DIEGO SANTONOVICH | dsantonovich@ole.com.ar
TODOS LOS ABRAZOS SON GRANATES. SALCEDO CLAVA EL PENAL. SE REDONDEA LA GRAN GOLEADA. LANÚS SE METE EN LA COPA. Así como la movilidad de los volantes de Arsenal (Galván jugando inicialmente por izquierda, pero apareciendo muchas veces por derecha, con el consecuente corrimiento de los otros tres mediocampistas hacia la siniestra) complicó a Lanús, su última línea terminó ofreciéndose como Viaducto directo hacia la Libertadores 2010. Tanto luchó el equipo de Burru para ponerse en ventaja dos veces, que, a quien no haya visto el raro final, le costará creer que terminaron goleados. Si hasta pudieron liquidar el partido antes de los diez minutos de juego, cuando, ya en ventaja, un tiro de Medina sacudió un palo. Pero Lanús más sabe por viejo. Quizá no tanto por edad como por experiencia. Lejos de bajar los brazos, se aferró a las fantasmales apariciones de Blanco (le ganó genialmente la espalda a Alvarez en el primero y también lo superó en el tercero) y usufructuó el desconcierto de sus rivales tras una doble desgracia: el gol de Menéndez (su único acierto) y la lesión de Galván. Sin éste en cancha, Arsenal se desdibujó y, luego, enloqueció porque le anularon bien un gol a Matellán y, un minuto después, Blanco asistió a Biglieri en una jugada que había empezado con foul de Viera a Pérez Castro (ver página 11).
Fuera de sí, Arsenal regaló el partido: le hicieron penal a Blanco, ya nadie marcó y Pelletieri (asistido pro Biglieri) redondeó un resultado exagerado pero que marca la diferencia de jerarquías. Hoy Lanús está casi bebiendo de la Copa; Arsenal, en cambio, lleva cinco juegos sin ganar.
Duendes no, héroes sí.
MARTIN MACCHIAVELLO
Toda mirada es subjetiva. En definitiva, no deja de ser un punto de vista. Y la mía no era demasiada generosa con el sol de frente y la cara pegada al alambrado, junto a un córner, en una cancha donde, detrás de un arco, sólo se ve el de enfrente. En una cancha, perdón, en un estadio que no está preparado, justamente, para hinchas de fútbol. Poco nos importó. Cuando te jugás cosas importantes, tenés que estar. A pesar del día y la hora y de que sólo hayan abierto las boleterías un lunes, a 50 cuadras de Sarandí. Pero había que decir presente. Afuera y adentro. El nombre de semejante obstinación lo ponés vos. Llámese pelear un título o luchar por entrar a una Copa. Lo mismo da.
En 2007, ahí, con Sand, nos fuimos derecho a la vuelta olímpica. En 2009, nos encontramos con un 3-0 parcial en un ratito que nos empezó a despedir de un nuevo sueño. Y ayer, aun con todo en contra (con Febo, con varios fallos de la terna Sadra) mostramos una lección de carácter. Cuesta descifrar cómo levantamos dos match points y cómo terminamos goleando a un equipo que se presume ordenado y que, toda la vida, pidió pan y se lo dieron. ¿La fórmula? Tensa calma y gol. Era necesario un triunfo así. En la recta final no hace falta que aparezcan duendecitos vestidos de jugador. Sólo 11 héroes que pongan la cara por el objetivo. Y por vos. Si no, con tres fechas por jugar, sos un mar de dudas. Un invicto en fase de deshielo.
Se gritaron todo.
Menéndez detalló los festejos granas del fin de semana... De entrada nomás, antes que la clasificación a la Copa, lo primero que vitoreó la gente fue: "Me parece que Banfield no sale campeón...". Y después, ya con la goleada y el pasaje a la Copa en el bolsillo, se hicieron eco en el vestuario granate. "Ya gritamos los de Racing. Ahora con los nuestros y el de Newell´s vamos a quedar afónicos...", bromeó Menéndez. Sebastián Blanco, por su lado, lejos de pensar en el Taladro, se autoexige: "No nos conformamos con esto, queremos ir por la zona de grupos. Va a ser importante que Colón pierda más puntos y que nosotros sigamos por este camino". El Polaco, en cambio, fue más gráfico: "Fue un fin de semana redondo...".
Fuente: Diario Ole.
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Lanús goleó a Arsenal para seguir soñando con la Libertadores
Le ganó 5-2 en Sarandí y quedó a un paso de la Copa del año próximo. Blanco, Menéndez, Biglieri, Salcedo y Pelletieri hicieron los tantos del Granate, que nunca perdió como visitante en el Apertura. Galván y Yacuzzi habían puesto en ventaja dos veces al conjunto de Burruchaga.
Para Lanús fue un fin de semana completo. Goleó, quedó a un paso de la clasificación a la Copa Libertadores 2010 y sonrió con la derrota de Banfield, su clásico rival, que pelea por ser campeón por primera vez en su historia. Esta tarde venció 5-2 a Arsenal en Sarandí tras ir abajo en el marcador en dos ocasiones.El triunfo fue por una holgada diferencia pero no merecido. Es más, podría haber empatado y hasta perdido de no ser por los errores del árbitro Mauro Giannini, quien le anuló un gol a Aníbal Matellán cuando el partido empatado en dos tantos.
Arsenal estuvo dos veces arriba en el marcador simplemente por ser más ordenado y efectivo que su vecino Lanús. En el primer tiempo se puso en ventaja por intermedio de Diego Galván, tras una llegada hasta el fondo del lateral derecho Cristian Alvarez, convocado al seleccionado argentino por Diego Maradona para el amistoso del 22 de diciembre ante el combinado español de Cataluña.
Lanús empató inmediatamente a través de Sebastián Blanco, la figura de la cancha, y sobre el cuarto de hora del segundo período Javier Yacuzzi volvió a adelantar al local con un tiro libre de zurda que pegó en el travesaño, ingresó un metro en el arco y salió, lo que provocó las protestas de los jugadores visitantes.
Pero como en el primer tiempo, otra vez Lanús empató enseguida, en esta ocasión por el marplatense Cristian Menéndez, que convirtió por segundo partido consecutivo.
Después, cuando restaban 10 minutos llegó el mencionado tanto anulado a Matellán por presunta mano del goleador que no existió, y en los siete finales empezaron a llover los tantos de Lanús, que necesitaba una oxigenación para salir del asedio a que lo estaba sometiendo Arsenal y la consiguió con los cambios ejecutados por Zubeldía.
Precisamente uno de los ingresados, Santiago Biglieri, colocó el 3 a 2 en un veloz contraataque, mientras que Santiago Salcedo, de tiro penal señaló el cuarto y Agustín Pellettieri, de cabeza, cerró la cuenta.
Fuente: Diario Clarin.
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Lanús goleó esta tarde a Arsenal por 5 a 2, en Sarandí, y se aseguró al menos un eventual desempate con San Lorenzo, el que lo sigue desde más cerca, a nueve puntos, con la misma cantidad por jugarse, en la clasificación para la Copa Libertadores 2010.
El “granate” suma 62 puntos en la tabla acumulada anual contra 53 de San Lorenzo, que a su vez es el inmediato perseguidor de Newell`s, a la sazón el último que hoy está entrando a un eventual repechaje.
Colón es el único equipo ya clasificado por este sistema, mientras que Estudiantes y Vélez Sarsfield ingresaron por ser campeones de la pasada Libertadores y el torneo Clausura 2009, respectivamente.
Sin embargo la holgada victoria obtenida esta tarde por los de Luis Zubeldía fue totalmente inmerecida y hasta pudo ser tranquilamente derrota si el árbitro Mauro Giannini, de floja tarea (mostró 10 tarjetas amarillas, siete para los dueños de casa), no se equivocaba al anularle un gol a Aníbal Matellán con el marcador igualado en dos tantos.
Es que después de un primer tiempo irrelevante, con una leve primacía de los locales, el segundo se transformó en otro partido, con emociones en ambos arcos y una ráfaga goleadora de Lanús en el final que lo llevó a esa goleada impensada e injusta.
De hecho Arsenal estuvo dos veces arriba en el marcador simplemente por ser más ordenado y efectivo que su vecino Lanús.
En el primer tiempo se puso en ventaja por intermedio de Diego Galván, tras una llegada hasta el fondo del lateral derecho Cristian Alvarez (llegó a la quinta tarjeta amarilla y no jugará ante Newell`s en la próxima fecha), convocado al seleccionado argentino por Diego Maradona para el amistoso del 22 de diciembre ante el combinado español de Cataluña.
Lanús empató inmediatamente a través de Sebastián Blanco, la figura de la cancha, y sobre el cuarto de hora del segundo período Javier Yacuzzi volvió a adelantar al local con un tiro libre de zurda que pegó en el travesaño, ingresó un metro en el arco y salió, lo que provocó las protestas de los jugadores visitantes.
Pero como en el primer tiempo, otra vez Lanús empató enseguida, en esta ocasión por el marplatense Cristian Menéndez, que convirtió por segundo partido consecutivo.
Después, cuando restaban 10 mninutos llegó el mencionado tanto anulado a Matellán por presunta mano del goleador que no existió, y en los siete finales empezaron a llover los tantos de Lanús, que necesitaba una oxigenación para salir del asedio a que lo estaba sometiendo Arsenal y la consiguió con los cambios ejecutados por Zubeldía.
Precisamente uno de los ingresados, Santiago Biglieri, colocó el 3 a 2 en un veloz contraataque, mientras que santiago Salcedo, de tiro penal señaló el cuarto y Agustín Pellettieri (llegó a la quinta amonestación y no estará ante Gimnasia y Esgrima La Plata), de cabeza, cerró la cuenta.
Por eso la hinchada de Lanús se fue festejando del Viaducto, dejando atrás una gresca registrada durante el entretiempo entre el grupo de la Villa del Morro y “La 14″, que fue disipada por la policía. El triunfo trajo la paz y un virtual retorno a la Libertadores para este Lanús que quiere seguir haciendo historia.
- Síntesis - Arsenal: Cristian Campestrini (4); Cristian Alvarez (6), Cristian Tula (4), Anibal Matellán (5) y Javier Yacuzzi (6); Sergio Sena (5), Facundo Pérez Castro (5) y Claudio Mosca (6); Diego Galván (6); Mauro Matos (5) y Alexander Medina (5). DT: Jorge Burruchaga.
Lanús: Agustín Marchesín (6); Hernán Grana (6), Santiago Hoyos (-), Jadson Viera (5) y Maximiliano Velázquez (6); Marcos Aguirre (6), Agustín Pellettieri (6), Matías Fritzler (6) y SEBASTIAN BLANCO (7); Cristian Menéndez (5) y Santiago Salcedo (6). DT: Luis Zubeldia Goles en el primer tiempo: 5m. Galván (A) y 33m. Blanco (L).
Goles en el segundo tiempo: 16m. Yacuzzi (A), 19m. Menénez (L), 38m. Biglieri (L), 42m. Salcedo (L), de tiro penal y 45m.
Pellettieri (L).
Cambios en el primer tiempo: 20m. Carlos Quintana por Hoyos (L).
Cambios en el segundo tiempo: 24m. Facundo Silva por Galván (A), 30m. Eduardo Ledesma por Aguirre (L) y Santiago Biglieri por Menéndez (L), 31m. Jonathan López por Matos (A) y 40m. Federico Poggi por Pérez Castro (A).
Amonestados: Campestrini, Alvarez, Tula, Matellán, Sena, Mosca y López (A). Viera, Pellettieri y Menéndez (L).
Estadio: Arsenal.
Arbitro: Mauro Giannini (regular).
Goles de Galván, Blanco, Yacuzzi, Menéndez, Biglieri, Salcedo y Peletieri.
Fuente: apurogol
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| Es una tarde de sol, no se la vaya a perder…. El famoso cántico de guerra hubiera sido adaptable si todos tenemos el diario del lunes o en este caso, mejor dicho, del martes. Es que en realidad, Arsenal debe ser el último equipo que miramos en el fixture para saber cuando nos toca. X vs Arsenal para cualquiera, no es un partido entretenido… será que el equipo de la familia Grondona es el encargado de ocupar ese legado que dejó Deportivo Español, una especie de Chievo Verona local, una cenicienta con espíritu de ama de casa rompebolas. Y normalmente se dan partidos cerrados, aunque alguna vez nos comimos media docena en la Fortaleza. Pero bueno, se terminó dando un partido más que entretenido, con siete goles, supuestas polémicas, chicas de falda infartarte y una definición, que más alla de la diferencia final, se dio sobre el epílogo del encuentro. Dame dos cortitos diría un as de los entretenimientos siempre rodeado de buenas chicas y te cuento este extraño partido. Si habría que definirlo con un termino, optamos por el rocambolesco. Lanús gana un partido raro, porque no terminó de redondear una actuación como para sentarse cómodo en el sofá y preguntarse ”¿Por qué no jugamos siempre de esta manera?”. Si, podemos decir que la virtud Granate fue no enloquecer, mantenerse ordenado con todas las limitaciones que presenta a la hora de defender cualquier pelota y aprovechar el desconcierto del rival, que terminó siendo mayúsculo sobre la hora y que de haber seguido unos minutos más, sin dudas que la cuenta se engrosaba y dejaba conforme a cualquier rencoroso por aquel set que el Arse nos propinó en casa. Arsenal pegó primero después de una jugada que se construye sobre la izquierda de la defensa Granate, donde Maxi esta obligado a cerrar como un bombero y elegir entre dos rivales porque los volantes externos Granates retroceden al tranquito, cómodos como si su función ofensiva se cumpliera a la perfección. Una buena jugada derivó en un centro al medio que el delantero local definió a la carrera con un tiro bajo y anotó el primer poroto de la tarde para los de Sarandí en la primer llegada al arco de todo el partido. Al Grana le costó, pero como si fuera una Gran verdad, el equipo demuestra aun cuando no esta del todo bien, que lo que mejor hace es intentar jugar. El juego aéreo recurrente, el revoleo indiscriminado, el sueño salvador de cualquier central de poner la gran bocha frontal desde 60 metros no le sienta bien a este equipo, que aun cuando no anda calibrado del todo, desequilibra jugando al fútbol. Y por ese camino, el del toque hacia adelante, el de darla limpia a un compañero, llegó una jugada bárbara que terminó en un verdadero golazo de Blanco, habilitado por Salcedo, definiendo en posición de 11. El 1 a 1 le sentaba bien al partido, que no encontraba un dominador absoluto, a la hora del balance del entretiempo. Pero, como tantos otros partidos, el descanso parece jugarle en contra al Grana, que no arranca los complementos ejerciendo dominio en la mayoría de sus encuentros. Arsenal arrancó mejor la segunda etapa, dominando el trámite y, sobre todo, sacándole la pelota a Lanús. Así los locales fueron acercándose cada vez más al arco de Marchesin hasta que tuvieron un tiro libre excelentemente ejecutado que terminó en gol después de golpear la pelota en el travesaño e ingresar cómodamente en la portería granate pero salir, lo que prestó a la confusión general. Incluso la demora en ponerla en juego de Agustín terminó declinando en contra cuando todo pareció indicar que el línea no había visto nada y el árbitro caminó hacia el círculo con una parsimonia no aconsejable para estos casos. Fue gol, bien convalidado y el Arse que era un poco más, estaba arriba. Las protestas de los jugadores Granates, la incertidumbre de los de Arsenal para saber si había sido gol o no y vaya a saber que, parecieron haber incidido en el partido después de ese momento. Primero, porque Lanús, con una decisión no antes mostrada en el cotejo, se fue a la carga y, casi al toque, encontró el empate en una jugada que protestó todo Arsenal por un supuesto offside de Salcedo que no existió. El paraguayo define a la salida del portero arsenalista pero Menéndez arrojándose junto con un defensor local, hace el gol que el Chango Cravero hubiera querido convertir siempre jugando para Lanús. Dos a dos. Arsenal entró en una especie de pánico táctico y se terminó por desbandar e irse al ataque para desnivelar, lo que con cierto orden y posesión del balón, había conseguido. Le anularon bien un gol por mano de Matellán cuando la baja para definir pero a esa altura, la heróica se había apoderado de los de Sarandí, que defendían en línea, bien adelantados y tirando la trampa del offside como gran recurso defensivo. Lanús, cayo en las dos primeras, pero en la tercera terminó encontrando el ataque que le dio el primer desnivel. Pelota abierta hacia la izquierda, desborde de Blanco, centro y toque de cachetada de Biglieri, para el delirio de esos locos lindos que vinieron desde el Principado. Como poseso por una sed revanchista contragolpeadora solamente antes vista en el personaje de Stephanie Harper de la serie australiana conocida en nuestro país como La Vengadora, Lanús siguió atacando y así llegó el cuarto, tras un penal que incluyó varias dobles nelson, algun piquete de ojos y hasta la toma del manubrio. Salcedo lo ejecutó con la parsimonia de los que saben, esperando primero la reacción del portero para definir. Así fue y el Grana, que no estaba del todo firme unos minutos atrás, pasó a estar arriba cuatro a dos arriba. Si con el cuatro a dos nos volvíamos pipones, por esa ejecución casi a sangre fría de un partido que pintaba complicado, el Grana tuvo una quinta oportunidad, definida con la clase que lo caracteriza a Salcedo y bien desviada al córner por Campestrini, del que llegó la quinta conquista tras un cabezazo a pedido de Pelletieri. Cinco a dos, gol de uno de los más queridos y justamente ovacionados por la gente. Lanús terminó ganando un partido complicadísimo en diez minutos. Pericia para aprovechar un momento en el que su rival se descontroló y perdió cualquier estribo de orden defensivo. La goleada sirve y mucho, porque no sólo que acerca al Grana al objetivo de entrar a la Copa, sino que también le descuenta tres puntos importantísimos a Colón en la carrera por entrar directamente a la fase de grupos. Más allá de la felicidad que trae cualquier victoria de este calibre y más como visitante, hay mucho por mejorar de cara al futuro, tanto a corto como a mediano plazo. El equipo no termina de levantar, aunque, de a poco, le va encontrando la vuelta, y lo alentador es que estos jugadores no se olvidaron de jugar, como demuestran en varios pasajes del encuentro, como en el primer gol por ejemplo. Donde parece estar más complicada la cosa es atrás. La zaga no da seguridad. Alcanza para ganar partidos, alcanza para campañas discretas. El tema es que Lanús, como Club, como institución y como objetivo, persigue la Grandeza, la superación permanente y la falta de solidez defensiva es quizás el punto más importante a resolver, para que cuando haya que volver a dar cartas, el protagonismo nos vuelva a encontrar como grandes animadores. Por Carlos Manson | ||||||
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