El Campeon de la Humildad

Oscar, bahiense fanático de River, nos envía la carta que envío al diario local La Nueva Provincia para pedir su publicación EL CAMPEON DE LA HUMILDAD
El domingo 2 de diciembre el Club Atlético Lanús se consagra campeón del torneo Apertura del fútbol profesional, lo que configura un fenómeno inédito e histórico por ser el primer título de estas características en sus 92 años de existencia.
El hecho adquiere una trascendencia y proyección que abarca diversos aspectos dignos de mención: la legitimidad del éxito deportivo al demostrar superioridad manifiesta sobre el resto de los contendientes incluídos los históricos “grandes”, la sencillez de un plantel austero conformado mayoritariamente por jugadores de menos de 20 años surgidos de las entrañas del Club, jugadores que pusieron de manifiesto lo que hace mucho tiempo se ha perdido en este devaluado fútbol profesional: las ansias de gloria por sobre los intereses económicos, la motivación sustentada en el amor por la camiseta del club que los vió crecer; la sabiduría y al mismo tiempo la humildad de un director técnico que hace 50 años se incorporó al club y que desde hace varios años ha venido trabajando con las divisiones inferiores hasta que los dirigentes le dieron la posibilidad de asumir la mayor responsabilidad y los resultados están a la vista, el Señor Cabrero ha cosechado lo que sembró.
Hablamos del mérito de los jugadores, del técnico, del éxito deportivo y de los aspectos humanos, valores todos ellos concurrentes pero que no son el fruto de la casualidad sino de una administración ordenada de la institución, una institución señera a partir de la seriedad y de la honorabilidad de sus dirigentes, que tienen bien claro lo que significa representar a los socios sin defraudarlos, generando el desarrollo sostenido del club, desempeñándose alternativamente en diferentes estratos de la organización de manera desinteresada y sin el ánimo de perpetrarse en los cargos, y con el propósito de vivir para el club y no del club.
Este último aspecto, el institucional, sugiere algunas reflexiones: es un modelo digno de imitar, en especial por aquellos clubes, por caso los más grandes, donde tenemos ejemplos visibles de desorden, de desgobierno, de corrupción, de administraciones fraudulentas, incluso de connivencias con la delincuencia, entre otras calamidades, donde los únicos perjudicados son los socios mayoritariamente honestos; me atrevería a decir que deberíamos ir mas lejos y procurar extrapolar el modelo a organizaciones no deportivas donde también tienen vigencia aquellos despropósitos: entidades empresarias, gremiales y sin ningún lugar a dudas el Estado mismo en cualquiera de sus jurisdicciones.
Celebremos el triunfo de la humildad, de la decencia y de la institucionalidad bien entendida, confiemos en que con ejemplos como éste no está todo perdido en una sociedad decadente y auguremos que el modelo sea emulado. Felicitaciones Club Atlético Lanús.
OSCAR DANTE GARCÍA
Bahía Blanca

fuente:www.lanus.com.ar