un fracaso", dijo Ramón Cabrero, técnico Granate. El equipo del Sur está a tres de Tigre y a cuatro de Boca, a dos fechas del final. Sobre el reclamo de Cagna para que el miércoles los partidos se jueguen a la misma hora, afirmó: "Me parece correcto".
Ramón Cabrero no tiene pelos en la lengua a la hora de hablar, en un momento crucial en su carrera como técnico. Faltan apenas 48 horas para el partido con Gimnasia de La Plata y Lanús se puede quedar por primera vez en su historia con un torneo local. "No nos queda otra que ser campeón, lo demás es un fracaso", aseguró el DT. Ya se lo había dicho a los jugadores después del partido con Arsenal, y hoy lo repitió en declaraciones a Radio Mitre. Además, confirmó que para el encuentro con el Lobo regresará al once inicial Maxi Velázquez.

"Mi discurso antes era que 27 o 28 puntos era una buena campaña, pero ahora no", explicó. El miércoles pueden dar la vuelta y eso genera un gran nerviosismo". Hace diez días que venimos con una carga extra. No estamos muy acostumbrados. Dentro de lo que podemos, tratamos de estar tranquilos", agregó. Sobre la posibilidad de que Tigre-Boca se juegue a la misma hora que Lanús-Gimnasia, el entrenador afirmó: "N os conviene jugar después, como está pactado. Pero me parece correcto que sea al mismo tiempo".

Cabrero no pone excusas para el empate de ayer con Argentinos. "No jugamos bien. Defensivamente bastante bien, pero de mitad de cancha hacia adelante no hicimos las cosas como antes. Blanco tuvo un buen trabajo, pero no anduvieron bien Valeri y Acosta, que son los que le dan el juego a Lanús", comentó. La presión por estar a un paso de hacer historia, pesó. "A veces se nota más. Pero es la realidad, a veces jugás mal cuando no tenés presión", relató.

LANUS Y UN MOMENTO HISTORICO La vigilia Granate

Una simple caminata matutina por la Avenida Yrigoyen, ahí cerquita de la estación, permite comprobar que se respira fútbol en cada esquina. A dos fechas del final del Clausura, los hinchas "se muerden los labios" antes de mencionar la palabra campeón. Igual, más allá de lo que pase, nadie les quita un derecho bien ganado: viven días de gloria.

JUAN LAGARES jlagares@claringlobal.com.ar


El entusiasmo sobra por las calles de Lanús. En el centro, en la Estación, cerca del estadio... Pero hay una palabra que nadie quiere pronunciar. Todas las miradas apuntan a los hinchas del Grana. Su equipo está a punto de lograr algo histórico. Pero los festejos se preparan en silencio. Están confiados, van por el título; aunque no la quieren mufar. Por Lanús nadie se anima a decir campeón.

Pero como en toda regla hay una excepción que la confirma. El clima por el Sur está tenso. A la espera del partido con Boca, del domingo (aunque el título podría definirse este miércoles), esa es la prueba que hay que superar. Y el respeto ante el campeón de la Libertadores es paralizante. Olé.com.ar recorrió las calles de Lanús el día después de que el equipo de Cabrero estirara su ventaja en la cima del Apertura. El color está, el entusiasmo también... todavía hay que esperar.

Ricardo atiende el improvisado puesto de merchandasing del Grana en la puerta de la Estación. Sentadito a la sombra con la biblia (su diario Olé) en la mano, recita los precios de las camisetas una y otra vez ante los curiosos que buscan vestirse con los colores del puntero, y que interrumpen su lectura. "Se vende muy bien la camiseta. Por suerte, no nos podemos quejar", dice Ricardo en la mañana soleada en el Sur.

Hay de todos los gustos. La titular y la alternativa. Musculosas para las mujeres, shortcitos para los más chicos, banderas y conjuntos. Precios accesibles y tentadores. A Ricardo lo consultan a razón de una persona cada tres minutos. "Soy del Grana a muerte. Ya vamos a salir todos en caravana a festejar. Nos estamos preparando con todo", dice. Parece ser el único que está seguro que Lanús será campeón, aunque él también se ataja. "Todavía falta, pero dependemos de nosotros. Hay que ganar un partido más, con Gimnasia", es esperanza.

La panadería, los puestos de diarios, los balcones de los edificios, los autos, las bicicletas... Todo tiene un distintivo del Grana. Hasta una señora respondió con gracia a las burlas de unos chicos en la estación. Es que la tintura colorada, más el sol de frente, le tiñeron la cabeza del color del barrio. Hay alegría y entusiasmo.

A unos metros de la Estación se encuentra el taller CharlyEscap. Allí Gabriel descansa a la sombra en un viejo banco de plaza. "Yo soy italiano. Hace 50 años que vivo acá. Y hace 50 años que soy hincha de Lanús", dice con un acento que se resigna a acostumbrarse a la Argentina. "Si salimos campeones voy a estar muy contento. ¿Qué más puedo pedir?", resume Gabriel con su vergüenza a cuestas y el escudo, bien grande, pintado en la pared del taller.

Cerca del estadio, las calles están vacías. El mediodía del lunes se llevó a todos al trabajo, al almuerzo y a refugiarse del sol. Pero las paredes hablan por sí solas. Escudos pintados por todos lados, carteles de diversas peñas, banderas en las ventanas de las casas y los pasacalles que piden "por un Lanús campeón". El estadio aguarda en silencio, mientras se acomoda tras la multitud que lo llenó ayer en el empate sin goles ante Argentinos. Apareció la palabrita que nadie quiere nombrar, justo dentro del estadio. Los cancheros y la gente de seguridad mantienen el diálogo: "Si no salimos campeones, nos tenemos que matar todos", se escucha debajo de una tribuna. El título está a la vuelta de la esquina. El público de Lanús está expectante. Aunque la palabrita campeón provoca un poco de susto.