"Soy un típico jugador argentino"

Mauro Camoranesi, el único campeón mundial que juega en nuestro país, encontró un lugar ideal en Lanús; habla de su exitoso paso por Italia, pero se considera un producto del potrero nacional

 

| Mauro Alfieri - LA NACION

Por Diego Morini
LA NACION

Una remera de los Sex Pistols, unos jeans algo gastados y unas zapatillas con unos colores que demuestran personalidad. Un par de cassettes de música. Sí, todavía conserva sus viejos cassettes. "Quedan de la época en la que no tenía para los CD, me grababa los cassettes y tengo casi 200. Mi primer disco fueHigh Voltage (AC/DC)." Su colección irradia energía: The Cult, Rancid, Sublime, Sumo, Rolling Stones? Algunos detalles que describen a uno de los personajes que desembarcaron en el fútbol argentino con una valija llena de historias y cargada de éxitos. No es músico, pero se emociona con una buena melodía. Lo suyo es jugar al fútbol, y vaya si lo hizo: la Argentina, México, Uruguay, Italia, Alemania. Campeón de liga, campeón del mundo. De Tandil hacia la cumbre del arte de patear una pelota con la consagración en el Mundial de Alemania 2006 con la camiseta de la selección de Italia...

Así se muestra Mauro Camoranesi, de 34 años, el dueño de una verdadera aventura que comenzó allá en el barrio Villa Laza, cuando era El Linye , pateando en potreros de Tandil... Ahora es el único campeón del mundo actuando en el Clausura y que curiosamente jugó su primer partido en la elite argentina en 2011, con Lanús.

De tono pausado, pero seguro. Enérgico y claro en sus conceptos. De una carrera atípica, pero intensa como pocas. Referente en Juventus, de Italia, previo paso por Hellas Verona, salto que le permitió Cruz Azul, pero también batallador en tiempos de Aldosivi, Banfield o Wanderers, en Montevideo. Palabra autorizada después de tanto patear por este universo futbolero. Camoranesi se convirtió en la fusión perfecta entre el profesionalismo y la conservación del espíritu amateur. "La vuelta al mundo duró 20 años y ahora por primera vez siento que puedo apoyar las valijas, tomarme un café y respirar."

-¿Estás en un punto de tu carrera en la que disfrutas más el fútbol?

-Lo vivo de otra manera, siempre lo disfruté. Lo tomaba con la seriedad necesaria que requiere el trabajo, pero siempre me divertí jugando al fútbol. Ahora estoy en una etapa nueva. Porque pude volver al país, estoy cerca de mi familia, hay un montón de factores que cambiaron.

-¿Qué busca en el fútbol argentino un jugador con tu carrera?

-En realidad fueron varios factores. Era volver a casa, el fútbol fue una excusa. Se dio que no tenía lugar en Europa, el libro de pases estaba cerrado, entonces pensé en Sudamérica. Y bueno, me tiraba el fútbol argentino, creo que estoy en la edad justa como para hacerlo. Si dejaba pasar más tiempo iba a ser complicado que pudiese volver. No me hubiera gustado volver para dar lástima. Me siento bien, competitivo.

-Cuando uno está afuera y vuelve, ¿se encuentra con un nivel exigente?

-Depende de cómo lo mires. Es que a nivel competencia local es muy grande y a nivel internacional puede ser que sea así también. Uno no tiene el metro para decir que el campeón argentino es tan fuerte como el alemán, el italiano, el inglés o el de otra liga. Sí se demuestra que cuando se juegan competencias como el Mundial de Clubes los que llegan a la final, por lo general, son siempre los sudamericanos y los europeos. Entonces, nivel de competitividad hay.

-¿Qué te tentó de Lanús?

-Volver y sobre todo porque mi representante (Fortunato) me habló de la realidad de Lanús hoy, que es la de Vélez, la de Estudiantes, de Banfield. Que en definitiva es la nueva realidad del fútbol argentino. Donde los equipos más renombrados están viviendo distintas cosas. Las jerarquías un poco cambiaron. Se han igualado a nivel deportivo. Si mirás los últimos campeones se han consagrado los denominados chicos. En ese contexto pensé en que podía estar en un lugar para pelear por cosas importantes. Tengo que agradecer, porque todo lo que él me dijo (Fortunato) es verdad. Es real, porque llegué a un club organizado donde no me costó adaptarme y uno tiene todo a mano para trabajar.

-¿Imaginabas una carrera así?

-Cuando era pibe soñaba con ganar o salir campeón, con la imagen del 86. Cuando era adolescente y tuve algunos problemas vi que era complicado, pero cuando llegué a primera, si hacía algunas cosas podía lograr lo que había soñado. Y una vez que estuve adentro me convencí de que no era menos que los demás y era cuestión de meterle pata. Siempre lo viví con mucha garra. Poniendo el pecho.

-¿Qué te empujó a ser estrella en Juventus y campeón del mundo?

-Creo que fue un poco la fortuna. Jugaba en un equipo de provincia [Aldosivi] y me fui a jugar al extranjero [Santos Laguna]. Son saltos raros. Después, volví al país por segunda vez [Banfield] y en un momento en que mi carrera estaba completamente perdida [en Uruguay]... Un día bajo de un avión en un aeropuerto y me encuentro con un técnico [Patricio Hernández] que estaba esperando a su mujer y me dice que me va a traer de nuevo al país. Ahí arrancó mi carrera otra vez, son episodios que uno no imagina. Si no me lo encontraba, no sé qué hubiera pasado. Después desde México me voy a jugar a Italia, la primera transferencia que se hizo de México a Italia. Tampoco imaginé que podía jugar en la selección. Son cosas que uno sueña.

-¿Te apena el final en Juventus?

-Sí, pero? Viví momentos bonitos y ahora que volví a la Argentina me hacen recordar todos esos momentos. En realidad a mí me gusta mirar hacia delante, lo que pasó fue maravilloso y soy un agradecido de lo que viví allí. Hoy estoy volcado a mirar lo que vivo ahora y lo que va a llegar. No me calienta cómo terminó, fue el momento más bonito de mi carrera y nada más.

-Es curioso escucharte hablar de Juventus así, cuando fuiste campeón del mundo con Italia?

-No. ¡Por el amor del cielo! Son dos cosas diferentes. No se puede comparar una cosa con la otra. Fueron dos procesos largos, el de la Juventus duró mucho tiempo y el otro, cuatro años. Pero digo que hay veces que uno está tocado y me tocó. Soy un agradecido de la vida, hice los sacrificios para llegar hasta ahí y me llevé la recompensa. Pero no lo vivo como un antes y un después. Eso me marcó a fuego y lo voy a llevar conmigo toda la vida. Siempre va a ser hermoso hablar del Mundial ganado con Italia. Pero hubo otros momentos de mi carrera que los vivo con la misma intensidad, más allá de la trascendencia del logro.

-¿Te gusta el fútbol argentino?

-No quiero crear polémica. Está todo muy mezclado, es competitivo, pero no veo grandes jugadores en los equipos. Ojalá que me hagan cambiar de opinión. Si uno mira, hay 20 equipos en primera y me parece que no hay muchos pibes con grandes perspectivas. Eso es lo que quiero decir. En otra época había dos o tres jugadores importantes, algunos más y otros menos. Hoy encontrar referentes en los equipos está difícil. Me parece eso, quizá me equivoque.

-¿Qué te dieron como jugador México e Italia ?

-El fútbol mexicano me dio la posibilidad de mostrarme y tengo recuerdos lindos. Y el fútbol italiano, como se dice en Italia ?a ser pragmático, a ser directo' . Se valora el resultado, no cómo se consigue.

-¿Y eso te gusta?

-Sí, es una manera de ver el fútbol. A los ojos del mundo no está bien visto porque a nadie le gusta cómo juega Italia, pero nadie la quiere enfrentar. Está siempre la incógnita de saber cuál es la forma. Hoy por hoy España, después de 100 años de fútbol, logró imponerse a nivel mundial. Jugando bien y ganando. Sería el ideal, pero claro, le costó 100 años. Creo que hay que respetar cada ideología. Después de tantos años me mentalicé con la italiana y me gustó.

-¿Y el potrero qué te dio?

-El potrero me dio todo. La fantasía, la picardía, la astucia. Es una marca que te llevás para toda la vida y si te hacés famoso o jugás bien al fútbol, mucho mérito lo tiene el potrero.

-¿Podés definir quién es Mauro Camoranesi como jugador de fútbol?

-Me identifico como el típico jugador argentino. El jugador argentino es? Pocho Lavezzi, Tevez, puede ser Verón, por nombrar los conocidos. Para mí el jugador argentino es el que es bueno técnicamente y para llegar a ser importante tiene que meter el carácter. El jugador argentino no es el que tira 200 caños o el que vive tirándose al piso nada más. El que sabe jugar al fútbol cuando hay que jugar y el que sabe sufrir cuando hay que sufrir. Para mí, Tevez reúne todo lo que tiene que tener un jugador argentino, son futbolistas con buenas condiciones, pero tiene unos huevos bárbaros. Para mí ése es el jugador argentino. El que equilibra el talento con el carácter.

DIXIT
MAURO CAMORANESI

"Tenemos muchos más jugadores importantes que los demás equipos. Más allá de que hoy estamos en la mitad de la tabla. Estamos arriba de la media del fútbol argentino"

"Hoy por primera vez no estoy pensando en mañana. Me pasó desde que llegué acá a la Argentina. No vivía el momento. Hoy por primera vez disfruto de lo que vivo en el presente"

"La Juventus en 2006 fue el mejor equipo que integré, teníamos 10 de los mejores 30 jugadores del mundo. De los 15 futbolistas habitualmente titulares, 11 eran capitanes en sus selecciones"

"Hice una carrera rara para el estándar del fútbol argentino. Acá, el jugador sale de las inferiores, llega a primera y es vendido a Europa. Yo tuve un recorrido más largo, pero maravilloso"

 

Fuente: Diario La Nacion

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