Huracán Lanús
Lanús superó con justicia a
un Huracán que reaccionó tarde
Con dos goles de Salcedo, al Granate le bastó con el gran primer tiempo que hizo para derrotar por 2-1 al Globo. Los de Cappa recién cambiaron su imagen tras las variantes del descanso, pero el descuento de Leandro Díaz no alcanzó.
Todos saludan a Salcedo después del primer gol.
Las pretemporadas de Huracán y Lanús se reflejaron en cancha en el debut del Torneo Apertura. La incertidumbre por la conformación del plantel y los nervios por una preparación con magras producciones futbolísticas por un lado, y la prolijidad y los refuerzos a tiempo por el otro dieron sus frutos en Parque Patricios.
El equipo de Ángel en ningún momento pudo imponer su juego, se mostró excesivamente impreciso y dejó enormes huecos en defensa. Eso, sumado a la mala tarde de Ezequiel Filipetto derivó en que rápidamente el Granate alcanzara la ventaja. Es que el segundo marcador central (Eduardo Domínguez se está recuperando de una lesión) bajó a Eduardo Salvio en el área y Santiago Salcedo cambió el penal por gol.
Luego, nuevamente el zaguero falló cuando salió a tomar al paraguayo, y éste, con una exquisita definición desde el borde del área puso el 2-0. Este error fue sólo uno de los tantos que la defensa del Globo cometió en la primera mitad. Encima, el Toto estuvo tan intratable como en el Monumental y por derecha desairó a Kevin Cura y a cuanto defensor se le cruzara.
Así, con un funcionamiento tan aceitado como el usual durante los últimos torneos, el Granate se adueñó del partido a través de la prolijidad que le imprimieron sus volantes. Sebastián Blanco desequilibrando por izquierda y Matías Fritzler y Agustín Pelletieri quitando y distribuyendo desde el medio, le daban la tranquilidad necesaria a Lanús para no pasar mayores zozobras. Y así se fue la primera mitad, entre la intrascendencia del Globo y la prestancia de los de Zubeldía.
Tenía que cambiar Ángel Cappa para soñar con la recuperación, y así lo hizo. Decidió el ingreso de los juveniles Luciano Nieto y Gino Clara y estos le cambiaron la cara al Globo. La habilidad del Chichón y la profundidad que le brindó a su equipo el volante por la izquierda, lo despertaron del letargo del comienzo y empezó a merodear con algo de peligro el área de Mauricio Caranta.
Así, Lanús perdió la comodidad que ostentó durante la primera mitad y Salvio ya no desequilibró como entonces. Filipetto se asentó en el fondo y Paolo Goltz siguió demostrando por qué es el líder del equipo. Entonces, cuando Mario Bolatti y Leandro Díaz comenzaron a soltarse en su juego, Huracán volvió a ser. La pelota empezó a circular con mayor fluidez (a pesar del mal estado del campo de juego) y por momentos el equipo se pareció al del subcampeonato.
El Grana se replegó para aguantar y tratar de asestar una contra desde la velocidad de Salvio y Blanco. Sin embargo, ya no gravitaría hasta el final del partido. Promediando el complemento, el pibe Clara desbordó por izquierda y Trecco, de regular partido, descargó para Díaz que llegaba de frente al arco. El volante que volvió tras hacer la pretemporada en Boca definió con un zurdazo exquisito y le devolvió la esperanza a la gente, que vio deambular a su equipo durante más de un tiempo.
Siguió yendo al frente el Globo en búsqueda del empate y, aunque siguió careciendo de profundidad, por momentos arrinconó a Lanús. Sin embargo, los de Zubeldía manejaron bien la presión y volvieron a demostrar que son un equipo con oficio y suficiencia. Soportaron la remontada de Huracán y terminaron festejando una justa e importante victoria.
Lanús abandonó el Tomás Adolfo Ducó con tres puntos en el bolso y con la certeza de que el equipo está intacto. La salida de Sand parece bien suplida con la llegada del paraguayo Salcedo y Salvio se volvió a mostrar intratable. Huracán, por su parte, jugó un primer tiempo para el olvido pero terminó dejando en claro que cuando encuentra los espacios y los intérpretes idóneos, el fútbol de Cappa aflora y todo es posible.
Fuente: www.taringa.net
Lanús SA.
Sin Sand, pero con la magia de Salvio, los goles de Salcedo y el respaldo de un equipo. Lanús es más, pese a que Huracán coqueteó con la hazaña.
FACUNDO DE PALMA | fdepalma@ole.com.ar Media hora de tiki tiki paga mejor que noventa minutos de improvisación.
Media hora de tiki tiki paga mejor que noventa m
Porque detrás de esa media hora de toqueteo hay años de prolijidad. Y atrás del partido entero de "jugamos a lo que salga" hay años de desatino, y un oasis de seis meses.
A Huracán le duele la derrota, pero más le duele tener que emparchar agujeros mientras el de enfrente, justo ése, usa su idea de juego para dejarlo desnudo y expuesto.
Si Lanús no se derrumbaba, si mantenía aquella media hora de tiki tiki por un rato más, se iba a cobrar y con intereses el zaino que Huracán le había pegado en el Clausura.
Por eso quedó la ilusión óptica de que Huracán mereció el empate; lo mereció su sana tozudez del segundo tiempo, cuando con proyectos de Pastore, Defederico y Toranzo, y con el quijotesco Bolatti recuperando la memoria perdida en el primer tiempo, arrinconó a su rival.
Aquella media hora de tiki tiki de Lanús tuvo el respaldo de un equipo pero tres protagonistas excluyentes. Uno es Eduardo Salvio, un caradura argento que mezcla potencia de la liga italiana, velocidad de la inglesa y fantasía de la española. No se lo puede clasificar: lo ponen de volante, usa la 9 y desborda como wing... Y está preparado para jugar bien en cualquier cancha del mundo. Otro, Santiago Salcedo, el de la menuda tarea de reemplazar a Pepe Sand que le puso carne y sangre, con dos goles, a su presentación fantasmal por la Copa ante River. Y el tercero es Eduardo Ledesma, el que nadie espera, el enganche que juega de volante externo, el que mejor entiende cómo ocupar espacios vacíos. Sucede que Toto encandila en cada arranque. Y Lanús tendrá que poner un par de candados para que en esta semana, la que resta que cierren en Europa los libros de pases, no hagan fila para llevárselo.
El derrumbe de Lanús, físico y mental, permitió que la revolución que armó Cappa en el segundo tiempo tuviera olor a hazaña. Con un pedazo de la columna -la idea del DT, Goltz y Bolatti- pero sin 9, y con un puñado de pibes enjundiosos, Angelito le devolvió algo de forma a su mutilado subcampeón. Y los chicos, aún con la candidez de los que recién empiezan, pusieron el pecho. En este contexto, debe destacarse la dignidad de los que se quedaron, aun cuando alguno, con palabras, haya alimentado el amor de la tribuna mientras Defederico grita por su libertad.
En una conclusión ilógica, el fútbol muestra su cara lógica: holgado en los bolsillos, vendiendo poco y reemplazando a tiempo, el que viene de ser tercero está mejor que el que fue segundo y, para muchos, el campeón sin corona.
Toto para rato.
Salvio, la figura ayer y el héroe ante River, despejó dudas sobre su futuro."Seguro que me quedo", tiró. Nicolás Zuberman | nzuberman@ole.com.ar
Ya lo había avisado en la semana, después del doblete ante River, que sirvió para dar vuelta el partido por Copa Sudamericana en el Monumental: "Me siento más cómodo de delantero", había dicho Salvio. Y ayer lo demostró en Parque Patricios, y que lo diga Ezequiel Filippetto sino. El zaguero de Huracán padeció todo la tarde la velocidad del punta. Pero seguramente mientras él la rompía en la cancha, algún hincha debía suplicarle por dentro al Toto que baje un poco el ritmo, para no seguir dándole motivos a la Fiorentina para llevárselo. Sin embargo, Salvio fue claro: "No deja de ser un sueño jugar en Europa, pero por ahora me quedo seguro. Hay Toto para rato". La semana pasada la Comisión Directiva de Lanús resolvió mejorarle el contrato al punta de 19 años , y la intención es no desprenderse de él una vez iniciado el torneo. "¿Qué pasa si lo venden? Y bueno... ya aparecerá otro", aceptó Zubeldía.
El medallero
Eduardo Salvio
Volante con panorama, punta goleador, wing con desborde... Ayer, aun sin meterla, volvió a ser clave. Un crack.
Ezequiel Filipetto
El pibe tuvo una tarde para el olvido, sobre todo en el primer tiempo, con un penal y pifias varias.
Mario Bolatti
Al finalizar la etapa inicial, el rubio consoló a Filipetto. Chapa de líder para un tipo que, además, juega un kilo.
El campo de juego
Un equipo que pretende jugar al estilo Cappa no puede estar peleando con el rival y con los piques. Fulero.
Eduardo Salvio
Un enganche de taco para desairar a Filipetto, varias gambetas de pie a pie... Fue un culto a lo imprevisible.
Con las Bolattis puestas.
La ausencia de Sand era, es, todo un tema. La vigilia por el fax europeo que se lleve a Salvio, también. Pero, de repente, en 96 horas, la agenda trocó por sonrisas. No carcajadas, eh. Sonrisas. Un paso previo que revela una sensación aunque no termina de definir el ánimo a futuro. Si bien lo de River fue Monumental, en el Ducó la historia pintaba distinta. Mucho más, con el último antecedente. Claro, este es otro equipo. El mismo técnico, pero otro equipo. Cuarenta y cinco minutos bastaron para recuperar la mística campeona. Otros 45' para regresar a los fantasmas del 2009, los que dan mucho y terminan sacándote todo.
Aire retro se respiró a pesar del sufrimiento final. Salcedo empezó a pagar, aunque corra más de lo que recibe. Se sacó la sal después de 18 partidos sin goles (la misma que se sacó el Pepe por vestir camisetas de pecho fresco). El Toto sigue jugando para la Selección. Sin embargo, la recuperación anímica, el contagio que faltaba, lo aportó Pelle y la vuelta del doble 5 del Apertura 07. ¿Dónde habrá quedado el mentado tiki-tiki? Lo tiene Agustín, don Angel. Este juego es fútbol y garra. Nos fuimos cantando por Amancio Alcorta sabiendo que la onda revival está al caer. Que con tiki tiqui y las Bolattis bien puestas todo se puede. Repitamos lo bueno. Reciclemos lo malo.
Un cambio polémico.
Tras el descuento del Globo sorprendió la decisión de Zubeldía de reemplazar a Grana, que había cometido un error en el gol de Huracán, por Arce. El DT lo explicó así: "Ya lo tenía pensado antes de eso. Los jugadores saben como pienso y está hablado, así que no traerá problemas".
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