Un punto optimista
El Grana empató en uno ante Newell’s por la séptima fecha del torneo Clausura. Rojinegros en ventaja en la primera parte, empate de Dovetta en el complemento, para un juvenil equipo que buscó el arco rival en todo momento.
Fue empate. Lanús lo buscó en todo momento. Quizás en el primer tiempo careció de peso ofensivo, que sí tuvo más en el complemento con el ingreso de Dovetta, y también con la necesidad lógica de ir por la igualdad, ante un rival que fue cauteloso y encontró una ventaja que no buscó denodadamente.
El Grana arrancó jugando por abajo y llegando hasta la última línea con más vértigo que de costumbre. Newell’s prácticamente no alteró la línea de 4 en todo el encuentro y sobrevivía gracias a la incapacidad de Lanús en concretar o, mejor dicho, en terminar de generar riesgo concreto en su valla. El campeón hacía todo bien, pero terminaba en córner lo que de mínima, debería terminar en situación de gol.
A partir de un tiro libre casi frontal desde unos 35 metros por lo menos, que terminó conectando de cabeza el debutante Fideleff y que contó con un estático Chiquito Bossio, Newell’s se puso en ventaja. Y si antes se cuidaba por salir ileso, con los 3 puntos en el bolsillo la defensa iba a terminar siendo prácticamente inquebrantable. A pesar de eso, Lanús siguió yendo, pero sintió el impacto del gol y, lógicamente, la visita se agrandó con la conquista conseguida.
En el complemento, Dovetta ingresó por Pelletieri y quizás, al menos en teoría, la falta de referente en ataque estaba ahora cubierta con el ingreso del juvenil. Blanquito no se hallaba del todo de punta, ya que retrocedía demasiado en la búsqueda del balón, el Killy era una especie de wing retrasado y volante carrilero adelantado y en las que desnivelaba no encontraba algún receptor en el área, y el pibe Ramírez, que otra vez fue de lo mejor, le ponía lo mejor de sí (¡cuánta actitud que demuestra! Más allá de cómo termine las jugadas, son dignas del elogio las ganas que pone cuando le toca jugar).
El empate llegó de manera rocambolesca (últimamente vengo usando mucho el término, pero creo que los goles de Lanús lo ameritan, más cuando se consiguen así). Un remate que parecía controlable por la anguila Gutiérrez es desviado intencionalmente por Dovetta de cabeza, cambiándole la trayectoria al balón, haciéndolo ingresar contra el segundo palo, casi pidiendo permiso, y ante la resignación de casi todo el público local, que daba por perdida la bocha y, por consiguiente, la ocasión. Iban ocho minutos del segundo tiempo y Lanús, que ya tenía una inyección anímica desde el arranque del complemento, lograba la ansiada igualdad.
A diferencia de la primera etapa, esta vez los laterales acompañaron más los ataques (fundamental el New, que en medio de un equipo juvenil hizo pesar su valor agregado a la hora de ir a buscar el partido) y Dovetta, por contextura física y por lógico conocimiento de la posición, era referencia por el medio. De hecho, el equipo lucía más lógico, con Blanco abocado de lleno a la gestación y con el Killy poniéndole vértigo a más no poder por su franja, recordando sus primeras actuaciones en Lanús que tanto nos hicieron ilusionar.
Quizás el Grana careció de la cuota de fortuna necesaria para ganar, cuando uno no logra desnivelar del todo a su rival pero por actitud y por posibilidad de recursos (verdaderamente el equipo dio todo), se es superior al rival. Newell’s tuvo dos claras: un centro que Bossio no pudo controlar y prácticamente (y afortunadamente) nadie logró conectar y un remate fortísimo del autor del gol, que Chiquito mandó al córner. Lanús tuvo varias aproximaciones (quizás las de Ñuls resalten más por una cuestión de espacios. Cuando un equipo esta inclinado hacia adelante, deja más huecos y, por ende, ópticamente los avances de su rival dan una mayor sensación de peligro que si está la línea de 4 esperando cómodamente que el contrario ataque) pero la más clara de todas fue un cabezazo de Faccioli, solo, en el área chica, que esta vez sí toda la cancha gritó gol, pero que la pelota milagrosamente no ingresó y terminó de privar a los juveniles Granates de lograr un merecido triunfo.
Fue empate, pero más allá de lo poco que pueda ser un punto, fue un avance desde el plano actitudinal que mostró el equipo. Después de la caída ante Banfield, el empate como local ante Cuenca dejó un sinsabor que se comenzó a disipar después del buen resultado conseguido ante los ecuatorianos como visitante. Si bien son dos torneos distintos, es el mismo plantel el que los juega. El desempeño fue más que satisfactorio, teniendo en cuenta que Lanús salió a la cancha con 6 jugadores de los no titulares, y en muchos casos, ni siquiera son los primeros a tener en cuenta a la hora del recambio. Las bajas resintieron el funcionamiento del Grana, pero al menos, con actitud, se intenta suplir lo que no se puede hacer por otros medios.
Empató Lanús y el próximo compromiso será el sábado ante San Lorenzo como visitante. ¿Dónde se jugará? Es una incógnita, ya que parece que los de Boedo tienen su estadio reservado para festejar el centenario del club. Lo cierto es que algunos de los que son bajas pueden estar quizás para el banco (el Gran compromiso, sín restarle importancia al torneo local, parece ser el próximo miércoles 2 de Abril cuando Estudiantes nos visite por la Copa Libertadores). Fue más que digno lo hecho por el Grana. Seguramente con el correr de los partidos, la confianza de muchos de estos pibes será otra y de mantener ese espiritú de buscar siempre el arco rival, va a terminar trayendo los réditos que todos esperamos. Paciencia, si seguimos por esta vía los resultados tienen que aparecer.
Por Gastón Cuccaro
Fuente:www.lanus.com.ar
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Ilustres desconocidos
Los pibes Fideleff y Dovetta, de cabeza, sellaron un empate entre equipos con algunas apariciones interesantes. Lanús tuvo más fútbol pero también inmadurez.
CARLOS RODRIGUEZ DUVAL | crduval@ole.com.ar
GRITO DE GOL DE TODO LANÚS PORQUE DOVETTA ACABA DE METER LA CABEZA Y DESVIAR LA PELOTA QUE LLEGABA POR REMATE DE GONZÁLEZ. EL PIBERÍO CUMPLE.
Lanús puso potrero y fuego de juventud. Newell's fue fútbol físico y táctico. Los dos se integraron con algunos ilustres desconocidos en las carteleras de Primera, hasta anoche, como los casos de Fideleff y Dovetta, quienes cabeza a cabeza resolvieron el resultado.
El partido siempre tuvo un mayor protagonismo del local, por iniciativa e intención de juego. El visitante, de a ratos peleó mejor en media cancha, pero su progresión se simplificó groseramente a pelotazos tipo lotería. Era meta presión y pum para arriba, para buscar el pique de la pelota que descolocara al defensor. En una de ésas, forzó un tiro libre que le dio el 1-0 parcial, con un larguísimo y pasado tiro libre de Cabrera. Se veía venir la pelota, pero fue mal defendida, ante la aparición del pibe Fideleff. Tarea cumplida para Newell's. Desde ahí trató de achicarse en dos líneas de cuatro retrasadas.
El desafío para Lanús era llegar por abajo, para desacomodar al fondo rival. Ya en el primer tiempo, sus dos puntas -cultores del toque y la rotación- se asociaron para que el partido se jugara en tres cuartos de cancha. Ramírez --muy bien en los desmarques y pivoteos-- y Blanco tejían pases en trianguilitos. Pero les resultaba difícil la explosión en el área. Eso sí: forzaron córners, o algún centrito, no muy alto, cuando se sumaba Diego González. Ayudaba la
En el podio, atados con alambre...
MARTIN MACCHIAVELLO | mmacchiavello@ole.com.ar
¿Cuándo acaba la efervescencia? El título no nos marea, nos enorgullece, pero la resaca se está haciendo brava. Con ver la tabla, alcanza. Cuando tenés tantos puntos como desgarros, la alerta debería ser máxima. Cuando, más allá de los merecimientos del caso, es tu séptimo delantero quien te permite rascar un punto en casa ante una formación que vive haciendo cuentas... Te da para colgarte otra medalla canterana o repensar en qué quedó tanto esfuerzo. De hecho, más allá de una deuda de 90 minutos que nos queda compensar en Jujuy, ya no somos el mejor equipo de la temporada. Es cierto, Tigre no juega la Copa. Pero Boca, sí... Seguimos en el podio que siempre soñamos aunque, visto y considerando, atados con alambre. ¿Y si nos llegamos a quedar sin Libertadores antes de lo pensado, qué? ¿En qué condiciones nos encontrará el Clausura? ¿Habrá un hueco granate así en la Sudamericana 08? Que los fuegos de artificio no hagan sordos los replanteos. A futuro, claro. Ya no hay nada que hacer. Sólo alentar, como siempre, hasta el final. ¿Cuándo acaba la efervescencia? Hmmm. Acá se puede festejar un 5-0 y, al toque, de histéricos, echar al técnico...
Menores a más.
Cabrero quedó conforme con el rendimiento de los juveniles y porque Newell's les jugó "con respeto".
ALEJANDRO LUGO | glugo@ole.com.ar
RAMÍREZ LA PELEA CON FIDELEFF, UN PIBE... PERO DEL RIVAL.
Al margen de la urgencia impuesta por la sucesión de lesionados en su plantel, Ramón Cabrero recurre a los chicos por convicción. Mal no le ha ido al DT que dio la vuelta en el último Apertura con un equipo, en su mayoría, hecho en casa.
"Es un orgullo que un equipo de la jerarquía de Newell's le juegue con respeto a un Lanús con tantos chicos. En el cuerpo técnico no tenemos dudas con Nico Ramírez, Cano y Dovetta, por nombrar a los delanteros. Sabemos que serán grandes jugadores", fue el pronóstico de Ramonín. Y no lo subordinó a los resultados. "A ellos ya les llegó el momento. Al final de este Clausura podrán sumar unos diez partidos en Primera. Esa será una experiencia que les servirá mucho", agregó. "Esta vez -continuó- necesitábamos un nueve de área y pusimos a Dovetta. Sin dudas supo responder a lo que esperábamos".
Los chicos seguirán teniendo pista, porque "calculo que recién el 2 de abril, para el partido por la Copa Libertadores contra Estudiantes, podremos contar con los que hoy están lesionados. La idea es no apurar ningún regreso, porque eso supone un riesgo muy grande".
Cabrero habló de los pibes, y uno de ellos respondió con plena eficacia. Roberto Dovetta, con apenas un par de partidos, entró y mostró que tiene cabeza. "La puse justo -dijo con una sonrisa-. Vi que venía el tiro de Diego (González) y pude desviarlo. Me agarró sin nada preparado, a pesar de que siempre pienso en hacer un gol. Ojalá que pueda repetir".
Dovetta reconoció que "desde mi debut, en el 2005, crecí gracias a lo que aprendí de gente de experiencia, como Chiquito Bossio y Rodo Graieb. Es gente muy importante que siempre está para dar un consejo necesario".
Esto es un desgarrón.
Con Rodolfo Graieb, ya suman siete los desgarros en Lanús.
Como los jinetes del Apocalipsis, como los pecados capitales... Son siete, y en ese mismo tono, los desgarros en el plantel de Lanús. Frente a Newell's, estaba previsto que Carlos Arce cubriera el lateral izquierdo después del desgaste de Rodolfo Graieb en la altura de Cuenca, el jueves último. La famosa rotación. Sin embargo, con el paso de las horas, el motivo del reemplazo se trastocó. El cordobés de 33 años también cayó en la volteada. Desgarro en el isquiotibial izquierdo. Tres semanitas, mínimo, que en el consultorio del Granate suelen extenderse hasta el mes. A Hoyos le tocó dos veces. Fritlzer, Peralta y Velázquez también la pasaron. Y Sand todavía sigue en recuperación... No sólo de lesiones musculares se trata la mala racha de lesionados versión 2008. Valeri se pegó un susto grande ante Cuenca, en el Sur, con un fortísimo esguince de rodilla. Por un golpe, el Laucha Acosta continúa out con problemas renales. Jadson Viera fue operado por segunda vez de una rotura en el talón de Aquiles y Diego Lagos se fracturó el quinto metatarsiano del pie izquierdo. Encima, en lo que va de este año, Macalik, Sigali, Biglieri, Cano y Pelletieri tuvieron su paso por el doc.
Fue empate. Lanús lo buscó en todo momento. Quizás en el primer tiempo careció de peso ofensivo, que sí tuvo más en el complemento con el ingreso de Dovetta, y también con la necesidad lógica de ir por la igualdad, ante un rival que fue cauteloso y encontró una ventaja que no buscó denodadamente.
El Grana arrancó jugando por abajo y llegando hasta la última línea con más vértigo que de costumbre. Newell’s prácticamente no alteró la línea de 4 en todo el encuentro y sobrevivía gracias a la incapacidad de Lanús en concretar o, mejor dicho, en terminar de generar riesgo concreto en su valla. El campeón hacía todo bien, pero terminaba en córner lo que de mínima, debería terminar en situación de gol.
A partir de un tiro libre casi frontal desde unos 35 metros por lo menos, que terminó conectando de cabeza el debutante Fideleff y que contó con un estático Chiquito Bossio, Newell’s se puso en ventaja. Y si antes se cuidaba por salir ileso, con los 3 puntos en el bolsillo la defensa iba a terminar siendo prácticamente inquebrantable. A pesar de eso, Lanús siguió yendo, pero sintió el impacto del gol y, lógicamente, la visita se agrandó con la conquista conseguida.
En el complemento, Dovetta ingresó por Pelletieri y quizás, al menos en teoría, la falta de referente en ataque estaba ahora cubierta con el ingreso del juvenil. Blanquito no se hallaba del todo de punta, ya que retrocedía demasiado en la búsqueda del balón, el Killy era una especie de wing retrasado y volante carrilero adelantado y en las que desnivelaba no encontraba algún receptor en el área, y el pibe Ramírez, que otra vez fue de lo mejor, le ponía lo mejor de sí (¡cuánta actitud que demuestra! Más allá de cómo termine las jugadas, son dignas del elogio las ganas que pone cuando le toca jugar).
El empate llegó de manera rocambolesca (últimamente vengo usando mucho el término, pero creo que los goles de Lanús lo ameritan, más cuando se consiguen así). Un remate que parecía controlable por la anguila Gutiérrez es desviado intencionalmente por Dovetta de cabeza, cambiándole la trayectoria al balón, haciéndolo ingresar contra el segundo palo, casi pidiendo permiso, y ante la resignación de casi todo el público local, que daba por perdida la bocha y, por consiguiente, la ocasión. Iban ocho minutos del segundo tiempo y Lanús, que ya tenía una inyección anímica desde el arranque del complemento, lograba la ansiada igualdad.
A diferencia de la primera etapa, esta vez los laterales acompañaron más los ataques (fundamental el New, que en medio de un equipo juvenil hizo pesar su valor agregado a la hora de ir a buscar el partido) y Dovetta, por contextura física y por lógico conocimiento de la posición, era referencia por el medio. De hecho, el equipo lucía más lógico, con Blanco abocado de lleno a la gestación y con el Killy poniéndole vértigo a más no poder por su franja, recordando sus primeras actuaciones en Lanús que tanto nos hicieron ilusionar.
Quizás el Grana careció de la cuota de fortuna necesaria para ganar, cuando uno no logra desnivelar del todo a su rival pero por actitud y por posibilidad de recursos (verdaderamente el equipo dio todo), se es superior al rival. Newell’s tuvo dos claras: un centro que Bossio no pudo controlar y prácticamente (y afortunadamente) nadie logró conectar y un remate fortísimo del autor del gol, que Chiquito mandó al córner. Lanús tuvo varias aproximaciones (quizás las de Ñuls resalten más por una cuestión de espacios. Cuando un equipo esta inclinado hacia adelante, deja más huecos y, por ende, ópticamente los avances de su rival dan una mayor sensación de peligro que si está la línea de 4 esperando cómodamente que el contrario ataque) pero la más clara de todas fue un cabezazo de Faccioli, solo, en el área chica, que esta vez sí toda la cancha gritó gol, pero que la pelota milagrosamente no ingresó y terminó de privar a los juveniles Granates de lograr un merecido triunfo.
Fue empate, pero más allá de lo poco que pueda ser un punto, fue un avance desde el plano actitudinal que mostró el equipo. Después de la caída ante Banfield, el empate como local ante Cuenca dejó un sinsabor que se comenzó a disipar después del buen resultado conseguido ante los ecuatorianos como visitante. Si bien son dos torneos distintos, es el mismo plantel el que los juega. El desempeño fue más que satisfactorio, teniendo en cuenta que Lanús salió a la cancha con 6 jugadores de los no titulares, y en muchos casos, ni siquiera son los primeros a tener en cuenta a la hora del recambio. Las bajas resintieron el funcionamiento del Grana, pero al menos, con actitud, se intenta suplir lo que no se puede hacer por otros medios.
Empató Lanús y el próximo compromiso será el sábado ante San Lorenzo como visitante. ¿Dónde se jugará? Es una incógnita, ya que parece que los de Boedo tienen su estadio reservado para festejar el centenario del club. Lo cierto es que algunos de los que son bajas pueden estar quizás para el banco (el Gran compromiso, sín restarle importancia al torneo local, parece ser el próximo miércoles 2 de Abril cuando Estudiantes nos visite por la Copa Libertadores). Fue más que digno lo hecho por el Grana. Seguramente con el correr de los partidos, la confianza de muchos de estos pibes será otra y de mantener ese espiritú de buscar siempre el arco rival, va a terminar trayendo los réditos que todos esperamos. Paciencia, si seguimos por esta vía los resultados tienen que aparecer.
Por Gastón Cuccaro
Fuente:www.lanus.com.ar
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Ilustres desconocidos
Los pibes Fideleff y Dovetta, de cabeza, sellaron un empate entre equipos con algunas apariciones interesantes. Lanús tuvo más fútbol pero también inmadurez.
CARLOS RODRIGUEZ DUVAL | crduval@ole.com.ar
GRITO DE GOL DE TODO LANÚS PORQUE DOVETTA ACABA DE METER LA CABEZA Y DESVIAR LA PELOTA QUE LLEGABA POR REMATE DE GONZÁLEZ. EL PIBERÍO CUMPLE.
Lanús puso potrero y fuego de juventud. Newell's fue fútbol físico y táctico. Los dos se integraron con algunos ilustres desconocidos en las carteleras de Primera, hasta anoche, como los casos de Fideleff y Dovetta, quienes cabeza a cabeza resolvieron el resultado.
El partido siempre tuvo un mayor protagonismo del local, por iniciativa e intención de juego. El visitante, de a ratos peleó mejor en media cancha, pero su progresión se simplificó groseramente a pelotazos tipo lotería. Era meta presión y pum para arriba, para buscar el pique de la pelota que descolocara al defensor. En una de ésas, forzó un tiro libre que le dio el 1-0 parcial, con un larguísimo y pasado tiro libre de Cabrera. Se veía venir la pelota, pero fue mal defendida, ante la aparición del pibe Fideleff. Tarea cumplida para Newell's. Desde ahí trató de achicarse en dos líneas de cuatro retrasadas.
El desafío para Lanús era llegar por abajo, para desacomodar al fondo rival. Ya en el primer tiempo, sus dos puntas -cultores del toque y la rotación- se asociaron para que el partido se jugara en tres cuartos de cancha. Ramírez --muy bien en los desmarques y pivoteos-- y Blanco tejían pases en trianguilitos. Pero les resultaba difícil la explosión en el área. Eso sí: forzaron córners, o algún centrito, no muy alto, cuando se sumaba Diego González. Ayudaba la
El empate lo encontró antes de que pudiera ponerse nervioso. Ya estaba Dovetta, punta que entró por Pelletieri, cansado, en inequívoca decisión ganadora de Cabrero. La pegó. Con Blanco y Peralta por afuera, Lanús pesó más. Y el gol llegó con remate a media altura de González, que desvió Dovetta de cabeza. Buen empate para un equipo con una delantera dignamente improvisada.
Así, Lanús cazó un punto en buena ley. Con este piberío inmaduro aún, es millonario en futuro. Y Newell's se llevó el suyo, como para seguir despegado al menos un cachito de los que andan empantanados, en los bordes de caer en la zona de Promoción.
En el podio, atados con alambre...
MARTIN MACCHIAVELLO | mmacchiavello@ole.com.ar
¿Cuándo acaba la efervescencia? El título no nos marea, nos enorgullece, pero la resaca se está haciendo brava. Con ver la tabla, alcanza. Cuando tenés tantos puntos como desgarros, la alerta debería ser máxima. Cuando, más allá de los merecimientos del caso, es tu séptimo delantero quien te permite rascar un punto en casa ante una formación que vive haciendo cuentas... Te da para colgarte otra medalla canterana o repensar en qué quedó tanto esfuerzo. De hecho, más allá de una deuda de 90 minutos que nos queda compensar en Jujuy, ya no somos el mejor equipo de la temporada. Es cierto, Tigre no juega la Copa. Pero Boca, sí... Seguimos en el podio que siempre soñamos aunque, visto y considerando, atados con alambre. ¿Y si nos llegamos a quedar sin Libertadores antes de lo pensado, qué? ¿En qué condiciones nos encontrará el Clausura? ¿Habrá un hueco granate así en la Sudamericana 08? Que los fuegos de artificio no hagan sordos los replanteos. A futuro, claro. Ya no hay nada que hacer. Sólo alentar, como siempre, hasta el final. ¿Cuándo acaba la efervescencia? Hmmm. Acá se puede festejar un 5-0 y, al toque, de histéricos, echar al técnico...
Menores a más.
Cabrero quedó conforme con el rendimiento de los juveniles y porque Newell's les jugó "con respeto".
ALEJANDRO LUGO | glugo@ole.com.ar
RAMÍREZ LA PELEA CON FIDELEFF, UN PIBE... PERO DEL RIVAL.
Al margen de la urgencia impuesta por la sucesión de lesionados en su plantel, Ramón Cabrero recurre a los chicos por convicción. Mal no le ha ido al DT que dio la vuelta en el último Apertura con un equipo, en su mayoría, hecho en casa.
"Es un orgullo que un equipo de la jerarquía de Newell's le juegue con respeto a un Lanús con tantos chicos. En el cuerpo técnico no tenemos dudas con Nico Ramírez, Cano y Dovetta, por nombrar a los delanteros. Sabemos que serán grandes jugadores", fue el pronóstico de Ramonín. Y no lo subordinó a los resultados. "A ellos ya les llegó el momento. Al final de este Clausura podrán sumar unos diez partidos en Primera. Esa será una experiencia que les servirá mucho", agregó. "Esta vez -continuó- necesitábamos un nueve de área y pusimos a Dovetta. Sin dudas supo responder a lo que esperábamos".
Los chicos seguirán teniendo pista, porque "calculo que recién el 2 de abril, para el partido por la Copa Libertadores contra Estudiantes, podremos contar con los que hoy están lesionados. La idea es no apurar ningún regreso, porque eso supone un riesgo muy grande".
Cabrero habló de los pibes, y uno de ellos respondió con plena eficacia. Roberto Dovetta, con apenas un par de partidos, entró y mostró que tiene cabeza. "La puse justo -dijo con una sonrisa-. Vi que venía el tiro de Diego (González) y pude desviarlo. Me agarró sin nada preparado, a pesar de que siempre pienso en hacer un gol. Ojalá que pueda repetir".
Dovetta reconoció que "desde mi debut, en el 2005, crecí gracias a lo que aprendí de gente de experiencia, como Chiquito Bossio y Rodo Graieb. Es gente muy importante que siempre está para dar un consejo necesario".
Esto es un desgarrón.
Con Rodolfo Graieb, ya suman siete los desgarros en Lanús.
Como los jinetes del Apocalipsis, como los pecados capitales... Son siete, y en ese mismo tono, los desgarros en el plantel de Lanús. Frente a Newell's, estaba previsto que Carlos Arce cubriera el lateral izquierdo después del desgaste de Rodolfo Graieb en la altura de Cuenca, el jueves último. La famosa rotación. Sin embargo, con el paso de las horas, el motivo del reemplazo se trastocó. El cordobés de 33 años también cayó en la volteada. Desgarro en el isquiotibial izquierdo. Tres semanitas, mínimo, que en el consultorio del Granate suelen extenderse hasta el mes. A Hoyos le tocó dos veces. Fritlzer, Peralta y Velázquez también la pasaron. Y Sand todavía sigue en recuperación... No sólo de lesiones musculares se trata la mala racha de lesionados versión 2008. Valeri se pegó un susto grande ante Cuenca, en el Sur, con un fortísimo esguince de rodilla. Por un golpe, el Laucha Acosta continúa out con problemas renales. Jadson Viera fue operado por segunda vez de una rotura en el talón de Aquiles y Diego Lagos se fracturó el quinto metatarsiano del pie izquierdo. Encima, en lo que va de este año, Macalik, Sigali, Biglieri, Cano y Pelletieri tuvieron su paso por el doc.
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