¿Qué tienen en común los partidos entre Luján-Morón de 1978, Luján-Acassuso de 1983 y Chacarita-San Miguel de 1990? En los tres, los últimos minutos se jugaron de mentira. Los árbitros habían suspendido el partido, pero decidieron continuarlo para "salir con vida de la cancha".
Por: Oscar Barnade
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TESTIMONIO I. La nota de la revista Sólo Fútbol anunciando, con sorpresa, que hubo 16 minutos de parodia en el partido entre Chacarita y San Miguel.
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TESTIMONIO II. Síntesis del partido entre Chacarita- San Miguel, publicada por Sólo Fútbol, en la que no se advierte la suspensión del partido.
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TESTIMONIO III. Así ilustró Claudio Díaz, en el libro Morón, El Grito Nuestro de cada sábado, la participación del club en Primera C entre 1978 y 1980.
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TESTIMONIO IV. El fallo del Tribunal de Disciplina del partido Luján-Morón de 1978.
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TESTIMONIO V. La última de las cuatro páginas que la revista El Gráfico le dedicó al partido Luján-Acassuso.
"Las puertas estaban abiertas. Esos minutos se jugaron con gente en los costados de la cancha". Miguel Angel Colombatti, jugador de Morón en 1978.
El primer caso, inédito hasta ese momento en el fútbol argentino, ocurrió en el torneo de Primera C de 1978. El 29 de julio 1978, Luján recibió a Morón. Morón ganaba 1-0 y a los 24 minutos del segundo tiempo el árbitro José Mastrofilippo sancionó un penal a favor del equipo visitante y expulsó a dos jugadores locales. Tras el 2-0, el clima en la cancha era una caldera. Entonces, el árbitro suspendió el partido. Cuenta Claudio Díaz en su libro Morón, El Grito Nuestro de cada sábado: "Pero cuando el plantel y el cuerpo técnico de Morón se dirigen hacia los vestuarios se encuentran con que la puerta de ingreso al túnel está cerrada y, además, desde uno de los costados del campo de juego empiezan a ingresar los hinchas de Luján enfurecidos por la actuación del juez". Entonces, el árbitro llamó a Miguel Colombatti, Paira y Mazzini, todos de Morón, y les dijo sin vueltas: "Vamos a tener que seguir jugando los veinte minutos que restan porque de lo contrario de acá no salimos vivos...". El partido siguió con hinchas de Luján metidos por todos los costados de la cancha.
En diálogo con Clarín, Miguel Angel Colombatti (ex Morón y Racing) recuerda: "Nos decía que nos quedemos tranquilos, que el partido estaba terminado. Pero al no haber precedentes, nosotros dudábamos". Ya en los vestuarios el árbitro les explica a los jugadores de Morón: "Tuve que hacer este teatro porque de lo contrario no sé si salíamos vivos de acá...", relata Díaz en su libro. Luego hizo constar en la planilla que el partido fue suspendido a los 28 del segundo tiempo, con el resultado favorable a Morón por 2-0. El fallo del Tribunal de Disciplina de la AFA, del 24 de agosto de 1978, fue durísimo con los jugadores de Luján Horacio Puglia (20 partidos de suspensión) y Norberto Viola (10 partidos). En cambio, tres partidos recibieron Mario Roberto Medina y Carlos Rubén Militto y el técnico de Luján, Juan Pinilla, fue multado. El partido se lo dieron por perdido a Luján, y el Tribunal, en disidencia, también sancionó a árbitro con dos meses de suspensión.
En el mismo escenario sucedió un hecho similar, cinco años después. El 24 de setiembre de 1983, por la 27ª. fecha del campeonato de Primera D, jugaron Luján-Acassuso. Luján necesitaba ganar para acceder a la ronda final y Acassuso ya no jugaba por nada. Había sospechas de soborno e incentivación. Acassuso ganaba 1-0, hubo una jugada polémica a los 39 del segundo tiempo, el árbitro Félix Angel Molina expulsó a dos jugadores de Luján e inmediatamente ingresaron más de 100 hinchas a la cancha. La custodia policial no pudo evitar que Molina y el línea Mitri recibieran algunos golpes (el otro línea fue Angel Sánchez, quien estaba en el otro sector y se mantuvo lejos de los incidentes). El hecho mereció cuatro páginas de la revista El Gráfico, algo inédito para un partido de la D. Allí se reproduce el diálogo entre el árbitro Molina y el capitán de Acassuso Héctor Ferrucheli. "Vamos a seguir el partido, de ahora en más se bancan lo que venga...", dijo Molina. "Cómo dice referí", respondió Ferrucheli. "Que se banquen lo que venga. Ustedes ya ganaron, el partido está suspendido. Pero Luján tiene que ganar, porque si no de acá salimos todos muertos". El partido continuó, Luján hizo dos goles, pero luego las sanciones fueron durísimas. El arquero Aldo Cordone fue suspendido por tres años, Walter López por dos años y Horacio Pereyra por un año y medio. Se clausuró la cancha por 8 fechas y el partido se le dio por ganado a Acassuso por 2-0.
El 27 de enero de 1990 fue uno de los días más calurosos, que se recuerda, para ver un partido de fútbol. Ese día la sensación térmica llegó a los 45 grados. La cancha de Chacarita era un infierno. Iban 38 minutos del segundo tiempo, Chacarita y San Miguel igualaban 1-1 y un proyectil impactó en el delantero visitante Angel Sabio. El árbitro Felipe Peroni, inmediatamente, suspendió el partido. El presidente de Chacarita Carlos Cerrutti se metió en la cancha y le ofreció todas las garantías para seguir con el partido. Peroni seguramente recordó la decisión de sus colegas en 1978 y 1983, pero esta vez no se lo comunicó a nadie. Continuó el partido y los medios reflejaron el resultado final y la incidencia. En la desaparecida revista Sólo Fútbol, dice: "El partido estuvo detenido 16 minutos por un proyectil que impactó en el jugador Salvio". Es decir, en ningún momento se sospechó de la suspensión. Una semana después, el actual periodista de Clarín Walter Raiño, por entonces en Sólo Fútbol, publicó una extensa nota titulada: "No valdrían los 16 ultimos minutos del partido Chacarita-San Miguel", explicando la parodia que se vivió. El informe de Felipe Peroni fue lapidario para con Chacarita. Dos semanas después, el Tribunal de Disciplina le dio por perdido el partido a Chacarita, que zafó del descenso en las últimas fechas.
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A cien años del primer partido profesional
11:59
En 1909 llegaron de visita al país Everton y Tottenham de Inglaterra. Además de los partidos amistosos programados con los equipos locales, jugaron dos encuentros amistosos entre ellos. El 6 de junio de 1909, en la cancha de la Sociedad Sportiva, se jugó el primer partido entre profesionales en el país. Igualaron 2-2.
Por: Oscar Barnade
El fútbol profesional se legalizó en la Argentina en 1931. En la década anterior la mayoría de los jugadores cobraban por jugar al fútbol, pero de manera encubierta. Esa etapa se denominó amateurismo marrón. Sin embargo, el primer partido entre profesionales no se jugó en 1931, sino hace exactamente 100 años. En 1909 llegaron al país de gira dos equipos poderosos de Inglaterra: Everton y Tottenham. Por entonces, al Liga Argentina estaba afiliada a la Football Asociattion y desde 1904 se hizo común la visita de los equipos ingleses: Southampton (1904), Nottingham Forest (1905) y un equipo de sudafricanos de origen inglés (1906) fueron los pioneros. Pero nunca habían coincidido dos equipos ingleses al mismo tiempo.
Jorge Gallego, miembro del Centro para la Investigación de la Historia del Fútbol (CIHF), es un incansable buscador de sucesos pioneros en el país. Su investigación llevó a precisar el domingo 6 de junio de 1909 como el día en que se jugó un partido entre profesionales en el país. En el campo de la Sociedad Sportiva, ante 8000 espectadores, Everton y Tottenham igualaron 2-2. Días más tarde se jugó la revancha, y Everton goleó 4-0. Jorge Gallego destaca la presencia en las filas del Tottenham de Walter Daniel John Tull: "Era el único amateur entre los 22 jugadores y fue el primer jugador europeo de raza mixta o mulato que llegó aquí. Había ganado esa temporada la Amateur Cup con el Clapton FC", y agrega: "Tull realizaría su campaña profesional con Tottenham luego en el Northampton Town Más destacada aún fue su corta carrera militar. El teniente segundo Tull fue el primer oficial de color del ejército de su país. Murió el 25 de marzo de 1918 combatiendo en Favreuil, norte de Francia. Hijo de un carpintero de Barbados y madre inglesa, Tull es recordado como futbolista, militar y símbolo antirracista".
Por la visita de estos dos clubes, varios clubes que se fundaron posteriormente llevan su nombre. El La Plata FC pasó a llamarse Everton en 1909. En Escobar, en 1910, se fueron dos clubes con los nombres de los dos equipos ingleses. El Everton de Alberdi es también de 1910.
Para finalizar con la investigación, Gallego rescata las declaraciones de Bainbridge, directivo de Everton, a su regreso a Liverpool: "Hemos aportado algo al deporte en Sudamérica y esperamos y confiamos en que nuestra visita no fuera en vano y que ese espíritu se mantenga y perdure. No cabe duda de que esto se conseguirá con jugadores de semejante clase que sólo necesitan desarrollarse". A pesar de la escuela inglesa, con el tiempo, el fútbol sudamericano forjó su propio estilo.
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