Racing 1 vs. Lanus 1

LO QUE DEJÓ EL PARTIDO: PALABRA AUTORIZADA

Te presentamos la undécima entrega de la nueva sección creada por Fortaleza Granate para este campeonato, la cual denominamos "Lo que dejó el partido: Palabra autorizada". Se trata de un comentario realizado especialmente para este sitio elaborado totalmente por un especialista reconocido en el ambiente. Su mirada puntual sobre lo que pasó en el último compromiso del Granate. En esta ocasión, y para continuar el juego, el encargado de contar todos los pro y los contras de la igualdad 1 a 1 de Lanús ante Racing por la 12ª fecha del Apertura es nada menos que Marcelo Calvente, conductor del programa "Lanús ida y vuelta", que se emite todos los lunes de 20 a 21 por Am 1140. Una vez más les proponemos disfrutar y opinar acerca de lo que dejó el empate del equipo de Schurrer, que ya acumula seis partidos sin conocer la victoria en este campeonato y ahora se ubica octavo con 17 puntos junto con Godoy Cruz, Tigre y Unión, a once unidades de Boca, cómodo líder del certamen.
SIN PACIENCIA NI MEMORIA
Para realizar un análisis completo del accidentado partido que Lanús empató en uno en Avellaneda ante Racing deberíamos por un lado observar el rendimiento del equipo, intentar comprender las características de un partido extraño, violento y cambiante, un choque tremendo, jugado por los dos elencos con los dientes apretados, porque ambos necesitaban la victoria para reencauzar sus respectivas campañas, niveladas por debajo de las expectativas con que cada uno encaró el campeonato, entonces señalados como candidatos naturales al título de campeón por todos los sectores vinculados al fútbol argentino. Por otro lado es indispensable evaluar el resultado de cara al segundo objetivo de cada uno, la clasificación a la próxima edición de la Copa Libertadores de América, para la cual solo quedan tres cupos. Desde ese punto de vista el empate obtenido -jugando con un hombre menos durante 30 minutos- fue para Lanús un muy buen resultado, puesto que el local es uno de los pocos que puede despojarlo de la consecución de ese objetivo que el granate tiene al alcance de la mano, y el empate no le permitió al once de Simeone acortar la considerable diferencia de 9 puntos que le lleva el equipo de Gabriel Schurrer.
Dicho esto, volvemos sobre el rendimiento del equipo, que una vez más, repitió los mismos defectos que desde el principio del Torneo vienen conspirando en contra de su crecimiento futbolístico. Lanús repitió una secuencia inalterable: Cuando arranca buscando el gol parado en campo contrario, corto en sus líneas y variado en sus alternativas ofensivas, por lo general se pone en ventaja, con Mario Regueiro, de gran presente, como baluarte.El uruguayo es veloz y decidido en el mano a mano por su banda, suele juntar a dos marcadores y superarlos con tres trancos, es virtuoso para llegar al fondo y poner, si es acompañado, el efectivo pase corto hacia atrás para la definición de un compañero de cara al arco rival y suele ser también muy certero en la definición desde ángulos cerrados, con tiros cruzados siempre difíciles de resolver para los arqueros. Contra Racing fue de lo mejor de Lanús, aunque su sociedad con Pavone no redituó y debió resolver casi siempre en soledad. También suele ser peligroso el equipo de Schurrer en el juego aéreo, siempre y cuando funcione la pegada de Valeri, cosa que ayer no funcionó como no viene sucediendo últimamente. No obstante, en el arranque Lanús fue superior y contó con la chance de un penal a favor cuando Racing ya había equilibrado las acciones, que Valeri con mucha fortuna cambió por gol. Habían transcurrido 19 minutos del primer tiempo.
El partido era tenso y ambos jugaban con los dientes apretados, como una final. El dominio granate duró hasta el primer ataque a fondo del local, que como casi siempre ocurre, desnudó los problemas defensivos de Lanús, un equipo que apela a una marcación distante, poco rigurosa y sin presión sobre la tenencia y la posición adversaria, a nuestro entender su Talón de Aquiles, a causa del desequilibrio que un mediocampo poco eficaz en la recuperación y débil defensivamente por las bandas, en el cual jugadores como Valeri o ayer Ledesma por derecha, y Regueiro o Neira por izquierda reciben encomiendas para las cuales la naturaleza no los ha dotado. A consecuencia de esa carencia de recuperación y presión de la línea de cuatro volantes ofensivos, apuesta inalterable de Gabriel Schurrer, Matías Fritzler, Balbi y Araujo sufren el dos uno, y para no pagar retroceden, haciendo retroceder también a los centrales, retirada general que se lleva a cabo sin intentar la recuperación del balón, sino apenas la clausura del respectivo sector que cubre cada uno, cosa que tampoco logran conseguir. Por todo esto le generan muchas situaciones de gol y a veces le empatan, como pasó ayer ante Racing, pero también en el debut ante San Lorenzo como ante Estudiantes y Argentinos aunque pudo sostener la victoria, como ante Rafaela y Vélez que termino siendo derrotado. Con San Martín mereció ganar, a Tigre lo superó en el tramo final, a Colón pudo golearlo, con Belgrano sostuvo el resultado en cero haciendo un gran esfuerzo ante un rival más descansado, los cuatro partidos terminaron en igualdad. En la 7ª fecha, Boca lo superó claramente de principio a fin y exhibió con elocuencia estas debilidades de Lanús. Todos tomaron nota de ellas, suponemos que también Gabriel Schurrer. Lamentablemente, su equipo repite la secuencia en cada presentación, y en el último tramo de campeonato los resultados lo demuestran: De los últimos 18 puntos solo obtuvo 3. Además, el descontrol empezó a aparecer con una inesperada y lamentable frecuencia: En los últimos 3 cotejos sufrió 5 expulsiones, todo un síntoma del mal momento que está viviendo un plantel que para propios y extraños, estaba para campeón.
La relación de los hinchas y el entrenador, ídolo de la institución como jugador, nunca fue buena, ni siquiera cuando logró el subcampeonato. Respecto de aquel equipo, pese a que Lanús tuvo menos bajas que incorporaciones, la amnesia futbolística de DiegoValeriaparece como el débito más difícil de cubrir. Cuando Schurrer armó en el receso el nuevo equipo, lo hizo teniendo en mente el esquema que siempre anunció, con un solo volante central, un solo punta, y con cuatro volantes ofensivos tratando de hacer la contención. Desconocemos cual es el balance que Schurrer realizará al respecto al finalizar el presente campeonato, y si tiene en su cabeza algunas decisiones para tomar de cara al futuro, ya sea en cuanto a lo individual como en el aspecto colectivo, pero sostenemos que la experiencia recogida debe ser capitalizada por él de cara al futuro, que descontamos, lo tendrá al frente del plantel al menos por dos semestres más. Porque pese al déficit en el juego, los números lo avalan para merecer esa continuidad: Un subcampeonato en su primera experiencia como entrenador, y un parcial con cosecha positiva en el actual, con cuatro victorias, cinco empates y sólo tres derrotas. En el déficit puede señalarse la temprana e inmerecida eliminación en la Copa Sudamericana, de todos modos son números que de sobra justifican su continuidad, y que indican la conveniencia de insistir en la idea del técnico propio e identificado con la institución, que se suman a los muy buenos resultados obtenidos por sus antecesores Ramón Cabrero y Luís Zubeldía. Tal vez deba revisar alguna de sus decisiones, todos en la vida tenemos cosas por mejorar. Nuestro déficit, hablamos del de los hinchas, tiene que ver con la falta de paciencia y la muy mala memoria.
Por Marcelo Calvente

Fuente: