La rotación no trajo el resultado esperado: el Grana cayó 1 a 0 en un partido cerrado ante Huracán. El gol de los locales llegó a menos de 10 minutos del cierre. El equipo sintió la falta de sus figuras pero estuvo a poco de traerse un resultado positivo.
En el Lanús donde todos rinden, tampoco suceden los milagros. Los suplentes, o mejor dicho, los pibes de abajo, suelen ser la mejor opción para recambio pero siempre y cuando las variantes se cuenten con los dedos de una mano. En un plantel donde una uña encarnada puede demandar varios meses de curación, Ramón no anduvo con vueltas y se la jugó por todos los pibes. A menos de 10 minutos estuvieron de traerse un resultado positivo del verdadero cajón de manzanas que es la cancha de Argentinos Juniors.
Como decíamos en el párrafo anterior, el funcionamiento del equipo se resintió. Posiblemente haya jugado en contra el calor intenso que azotaba la tarde de ayer y las reducidísimas medidas del campo de juego de Argentinos (un estadio ideal para jugar un seven o por que no, showball). Los pibes que entraron, en su mayoría, hicieron un discreto papel (algunos anduvieron un poco mejor, caso Quintana, otros no tuvieron la mejor de sus performances y eso que hace rato que vienen jugando, caso Biglieri). El esquema táctico elegido fue el mismo de siempre, pero ni Blanquito, que jugó por izquierda, ni Nico Ramírez, pudieron hacer pesar su juego para desnivelar por los costados. Así y todo el Grana dispuso de 3 situaciones claras, dos no tan bien definidas por el conejito Biglieri y otra ayudado por una carambola que casi se mete en el segundo palo de Barovero.
En el complemento, las llegadas fueron más aisladas aún. Los locales no lograban tampoco adueñarse del juego, por lo que todo era muy anodino, trabado, de pocas ideas. El partido iba al 0 a 0 y sin duda el primero que acertara se llevaba el premio mayor. Fueron los Quemeros los afortunados, que con un fuerte tiro de media distancia abajo al palo de Chiquito dejaron sellado el score.
Previo al gol y al ver la paridad reinante en el trámite, Ramón se la jugó por los ingresos del Fino Valeri y el Laucha Acosta. Más a favor de los pibes, los dos jugadores más desequilibrantes (junto con Blanco que jugó buena parte del match) poco pudieron hacer, en una tarde ideal para practicar deportes acuáticos.
El Grana no pudo seguir de racha. ¿Se imaginan lo que hubiera sido? Los medios hablando de Ramón como un mix entre Gardel y Lepera pero tocando con la guitarra de 12 cuerdas de Jimmy Page. Lamentablemente no se dio, pero habrá que seguir dándole ruedo a estos pibes, los mismos que ingresan al equipo ante alguna ausencia y cumplen con creces en esas circunstancias. El objetivo nos obliga a eso y seguramente, con condiciones más favorables (clima y campo), vamos a estar hablando de otra cosa. El próximo compromiso será el viernes en la Fortaleza, recibiendo al siempre amigo Colón de Santa Fé. ¿Qué hará Ramón? Todavía no se sabe: el martes posterior a ese partido esta la visita a La Plata por la Copa Libertadores, un verdadero duelo para románticos, y todo el mundo sabe que la prioridad la tiene ese partido. Veremos que pasa en los próximos días. Por lo pronto, un tropezón no es caída, y a mirar para adelante que hay muchísimo camino por recorrer.
Por Gastón Cuccaro
www.lanus.com.ar
Fuente:www.clarin.com.ar
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