La sana costumbre
Lanús sigue cargándose argentinos en las Copas. Esta vez le tocó a River. El Grana ganó uno a cero la revancha, jugó mejor y ahora lo espera la Liga de Quito en octavos de final de la Copa Sudamericana.
Ganó Lanús. No solamente es noticia el triunfo Granate, sino que a la lista de Rosario Central, Colón, Vélez Sarsfield y Estudiantes, se le suma River.
Sólo San Lorenzo y por penales pudo con Lanús por Copa (y porque los goles de visitante no contaban más en aquel momento, sino también lo sumábamos en la lista). El Grana ganó allá y acá: uno a cero en la Fortaleza.
Fue más, pero, por sobre todo, mostró una mejor imagen que la que venía dejando en el torneo local.
¿Fue más Lanús? Sin dudas. Después de un primer tiempo bastante parejo en el que había generado más situaciones de riesgo que su rival, terminó dominando en el complemento a un River que tuvo que adelantar sus filas en busca del gol que alimentara la chance de pasar de ronda.
Lanús no sólo siguió generando oportunidades netas para convertir, sino que el partido se empezó a jugar al ritmo que quería el equipo. Sín llegar a ser la mejor versión, Lanús mejoro mucho. Comenzando desde lo actitudinal, con jugadores pidiendo la pelota e intentando ser protagonistas con un rol mucho más activo que en las ultimas presentaciones por el torneo vernáculo.
Manteniendo lo bueno, con dos volantes centrales que son un duro escollo para su rival. Sín su salida habitual (Maxi no esta en su mejor versión), pero con un sustituto en franco crecimiento: Hernán Grana.
No sólo es un afortunado desde la heráldica si se quiere. Va al ataque como loco y hoy el motorcito que empuja desde atrás viene desde la derecha. Y además, todo por el mismo precio, su goleador Santiago Salcedo volvió a convertir. Lanús necesitaba una victoria, porque más allá de la pobreza de su presente, el rival es River y las rachas se cortan con un buen resultado. El equipo no sólo ganó, sino que mantuvo su valla invicta. Pero más allá de la lectura final de la chapa, prácticamente no le generaron situaciones, lo que también se rescata de una noche fría y lluviosa.
El próximo rival por la Copa es nada menos que la Liga de Quito, uno de los últimos campeones continentales que enaltece la Copa (es fácil serlo con un poderoso de turno: distinto es consagrarse con uno que la pelea desde abajo sin dudas). El Grana, más que de abajo, deberá vérselas no sólo con su rival, entre los que se encuentra el siempre querido Claudio Graf, sino que también con ese duro escollo para los equipos argentinos que siempre resulta ser la altura sobre el nivel del mar.
Lanús aprobó un examen necesario, mucho más relacionado con lo anímico que con lo futbolístico. Más alla del resultado, mostró una imagen más saludable consigo mismo, a pesar de que River, hoy por hoy, no es medida. El equipo tuvo una actitud más acorde a lo que se le exige y terminó pasando sin sobresaltos a un histórico que hoy mendiga verdaderamente. Ahora habrá que sostener esta mejoría ante un rival más duro, Newell’s Old Boys. El domingo a las 14 hs. en
La Fortaleza, una nueva oportunidad para seguir en franca mejoría y volver a ser, de a poco, el equipo que tanto nos gusta ver en cada presentación.
Por Arthur Andersen Potty
Fuente: www.lanus.com.ar
COPA SUDAMERICANA / LANUS 1 - RIVER 0
0% RiverY 100% nada, que es lo mismo que este River de Pipo, eliminado de la Sudamericana en primera fase. Lanús lo dejó afuera con poco: más que suficiente...
A la hora de elegir el título, es muy sencillo caer en la duda: ¿0% River ó 100% River?
El juego del 0% es evidente. Porque River es la nada misma. Aunque es complicado encontrar alguna virtud de Gorosito en este armado, se le puede dar la derecha en que no hay más. Se supone que si el técnico elige sentar en el banco a Ferrari para poner a Galmarini de 4, Ferrari tiene que estar muy mal. Por más quieto que pueda jugar Fabbiani, ni el hincha más optimista es capaz de nombrar a un delantero que se banque ese lugar. Ortega es destellos. Buonanotte, ratitos. Mauro Díaz, promesa. Tal vez estos tres, en otro equipo (o en un equipo), puedan ofrecer una confiabilidad que, en este presente, no existe. O sea que algo tiene River, pero en conjunto no hay nada. Ni siquiera hay un líder. Ortega, sí, puede putear a Fabbiani durante un minuto en el medio de la cancha y demostrar que sí lo es. Porque después de la reprimenda el Ogro tuvo su mejor ratito. Y regaló el mejor pase de los últimos tiempos: fue juntando defensores hasta que vio el pique del Burrito, le sirvió el gol pero Caranta terminó haciéndole penal. Entonces, Ortega puede hacerse cargo por trayectoria. Todos sus compañeros lo buscan a él. Pero después... Si no tiene el día... Eso también se siente. Y Gorosito, con sus declaraciones bravuconas (¿para armar un equipo no es mejor tener ideas que pelotas? y en el caso que Pipo elija lo segundo, para eso les pagan a los utileros) es todo lo contrario a un líder. Porque esa declaración fue un manotazo de ahogado, la de un tipo inseguro. Y eso se transmite en la cancha y en los jugadores.
Si River es un 0 grande, ¿por qué la duda de poner 100% River en el título? Porque la actuación en Lanús identifica a la perfección este momento. Si hay diferencias con lo que pasó ante Colón, por ir apenas hasta el partido más cercano, son mínimas. Por eso, este es un River auténtico de los últimos tiempos. Visto así, el título debió ser 100% River.
Sin embargo, hay una historia detrás. Y eso puede ser peor que presentar en la cancha un equipo tan anodino: estar estropeando la historia. Nunca jamás la gente dejará de adorar a Ortega. Pero Buonanotte o Mauro Díaz, por ejemplo, podrían estar siguiendo los pasos del mismo Burrito o de Gallardo. Jugadores de Inferiores con calidad, técnica, ganas de demostrar, amor por la camiseta. Y... Por ahora, sin respaldo grupal, se quedarán en eso.
El hincha de Lanús podrá quejarse por el espacio dedicado a River en este análisis pero, al contrario, debería sentirse orgulloso. Lanús es lo que es. Y es lo que es desde hace mucho tiempo. Es cierto que Zubeldía vive de las rentas de Cabrero. Y también que es mucho menos audaz que Ramón, pero la esencia sigue ahí. La base está. Y los cambios son retoques. Se va Sand, se busca un nueve que pueda cumplir, por ejemplo. Todo lo contrario que River, que trae por traer, sin pensar. Y así juegan unos y otros. Unos con la cabeza y los pies. Y otros con la cabeza en los pies. Porcentajes al margen.
100% Salcedo
Sasá se desquitó del club que forzó su salida para incorporar a Fabbiani: "En Paraguay, mi familia gritó el gol con más bronca que yo", confesó el guaraní.
Agustin Martínez Roulet amroulet@ole.com.ar
Para Lanús fue 100% Salcedo. Y para el paraguayo, 100% revancha.
Contradicciones del fútbol, a Santiago Salcedo le bastaron sólo seis partidos en Lanús para convertir el doble de goles que gritó con la camiseta de River. Y el cuarto fue, precisamente, justo contra el club que había forzado su retorno a Rosario para dejarle un espacio vacante a Cristian Fabbiani. A menos de un año de su marcha a Newell's tras 18 partidos y apenas dos goles en River, Sasá pudo sacarse una espina que le había quedado atragantada desde que Gorosito le dejó claro que su apuesta era por el Ogro. Aquella vez Pipo le abrió las puertas para despedirse. Pero anoche, el delantero que ahora defiende los colores de Lanús se desquitó. ¡Y cómo!
A los nueve minutos del segundo tiempo, Velázquez envió un buscapié hacia el área de River, Salcedo controló de espaldas al arco, giró y sacó un derechazo que contó con manifiesta complicidad de Navarro, débil de manos en ésa acción. El final de la jugada encontró al paraguayo tapado por los abrazos de sus compañeros y a River groggy...
Después de sus 18 goles en 74 partidos en Newell's, Lanús lo buscó en el receso de invierno como el reemplazante del goleador José Sand. Salcedo aceptó el desafío. Y aunque ya había marcado tres goles en el Apertura, todavía no había festejado en la Sudamericana. Lo intentó en Núñez, pero se quedó con las ganas. Y ayer, tras dos intentos ante Navarro (un cabezazo alto y un mano a mano que tapó el arquero), acertó: "Nos saludamos antes del partido, pero después jugamos a cara de perro. Creo que mi familia en Paraguay gritó el gol con más bronca que yo", confesó Sasá tras la victoria. Sí, 100% Salcedo...
LANUS.
Uno x uno.
Ezequiel Cogan
15-M. Caranta (6): Se mostró seguro, pese a la dificultad de la pelota mojada. Embolsó, tranquilo, un remate de Fabbiani en el primer tiempo.
4-H. Grana (6,5): Sin descollar, cumplió en todos los rubros. Cerró su sector y siempre fue salida, tocando rápido y limpio, por su lateral. Le tiró a Salvio un centro que era de gol.
17-S. Hoyos (6,5): Impasable de arriba, se entendió bien con Viera cada vez que River quiso entrar por el medio del área.
6-J. Viera (6): Firmeza. Ganó mucho en las pelotas paradas del equipo de Gorosito.
3-M. Velázquez (6): En la onda de Grana, tiró el buscapié que Salcedo mutó en gol. Le faltó juntarse más con Blanco.
12-E. Ledesma (5): Intentó asociarse con Fritzler para manejar la pelota, pero sólo le salió a veces. No lo exigieron en la marca.
5-M. Fritzler (7): El mejor del partido. Del orden nació su imposición. Cortó bien, tocó mejor, y manejó los tiempos ante un rival que se movía a su gusto.
8-A. Pelletieri (5,5): Lo condicionó una amarilla a los 12 minutos del primer tiempo, además del estado del campo. Cumplió, sin embargo, aunque con lo justo.
10-S. Blanco (5,5): Navarro le sacó un derechazo de gol a las siete minutos de partido. Luego, nada brillante. Por el estado del campo y la defensa de River, pudo haber dado más.
9-E. Salvio (4): Irreconocible. Tuvo un cabezazo, solo frente a Navarro, apenas comenzó el segundo tiempo, y lo tiró afuera. También se erró un mano a mano clarísimo, que le abortó Navarro. Le faltó explosión.
14-S. Salcedo (6,5): Siempre bien ubicado, metió un gol de goleador. Pateó, de media vuelta, sin mirar al arquero, a lo Palermo, y le salió bárbaro. En el primer tiempo se había perdido un mano a mano.
7-S. Biglieri (5): Tuvo una y la pateó lejos, afuera.
25-C. Arce (5): Se asoció bien con Grana.
18-C. Menéndez (-): No llegó a jugar diez minutos.
Faltas 10
Córners 11
Offsides 3
Tarjetas 3
Lanús
Granates al 100%.
MARTIN MACHIAVELLO mmacciavello@ole.com.ar
Por un momento, me abstraigo. Saco la mente del resultado, poso los ojos más allá. Desde Arias, desde lo más alto de esta popu, miro hacia fuera y comparo proyectos. Allá, a lo lejos una peluca rulienta sin rumbo. Más acá, una blonda cabellera sin rumbo definido. Entonces, el partido cae en la anécdota. ¿Qué importa si el destino es Quito si, antes, sabemos que nos ampollaremos los pies en el camino?
Con levantar la vista, veo lo que no quiero en mi club. 100% seguro (nada de 70% y porcentajes estúpidos), sin vuelta atrás (como tantas entradas que regresaron sin vender... ¿Ese es nuestro clásico?). Pero bajándola un poco, y abriendo los oídos, me duele escuchar dudas sobre nuestro novel DT. Aunque no está mal pegar un grito. Vale ver lo que pasó desde noviembre del 05 hasta hoy. Vale ver, con sólo apuntar los ojos hacia los bancos de suplentes, el antes y el después.
Aunque no basta con distinguir a Dios del Diablo. A veces nos pasamos de creyentes y nos enceguecemos. Reaccionemos. Evitemos las pesadillas express. No todo es siempre claro. Hansel y Gretel también tenían bien marcado su camino, sin embargo, todo puede fallar. Lanús no es un cuento. Es una realidad 100% reconocida. No la regalemos.
Mucho criterio para manejar el medio y para no complicarse resolvió con tiempo. Fue salida y colaboró.
Maxi Coronel
Le dio una asistencia... ¡a Blanco! Y en una que Navarro saca con el pie, lo sobró un pelotazo larguísimo.
Las dos hinchadas
Se las bancaron, en la cancha y bajo un aguacero de a ratos tremendo. Como nunca, merecen este premio.
El agua en la cancha
Conspiró para que los jugadores tuvieran más de un roce, aun sin quererlo. Igual, más de uno fue innecesario.
Christian Fabbiani
Exquisito pase a Ortega (al final fue penal). Juntó a los defensores y de media vuelta se la puso justito.
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Lanús profundizó la crisis de River
La cancha pareció una pista de patinaje. Los jugadores de ambos bandos –pero especialmente los del Millonario- sufrieron y mucho la lluvia que cayó durante todo el día en el Sur. Así, las imprecisiones gobernaron el juego: Ortega no hizo pie, Blanco tampoco. Ocasiones de gol, pocas. Fútbol, nada. Los de Zubeldía tuvieron dos muy claritas: primero, Blanco aprovechó un error en la defensa visitante y remató cruzado para que se luzca Navarro, luego, el arquero atoró muy bien a Salcedo y le impidió al paraguayo la apertura del marcador.
River lució nervioso. Pipo también. De entrada, el DT recibió con insultos de la gente de Lanús por sus recordadas frases, la de “el 70 por ciento del Sur es de Banfield” y el “padre boludo, hijo boludo” dedicado a un plateísta que lo insultaba en Arias y Guidi. El Millonario casi no pateó al arco, y sólo probó con disparos desde media distancia de Fabbiani (jugó un poco más retrasado pero no gravitó) y de Díaz. La mejor del Ogro fue una asistencia milimétrica para Ortega. En esa jugada, Caranta cortó al Burrito con un penal que se comió Beligoy.
Apenas comenzó el segundo tiempo, Lanús tuvo el gol en la cabeza de Salvio, pero el balón se fue apenas desviado. Iban apenas segundos y los del fondo del Millonario mostraron un nuevo cortocircuito: Cabral se cruzó con Navarro (ya se habían insultado en el primer tiempo) y también con Galmarini. Finalmente, el grito llegó a los 9, tras una media vuelta de Salcedo (si, justo Salcedo, quien había tenido un frustrado paso por Núñez) que no encontró resistencia en el arquero debutante.
Entonces llegó la euforia en la gente de Lanús. Los carteles contra Gorosito plagaron la tribuna: “100% inútil”, “Chau Pipo” y “70% inútil, 30% vago” rezaban algunos de ellos. Definitivamente, el paso de Pipo por el Sur había dejado su huella. Para colmo, Biglieri se llevó puesto al DT en una jugada sobre el borde del campo y lo tiró al piso. En esa misma jugada, Galmarini vio la segunda amarilla y se fue expulsado (otra vez mal Beligoy). La suerte de River ya estaba jugada. ¿Y la de Pipo? Por ahora sigue, pero los próximos días serán claves para definir el futuro del cuerpo técnico.
Fuente: http://tycsports.com/global/not_detail.php?id=52627
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