El aniversario más feliz de todos, 93 años

El aniversario más feliz de todos

Hace 93 años, fundaban al más grande y más campeón de los sureños. ¡Salud Lanús, felicidades!

Es difícil tomar distancia. Primero porque uno es un enfermo de este Club, se deja llevar por la pasión. Después, hace apenas un mes que llegamos a lo más alto por primera vez, rompiendo con cualquier mito fresco que se nos quería legar desde los rincones más frios. Todavía me emocionan ciertas cosas, decía una canción... ¿y como no emocionarte si de Lanús se trata?
El Club Atlético Lanús encierra un sinfín de caracteristicas sín igual, que por más que quien escribe sea un fervoroso fundamentalista de la causa, otros clubes no las tienen. Cada hincha ama a su equipo, porque así de simple es, pero Lanús es distinto en la tierra de los clubes amados. Lanús es único. Cuando lo fundaron, decidieron darle un toque distintivo y vaya si lo lograron. Lanús lleva el mismo nombre de la ciudad que lo alberga, populosa tierra de laburantes que 45 años más tarde de la fundación del Club, le daría al mundo el mejor jugador de todos los tiempos. Lanús es tierra de pasión... ¿se imaginan la partida de nacimiento del Diego en una ciudad con nombre anglosajón? Justo él, que con la zurda mágica se encargó de sepultar a los ingleses... Imposible, Diego debía nacer en un barrio populoso y apasionado y la Tota no anduvo con vueltas y dió a luz en el glorioso barrio de Lanús.
Vaya si es distinto el Granate. Mientras que la media del fútbol eligió un molde como escudo y la creatividad pasaba por cambiarle los colores y las siglas, Carlos Pointis dotó al más grande del más hermoso emblema futbolero. Necios que nos visitan para llenarse de pasión podrán refutar esta afirmación compartida por la mayoria. Solo resta decir que hasta prestigiosos del fútbol como Juvenal admiraban la belleza de nuestro escudo, solo comparable con el del equipo más grande en la tierra de los que mejor juegan: el Flamengo de Brasil.
Pero bueno, puede no alcanzarte un escudo único y quizás necesites más. La más hermosa combinación de colores aterrizó de Europa en esta ciudad y solo nuestros antecesores fueron los visionarios en percatarse... ¿Fue el Torino o el Pontevedra el gen inspirador? No importa ya, ves los colores granate y blanco y sabés que es Lanús, no hay duda. Pocos tienen la identidad que tiene el Granate. Pocos clubes se pueden dar el lujo de ser el color inspirador de la ciudad. La Juventus, por ejemplo, utiliza el azul y amarillo del escudo de Turín para ganar afecto en su propio pago, donde otro Granate es el que se lleva los suspiros. Acá pasa todo lo contrario. La comuna y los organismos vecinales eligen el Granate, porque es el color del Club de la ciudad, es el color de la entidad que llena de orgullo a los 600.000 lanusenses. La ciudad busca la identidad que el Club tuvo desde siempre, la cual no se conquista cambiando de colores por modernas combinaciones flúo, ni ganando campeonatos, cosa que nos enorgullece y nos lleva a un climax desconocido por aquellos que nos denostan no muy lejos de acá.
Lanús es groso en serio, porque no es sólo identidad visual. Es un Club que con aciertos y errores le abre las puertas a su barrio y alberga a miles de pibes que defienden sus colores hasta en los deportes más desconocidos para aquellos que tenemos una pentagonal metida en el cerebro. El Grana conserva esa vieja tradición de ser un club, un punto de reunión que va más alla del fútbol. Miles de los que escribimos en el sitio pasamos buena parte de nuestra vida en Arias y Guidi, más allá de la cita futbolera obligada. Quién no se crio jugando a la pelota en el club con amigos, frecuentaba la pileta en el verano... Muchos de éstos, empujados por un pasado familiar que no da opción a elecciones desacertadas. Y quien no lleva al Grana en la sangre, se acerca y se enamora representando al club en cualquier disciplina que se nos pueda ocurrir. En épocas donde el sistema se encarga de generar excluidos, Lanús trata de hacer la inversa y ser una opción justa, de darle cabida a los que no la tienen y que todos se alimenten de la pasión que destilan por el Club, todos aquellos que desinteresadamente dedican buena parte de su tiempo a Lanús. Los anónimos que se encargan desde que la delegación de patín tenga el micro para que puedan trasladarse las chicas, hasta los que se encargan de organizar algun encuentro de artes marciales en la Sede para que los nuestros compitan. Es un burdo ejemplo, pero detrás de esa mole gigante que es el Club hay muchísimos apasionados que lo único que los moviliza es la Granate, en cualquier disciplina que sea.
Este 3 de Enero todos hablarán de nosotros, de nuestro éxito reciente y de las mieles del campeón. Lanús no llegó como un paracaidista al título. Como buen capricorniano, diría Ludovica, su pasado estuvo ligado al esfuerzo constante. Y nadie se olvida de los peores momentos. Cuando había que poner algo más que el aliento incondicional para sacar el club adelante. El Grana tocó fondo en 1978, aprendió de su propia crisis y se reinventó. Más alla de que a nadie le haya causado simpático irse a la "C", ese destino mucho tuvo que ver para este fructifero presente. Lanús salió de la "C" con un equipo de pibes que jugaban bien al fútbol... ¿Te suena? Lanús tiene su propia escuela, la de respetar el buen gusto futbolero, la de sacar valores de sus inferiores (hasta el mismísimo Maradona dice en su libro que barajó entre sus posibilidades venir a jugar a Lanús), la de jugar de frente y no ser artero, la de ganar con armas limpias. Porque no sólo nos enorgullece un resultado deportivo. Nos enorgullece una manera de vivir y sentir la vida honestamente, sin traicionar nuestros principios. Jugando lindo cuando lo hay que hacer y transpirando como gladiadores la camiseta cuando la ocasión así lo mande. Así de apasionados somos, así de apasionados vivimos. Somos los últimos románticos en una jungla cada vez más materialista.
Sinceramente, es dificil apartarse de una pasión así, como lo es ser de Lanús. Ya lo había anticipado en el primer párrafo y podría seguir escribiendo acerca del estadio, acerca del basquet, acerca de los idolos que hicieron grande a la institución o hasta de aquellos directivos que dieron su vida por el Club. La vida nos regaló el privilegio de ser parte de un nutrido grupo selecto, que somos nosotros, los hinchas de Lanús. A 93 años del nacimiento de esta pasión, vamos por más, con el orgullo de siempre y con la mística característica que nos llevó al estrellato en 1996 y en el último 2007. Felicidades pueblo Granate, salud campeón, salud Grana de mi vida, cada vez te quiero más.

Por Gastón Cuccaro
fuente:www.lanus.com.ar