Apertura 2007 Decima Quinta Fecha: Lanus 2 vs. Tigre 1. 4/11/2007

Fuente:www.lanus.com.ar



Un gran paso

Espectacular triunfo granate en la invencible Fortaleza, ante un duro rival. El Pepe Sand y Fritzler los goles del puntero que sigue dependiendo de sí mismo.

Muy pocas veces lució así. Era encantador estar, aunque los nervios no permitían que la algarabía se desate. El marco fue el apropiado para un equipo que sigue dando pelea, y que aunque abra o cierre la fecha, tira al diablo todos los prejuicios sobre la presión.
Este Tigre de Diego Cagna resulta una agradable sorpresa y sus jugadores respaldan en el campo todo lo bien que de ellos se habla. Fue sin dudas un duro y digno rival.
El tema pasó por su gente, esa que tanto se quejó por las pocas localidades que les otorgaron y por momentos se creyeron el Manchester United, olvidando que juegan clásicos con San Miguel y Defensores de Belgrano, valiéndole esto la “amistad” de Excursionistas!!.
Su técnico, de escuela Bianchiniana, quiso meter presión, declarando que dudaba que Lanus llene su estadio. Y al finalizar el partido, en lugar de reconocer los méritos de su rival, que lo superó ampliamente, ironizó sobre su presente y su destino. Se nota que poco pudo copiar de nuestro Ramón Cabrero.
Pero vayamos al partido, y si de jugar finales se trata el equipo de Ramón está aprobando todas las materias juntas. Actitud, decisión, hambre, valentía, furia, enjundia (no tengo más calificativos) en cada pelota dividida, y cuando tiene la bocha, maestría para jugarla, precisión en velocidad, toques, paredes y lujos. Hay una jugada en el primer tiempo, con varios pases a un toque, que terminó con un remate desviado de Blanquito que fue de una belleza exótica.
A los 15 min. del 1ºT una apilada de Blanquito terminó con un pase a Biglieri que es claramente derribado, y el Pepe convirtió de penal. Siguió yendo Lanus pero en una desafortunada jugada resbala Ribonetto y tras un centro al 2º palo, Lázzaro anota de cabeza. Aquí se descontroló un poco el grana y paso a dividir el juego, pero no obstante seguía convirtiendo a Islas en figura, que le tapaba sendos remates a Sand y a Fritzler y también una increíble a Hoyos debajo del arco.
Al comienzo del complemento tuvieron una muy clara cada uno: primero remató desviado Ereros y luego Blanco. A los 10 min. Ramón mandó al Laucha a la cancha por Biglieri y tras una infracción al Nº10 granate, la falta es ejecutada con la cirujana precisión de Valeri para encontrar al Polaco solo en el 2º palo y convertir el que a la postre sería el gol de la victoria (hacia allí se marcharon tristes y con inconvenientes para sentarse los que pudieron gozar de sus 5 minutos de fama).
Fue a todas luces escaso el marcador, debió liquidarlo antes el grana, quizás esta sea la materia que se deba terminar de aprobar, para marchar sin dudas hacia la Gloria. Lanus genera decenas de situaciones muy claras y convierte poco en proporción.
Antes de comenzar esta fecha llevábamos 2 puntos a Tigre y a Independiente, hoy la distancia es de 3 pero cambió el perseguidor, es el Boca del establishment el que viene atrás. No debemos apartarnos de nuestra senda de mesura y humildad, aunque nos estalle la garganta de ganas de gritarlo, falta muchísimo todavía, si bien el anterior titulamos el primer paso, y este fue un paso enorme, el próximo es un paso de 300 KM más o menos.
Nos vamos a Rosario y es nuestro deber hacer sentir local al equipo. Sí, LO-CAL, tenemos que explotar el Gigante y el aliento debe ser ensordecedor. Muchas veces se habla de la famosa mesa de 3 patas, jugadores, cuerpo técnico, dirigentes. Señores y la cuarta pata?? La más importante, la gente, está hasta el cuello con el equipo, se palpa en el aire y en cada una de las decisiones que se toma desde la dirigencia hasta el aguatero.
La ilusión es enorme, pero por ahora es sólo una ilusión. Debemos jugar 4 finales más y sólo dependemos de nosotros, no es poca cosa. Todos desde nuestros lugares debemos seguir aportando todo lo que podamos para dar con firmeza los 4 pasos que faltan.

Por Jorge Mattera

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LANUS 2 - TIGRE 1



Equipo grande

El Granate ganó el partido que tenía que ganar, borró al Matador a pesar de alguna siesta y es único líder. El equipo de Cabrero es el mejor del torneo y quiere ser campeón.



ADRIAN PIEDRABUENA apiedrabuena@ole.com.ar



Sand acaba de clavar el 1 a 0 y besa el anillo, Valeri lo grita y todo Lanús sueña. El "vamos los pibes" atronó como nunca...



Lanús quiere ser campeón. La historia dirá que tomó la irreversible decisión en una nochecita en la que todos, Tigre, Independiente, River, Boca, Banfield, en fin, el desconfiado ambiente del fútbol, le tomaron un examen de carácter. Todos los ojos se habían posado en esos chiquilines que todavía atesoran, en algún lugar de sus botines, el verdadero gen argentino: el del potrero. Por eso, ellos van, encaran, juegan a jugar, no hacen tiempo, no recurren a ninguna deslealtad, tocan, vuelan, sueñan. El "vamos los pibes" es un coro perfecto, se vuelve una sola voz. Y eriza la piel.

Lanús cae bien. En tiempos de sudores, el equipo de Cabrero primero piensa y después corre, no al revés como la mayoría. Es audaz, ataca por más que falte nada para que Maglio lo termine y el triunfo a Tigre se inmortalice en las tapas de los diarios. Intenta por abajo, busca combinaciones primarias, la imperecedera triangulación, que abre caminos y llena la panza. Por momentos, tiene dinámica europea. Blanco, patitas cortas, podría desafiar a Gats. Pelota en movimiento, acelera donde duele y se ilumina para dársela a Biglieri y que Ferrero haga su segundo penal (el otro no se lo cobraron). La llave no estuvo por el lado del cerebral Valeri. Lanús lo ganó con Blanco. En realidad, lo empezó a ganar de entrada. Se apropió de cada pelota dividida, en una ineludible señal de que estaba convencido en serio. Parecía el mejor Sugar Ray Leonard, sacando golpes desde todos los ángulos. Por afuera, con Blanco; por adentro, con el rejuvenecido Sand; de adentro hacia afuera, con Biglieri; de afuera hacia adentro, con el guante de Valeri; por el centro, con Pelletieri y Fritzler. Tigre estaba nocaut, ciego, ni el banquito le habían dejado en el rincón.

Pero atención que Lanús es simpático, gusta y, así y todo, comete un error: no cierra los partidos. Entonces, deja que Tigre tome aire, que se acomode Castaño y que Rusculleda lastime, y que Ereros meta un centro como su papá y Lázzaro se levante y ande. Injusto por donde se lo mire. Y muy peligroso. ¿Y si le pasa contra otro rival más suelto de cuerpo? Ese empate fue un mensaje. Lanús volvió al partido, siguió peloteando a Islas y llegó al cielo con Fritzler.

Lanús quiere ser campeón. Serlo dependerá de ellos, de los pibes, y de Cabrero, un DT abierto aunque no permita ver ninguna práctica. Imposible que en ese encierro guarden el secreto. La verdad está en la cancha, donde Lanús se muestra tal cual es: el mejor equipo del torneo.


La cantera

Ocho jugadores. De las Inferiores
Hoyos, Pelletieri, Fritzler, Blanco, Biglieri, Valeri, Acosta y Salomón.

7 partidos a Tigre

En Primera, Lanús y Tigre jugaron 41 partidos. Y el Grana sale favorecido: ganó 19 partidos, empató 10 y perdió 12. A papá...

Uno x uno

6,23 de promedio


13-C. Bossio (6): Seguro. No se complicó nunca.

4-R. Graieb (6): Ganó su sector y se proyectó durante todo el partido.

20-W. Ribonetto (4): Se resbaló y le regaló el balón a Ereros para el gol de Tigre. Flojito.

17-S. Hoyos (5): Sobrio. Ganó siempre de arriba.

3-M. Velázquez (5): Se proyectó menos que Graieb. Cumplió.

23-S. Blanco (8): Hasta que se cansó, fue el que más complicó con su velocidad. Le dio el pase a Biglieri en el penal.

5-A. Pelletieri (7): Un león como siempre. Corrió, luchó y asistió.

18-M. Fritzler (9): El mejor de todos. Se comió el medio y cerró la noche con el gol del triunfo.

8-D. Valeri (6): Esta vez no sobresalió, pero asistió a Fritzler con su exquisita pegada.

31-S. Biglieri (5): Tuvo lagunas y no desequilibró, salvo en el penal que le cometieron. Irregular.

9-J. Sand (7): Mostró su oficio de nueve y se bancó todo de espaldas. Y otra vez la metió.

10-L. Acosta (8): Ingresó y le dio dinámica al equipo. Encaró y su velocidad fue imparable.

15-S. Salomón (5): Correcto en la marca.

14-L. Sigali: Sin tiempo.

LANUS 2 - TIGRE 1 El puntero estuvo muy bien acompañado



Lanús sigue dulce, firme, va al frente y no se baja de la punta. Por eso, en el Sur hay una enorme expectativa y ayer se vio reflejado en las tribunas: el Granate metió 36.000 hinchas que deliraron con el equipo de Cabrero.

Sangre de campeón
Dos años después de sufrir un virus en las venas y ser internado casi un mes, Fritzler es el capo del Sur. Culpable del cabezazo del 2-1, el rubio fue la figura.



ALEJANDRO LUGO alugo@ole.com.ar


Bienaventurado quien tanto sufriera. Bienaventurado quien fuera enfermo e internado, terriblemente sumiso a la decisión de un virus inusual. Bienaventurado quien padeciera lo peor, porque hoy, dos años después de una infección en la sangre, de ti, Matías Fritzler, es el reino de los cielos. O de las redes, al menos. Iban 15 minutos del segundo tiempo cuando el volante de Lanús vivió su premio mejor, el que merecía. El centro de Diego Valeri fue pasado y calculado, perfecto, y por el segundo palo apareció el rubio, solo y abandonado, listo para sentenciar ese frentazo y el 2-1 que sería definitivo. Sangre de campeón, más allá de lo que en el final ocurra, la de uno de los chicos del único líder del Apertura. Sangre gloriosa para un bienaventurado.

La historia es casi fílmica, de guión. A mediados del 2005, a Fritzler le detectaron una enfermedad demasiado azarosa: un virus le infectó la sangre (un virus que se contagia desde el aire, sólo eso, le dijeron al comienzo) y el volante tuvo que apartarse del juego. Aún no era titular en Lanús, y lo internaron durante 20 días en el Sanatorio Mitre: llegó a bajar, en apenas ese tiempo, diez kilos. "Pero nunca pensé en dejar el fútbol. He sufrido mucho, y también he peleado mucho para vivir esto. Tengo una personalidad muy fuerte", contó anoche Fritzler, rodeado de micrófonos y —más— de satisfacción.

La enfermedad le impidió, una obviedad, jugar durante el posterior Clausura 06. Ni un minuto, siquiera. Y ya en el Apertura, cuando Lanús llegó a los cuartos de la Sudamericana y sufrió la eliminación con Pachuca, cuando el volante ya se había ganado la titularidad, tuvo una fuerte lesión en la rodilla derecha. Sí, vuelta a empezar. "Por eso siento una enorme felicidad", se alegró una vez más.

El gol de la victoria, según contó el pibe nacido en Lomas de Zamora, "ya lo habíamos intentado con Diego (Valeri) pero no nos salió. La jugada la pensó Zubeldía, fue preparada. Gracias a Dios hoy salió (por ayer), aunque también es cierto que Lanús jugó muy bien todo el partido. Ahora seguimos arriba y lucharemos hasta el final". Además del 2-1, Fritzler también tuvo otras: un derechazo que se fue por arriba y otro que le tapó, bárbaro, Islas. Finalmente sería culpable del 2-1, el mejor flash de la noche: cabeceando, bienaventurado, puntero, ganador.

Yo, Matías

Su enfermedad. Garra
"Sinceramente he sufrido mucho, pero jamás se me ocurrió dejar de jugar. Tengo una gran personalidad, sabía que saldría adelante".

Voracidad. Sin presiones
"Salimos a jugar como en los otros partidos, y por eso logramos rápido la ventaja. Estuvo claro que quisimos ganar, y fue justo que eso pasara".

0:00 | DE FRENTE: LANUS
Loooos de abajo son...
MARTIN MACCHIAVELLO mmacchiavello@ole.com.ar


Cagna no midió las consecuencias. Nos cebó. Subestimó a todo un pueblo. Con el equipo apenas se animó... La cancha era granate, se llenó, 36.000. Mínimo. Y no hablamos de situaciones de gol ni de índices de superioridad. Tampoco de mufas ni detractores, que en el Sur han crecido de golpe. ¿Cuán cerca estamos de la gloria? ¿Cuán lejos? En noche de ojos vidriosos, ¿en qué se contarán las ilusiones? Tal vez, en centímetros, por el grosor de nuestro pecho. Tal vez, en decibeles, por las gargantas gastadas. Pero lo esencial es invisible a los ojos, a los cálculos, a los números. Más allá de que la tabla se muestra bien clarita: Lanús, líder, tres puntos por arriba del resto. Y encima, por suerte, loooos de abajo son...

La chapa de grande no es vitalicia. Se oxida por falta de uso. Y también se construye a diario. ¿Más pruebas de carácter? Las papas quemaban, los hombres de la barradehielobajoelbrazo, por la radio, por TV, alentaban el empate. Pero llegó el foul a Acosta, el tiro libre de Valeri y la cabeza de Fritzler. La casa estaba en orden. El pez por la boca muere.

PD: sugerencia de primer medida de gobierno para el intendente Díaz Pérez. Este viernes, feriado municipal. Todos a Rosario.

PD II: no nos resbalamos.

PD III: sí, ahora o nunca.

El Ramón verdadero Cabrero, padre de esta criatura, enalteció a sus grandes chicos sin perder la esencia del café.

ALEJANDRO LUGO alugo@ole.com.ar

Respetuosa mano en alto. Sincero agradecimiento con la gente. Feeling que no se transa.

Respetuosa mano en alto. Sincero agradecimiento con la gente. Feeling que no se transa.


Nada cambiará. Ni su raro peinado nuevo. Ni sus costumbres más cotidianas. La punta no lo marea. Pasate esta tardecita por Las Palmas, ahí, en la céntrica 9 de Julio, y con la ñata contra el vidrio, miralo tomándose su cafecito con la barra de siempre. O no. Tal vez, en vez de conversar de cualquier cosa menos de fútbol, prefiera quedarse en casa, ahí, a cuadras de la cancha, para que las miradas no lo premien por anticipado... Perfil bajísimo, Ramón Cabrero, español de Santander, llegará el miércoles a los 60 años. Pero su mejor regalo ya se lo hicieron en la cancha. Sus jugadores. Su plantel. Su gente, la misma que le canta, que le hace cantar, anoche desde los cuatro costados, aquel prestado "oy, oy, oy, oy". Porque en sus manos (y en la joven cabeza de Luis Zubeldía) está buena parte de este Lanús que desea poner, de una vez por todas en 92 eneros de vida, a la historia de rodillas... Pelota al piso.

Calesita le decían, en sus tiempos de Albañil. Granate de pura cepa, conoció las mieles europeas y fue del Atlético de Madrid, como Kun, pero a los 22. Allí se hizo Gallego. Hasta que los años lo pusieron del otro lado de la línea de cal. Y peregrinó con el fútbol, Provincia, Capital, Interior y hasta Albania... Fue en el 2005 nomás, cuando el Dynamo Tirana lo convocó para jugar la Intertoto. Y dejó de comandar las Inferiores granates, que tanto conocía, por un sueño europeo que terminó en una ida y vuelta contra un desconocido equipo croata. Y se volvió. Ya sin ganas de atender su negocio de ropa para chicos. Con hambre. Y le dieron una mano grande. Fue Pipo Gorosito el responsable. Después de un rotundo 1-4 ante River en el Monumental, con gol a Bossio de caño incluido, la dirigencia lo fue a buscar de urgencia. Y hace dos años que, según los documentos, es el padre de la criatura. Limpiando refuerzos que iban de contramano con el ADN del club, jugando a la pelota sin enganche, con 4-4-2 hasta las últimas consecuencias. Y sin dejar de ser ofensivo. Ni un poquito. Está escrito.

De adelante hacia atrás. Anoche, a cinco fechas del cierre de todo, se la jugó por el Chucky Blanco. Canterano por canterano (Aguirre). Arriesgó. Porque no deja de arriesgar (Lautaro Acosta, mejor cambio revulsivo de este equipo y campeón mundial Sub 20 arranca desde el banco...). Porque, salvo honrosas excepciones (River y Vasco en Río), este semestre lo apostó a ganador. Puso el ojo en José Sand, la mejor inversión del club en la temporada, y el correntino ya lleva 13 goles de granate. Y se bancó el éxodo, calladito. Que Gioda, que Romero, que Leto, que Fabbiani, que Graf, que Archubi... Y, quizá, lo más importante para muchos. No tribuneó. Bossio y Velázquez, por caso puntual, tenían pedido de hoguera, fecha a fecha. Y dejó todo por ellos. Y ahí están, tan inmortales como el gran Pelletieri. Sí, otro made in Lanús. Como Cabrero. ¿Café o sacarina, Ramón? Sírvase, la ciudad paga.

Ramón dixit

De la cabeza. Yo tengo fe
"Lo mejor fue la mentalidad. Fue la de un equipo que es candidato al título, que quiere ser campeón".

Lo pasó por arriba. Se impuso
"Superamos a Tigre durante todo el partido. Y el empate de ellos fue en una jugada muy aislada".

Sin mareos. Sin edad
"El equipo es joven, pero con la mentalidad para bancarse esta presión".

Gracias, niños bonitos Los dos goles del Grana fueron a los 15' de cada tiempo.


Sin dudas, el 15 es un número que le sienta bien a Lanús. Ayer volvió a mojar por duplicado cuando las agujas del reloj marcaban la niña bonita y el Grana quedó como único líder a falta de cuatro fechas. Parece que es cuestión de creer o reventar...

En el primer tiempo José Sand volvió a marcar de penal y en el complemento Matías Fritzler selló el 2-1 con un cabezazo perfecto. Así, los de Ramón Cabrero volvieron a ratificar que son un equipo al que le gusta arrancar ganando desde el vestuario y ya tienen un doctorado en eso. Contra Independiente Acosta convirtió también a los 15', y frente a Olimpo (13'), Vélez (3') y Arsenal (8'), el goleador Sand anotó desde el arranque. Hay que jugarle a la niña bonita, nomás...

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El torneo Apertura | Clásico III

Lanús ganó y sigue siendo el aspirante más cotizado

Por despliegue y capacidad de juego, superó al duro Tigre por 2 a 1 y se mantiene en la punta con tres unidades de ventaja sobre Boca; Sand, de penal, abrió el marcador; igualó Lazzaro y desniveló Fritzler

Lunes 5 de noviembre de 2007 | Publicado en la Edición impresa

La satisfacción de Lanús no es sólo por el triunfo, motivo que ya sería suficiente para justificarse. El entusiasmo también responde a su convicción para no traicionar el estilo de juego que lo llevó hasta lo más alto. A su capacidad para cargar la responsabilidad de ser puntero y soportar las miradas que miden su estatura de candidato al título. Y aunque todavía no está dicha la última palabra, anoche estuvo a la altura de las circunstancias en un partido que no era uno más. Tigre, un rival bien armado y con las ideas claras, podía constituirse en una medida de las posibilidades de Lanús. Había una doble amenaza para el líder, que ponía en juego la validez de su propuesta y la permanencia en la punta. Salió airoso de ambos desafíos, con la ilusión renovada y dejando volar la mente hacia el objetivo mayor, sin el riesgo de ser tildado de inconsciente o trasnochado. Había entregado 90 minutos como para que lo tomen en serio.

Fue un partido que dignificó la lucha por la punta. Lanús puso lo mejor, en juego, ritmo y situaciones de gol, pero Tigre, aun con menos recursos, nunca levantó la bandera blanca de la rendición. Se vio superado, pero no se resignó a sentirse derrotado hasta el pitazo final. Lanús reunió merecimientos y argumentos para creerse ganador, pero convivió permanentemente con la incertidumbre por el resultado.

Puesto a responder a la presión que significaba tener a Boca en el condominio de la punta, Lanús lo hizo con sus señas de identidad: mucha movilidad y manejo entre los volantes, capacidad para asociarse en el toque y la voluntad de ser profundo. Desde el comienzo, el líder imprimió un ritmo intenso. Nada de irse por las ramas ni posturas contemplativas. La pelota salía rápido desde atrás, las transiciones eran veloces. Lanús lo metía a Tigre en su campo, lo obligaba a armar una línea de cinco defensores, con Galmarini (muy impreciso toda la noche) y Rusculleda a la altura de los tres zagueros.

Lanús tenía primer pase y panorama en Fritzler y Pelletieri, aceleración en Blanco y exquisita pegada en Valeri. Más arriba, Sand, en lo suyo, aguantando la pelota y creando espacios, con más generosidad que lucimiento. Lanús cargó el juego sobre el área adversaria; no siempre lo hizo con claridad, pero nunca le faltó decisión. Como Tigre se defendía al límite, no extrañó el penal de Ferrero sobre Biglieri. Sand hizo el gol que podía haber llegado por otras vías, pero Islas se interponía en varios centros y remates de media distancia.

Sin dudas, lo mejor de Lanús está del medio hacia adelante. Allí tiene variantes y es peligroso para cualquiera, porque sabe adueñarse de la pelota y utilizarla en función ofensiva. Quedan más dudas de su solvencia defensiva. Es ordenado, pero sin la suficiente contundencia. Una ausencia de jerarquía que puede traerle más de un dolor de cabeza. Tigre no lo inquietaba mucho, pero bastó que Ribonetto se equivocara en un quite para que se produjera el empate, tras un buen centro pasado de Ereros (lentísimo retroceso de Bossio) y el cabezazo de Lazzaro.

Por un rato, el encuentro entró en otra fase, porque Tigre tomó confianza y tuvo más presencia, mientras Lanús daba los primeros síntomas de aturdimiento, como en una mala salida de Bossio, que casi termina en el gol de Ayala.

Tigre dispuso de otra oportunidad para que, a lo mejor, la historia fuera distinta: antes de que se cumpliera el primer minuto del segundo tiempo, Ereros, muy bien habilitado por Román Martínez, definió sin puntería ni determinación. A Lanús le hizo bien el ingreso de Acosta, un delantero escurridizo y punzante; un incordio para cualquier defensa. Además, el equipo ya había hecho un desgaste importante y necesitaba nuevas energías para superar a un Tigre que esperaba y especulaba con el error rival.

Mientras Acosta abría nuevos canales de ataque, Lanús volvió a sacar provecho de las jugadas con la pelota detenida.Valeri, que le entra a la pelota de una manera envolvente, ejecutó un tiro libre para que el laborioso Fritzler cabeceara por el hueco que encontró atrás.

Los dos habían corrido mucho y las reservas físicas escaseaban. A Tigre le costaba armar avances profundos y Lanús, ya con más espacios, no tenía la lucidez para acertar en la última decisión. Así se perdieron algunos remates de Valeri y Acosta, mientras Bossio aparecía para tapar una entrada Galmarini.

Lanús, generoso, había hecho un gasto importante; invirtió fuerte en despliegue y juego para seguir siendo el candidato más cotizado.

  • Maglio dejó dudas y soportó muchas quejas
    Antes de que se cumpliera el primer minuto, Ferrero dejó la sensación de que había tocado la pelota de manera intencional dentro del área. Maglio no cobró penal, pero sí lo hizo en una falta de Ferrero sobre Biglieri, que fue muy protestada por Tigre.



Por Claudio Mauri
De la Redacción de LA NACION

LO
POSITIVO

La gran campaña de Granate se respalda en su estadio


Lanús lleva 15 partidos invicto en su cancha: diez triunfos y cinco empates. La última derrota fue el 11 de marzo último: por la 5» fecha del Clausura, Racing le ganó 2-1, con un gol de Maxi Moralez.

LO LLAMATIVO
Casi medio siglo que no se enfrentaban


Por los años que Tigre actuó en el ascenso, fueron 49 los que pasaron sin enfrentarse con Lanús en la primera división. ¿La última vez? Fue en 1958, con un triunfo Granate por 3-0.

EL RECUERDO
Un minuto de silencio por la muerte de Reynoso


Antes del partido, hubo un minuto de silencio por la muerte de Urbano Reynoso, que fue delantero en Lanús en los años cincuenta y sesenta. Se destacó como un buen cabeceador.

El torneo Apertura

Cabrero: "Nos encanta el traje de candidatos"

Lunes 5 de noviembre de 2007 | Publicado en la Edición impresa

Se va acercando al objetivo final. Con paso firme Lanús va sorteando escollos en su camino hacia el título del Apertura y se mantiene en el escalón más alto del torneo. De la mano de Ramón Cabrero, con el éxito de ayer ante Tigre por 2-1, los granates ratificaron su gran momento y sumaron confianza de cara al sprint final de la competencia. Aún cuando la presión aumenta, la tranquilidad que irradia su conductor es un factor determinante en este proceso.

"La verdad es que hoy jugamos bien casi todo el partido. El equipo va demostrando que la experiencia que adquirió en los últimos torneos de estar siempre en la lucha nos ayuda para sostener el momento que estamos viviendo. Hay que empezar a asumir esta hermosa posibilidad que tenemos por delante", comentó el entrenador del líder del torneo.

Y continuó: "Antes de empezar el partido les dije que había que jugar con la mentalidad de un equipo campeón. Y se los repetí en el entretiempo, cuando estaban todo muertos porque empatábamos 1 a 1. Cualquiera que vio el partido entre Boca y Racing se puede dar cuenta cómo se debe plantar un equipo que quiere el título y Boca lo demostró goleando. Sabemos que es el rival a vencer en esta carrera hacia el título. Hasta ahora demostramos que estamos a la altura de la circunstancia y la verdad es que nos encanta el traje de candidatos", comentó Cabrero.

La sensación de seguridad se refleja en el discurso de todo el grupo granate . Un claro ejemplo de ello fueron las palabras de Matías Fritzler, que marcó el segundo tanto de Lanús y fue la figura del encuentro. En ellas se refleja la mentalidad ganadora instalada en el equipo. "Dejamos en claro que estamos a la altura de la circunstancia. El equipo tuvo personalidad y nos quedamos con una victoria ante un rival muy complicado. Estoy muy contento por haber convertido. Es una jugada que ensayamos desde hace un tiempo y esta vez nos miramos con Diego (por Valeri) para ponerla en práctica y por suerte salió como estaba planificada", comentó el volante.

Sobre la acción más polémica del partido, el penal que le permitió abrir el marcador a Lanús, el delantero Santiago Biglieri, a quien le cometieron la falta, explicó la maniobra: "La verdad es que fue una jugada muy rápida. Lo único que puedo decir es que cuando estaba por recibir la pelota, sentí que Ferrero (por Alexis) se me vino encima y hubo contacto. Lo que sí puedo aceptar es que me dejé caer, pero el contacto existió", concluyó.

Apuntes

Un pulmón separó a ambas parcialidades

Durante toda la semana, la gente de Tigre no ocultó su disgusto por las 3000 localidades para el choque con Lanús. Ayer, un pulmón separó a ambas parcialidades y no hubo incidentes.

Un sabroso premio si Lanús se consagra campeon

En los últimos días, Carlos Bossio, el capitán de Lanús, se reunió con los dirigentes y ya quedó establecido que en caso de adjudicarse el torneo Apertura, los jugadores granates cobrarán 1.000.000 de dólares.

La prensa extranjera dijo presente en el sur

Llamó mucho la atención escuchar en el palco de prensa de Lanús distintos idiomas. Hubo varias acreditaciones para la prensa extranjera: colegas de Italia, Sudáfrica, Inglaterra, España y Perú dijeron presente.

Daniel Islas reconoció la supremacía de los locales

"Queríamos seguir sumando, pero jugamos contra un gran equipo que nos ganó muy bien. Intentamos hacer nuestro juego, pero cometimos una serie de errores que nos costó muy caro", dijo el arquero Daniel Islas.

El torneo Apertura

En el equipo de todos, tres jugadores vieron más allá

Lunes 5 de noviembre de 2007 | Publicado en la Edición impresa

Es el equipo de todos. De todos lo que no compiten mano a mano por el liderazgo, de todos de adentro hacia afuera. De todos porque, en el exterior , causa una simpatía general que un conjunto humilde, sin recursos, de jóvenes promesas, juegue tan bien y sea, de pronto, efectivo. De todos porque, en el interior , se suceden los atributos de solidaridad y compromiso colectivo, una suma individual que brinda dividendos globales. Lo aprecian desde afuera, se respaldan desde adentro. Es complejo, entonces, entre tanta complicidad colectiva, resaltar a un valor por sobre el resto en esta aventura llamada título. Sin embargo, si se busca, se encuentra. Y surgen por sí solos tres hombres, tres soldados, tres símbolos de la fantástica campaña del líder del Apertura. Ellos son José Sand, Matías Fritzler y Diego Valeri.

Pepe es el goleador del equipo. Es el sacrificio cuando la pelota esquiva las buenas intenciones propias, es el coraje para imponerse en escena, aun cuando pocos lo noten. El Polaco es el emblema del silencio. Detrás de Pelletieri, es la mejor rueda de auxilio, entre el quite y la precisión. Y Pelusa es el nexo entre la solidaridad y la efectividad, con un arma sugestiva en épocas vacías: juega con picardía y talento.

Anoche, otra vez, jugaron todos. Generosos casi siempre, acaso ingenuos por momentos, demasiado sufridos aun cuando el desarrollo no lo exigió, el equipo de todos fue sencillamente eso: una unión inquebrantable. Pero Sand se destacó, otra vez, con el gol de penal que abrió el camino de otra victoria. Fritzler desniveló el desarrollo con un cabezazo sorpresivo y se impuso en el círculo central con esa cuota de marca y juego que es un sello distintivo del líder. Y Valeri no sólo envió ese tiro libre para el cabezazo goleador de su compañero; también se divirtió por instantes, con su cuota de precisión y desenfado propia de los valores diferentes.

Ramón Cabrero, el creador del anhelo que puede transformar la historia de un barrio, se despacha con un par de frases con sello personal aunque, como bien señala sin caer en la frase obvia, la figura es el equipo . Dice Cabrero de Sand: "Es un goleador con un olfato decisivo en el área. Además, se sacrifica como un león en función de equipo. Dice el entrenador de Fritzler: "Es un todo terreno. Tiene quite y panorama". Dice el técnico de Valeri: "Es un jugador que tiene mucha técnica y entiende muy bien el juego."

Ellos, Sand, Friztler y Valeri fueron las razones del triunfo surgido desde la unidad, desde el equipo. Sand tiene once goles en once partidos. A los 25 años, luego de sufrir con cambios de camisetas por goles esquivos, encontró su área en el mundo. Tiene, sencillamente, un gol por partido. Una marca fantástica. Fritzler apenas convirtió su primera conquista en el certamen, pero lo suyo va por otro camino. A los 21 años, con apenas ocho partidos en el Apertura, se afianzó entre pesos pesados de la casa, como Salomón y Aguirre. Comenzó este desafío como alternativa, se convirtió en una pieza decisiva, a la sombra de Pelletieri. Valeri lleva cuatro festejos en 12 partidos y lleva, también, habilidad de sobra que va más allá de este certamen. A los 21 años, tiene sobre su cuerpo la responsabilidad de la conducción. Y qué bien la administra.

Ellos, todos, suman partes para la unidad, para el título soñado. Ellos juegan tan bien, que ni siquiera sorprenden cuando convierten goles con pelota detenida -un penal, un cabezazo luego de un tiro libre, obras del joven Luis Zubeldía, el ayudante de campo-, otra virtud de un equipo que quiere ser campeón. Jugar y trabajar. Divertirse y pensar. Anoche fueron Sand, Friztler y Valeri. Mañana serán otros apellidos con sabor a gloria.

Por Ariel Ruya
De la Redacción de LA NACION

José Sand

"Si queremos ser campeones hay que atacar en todos lados"

Lunes 5 de noviembre de 2007 | Publicado en la Edición impresa

Cada paso de Lanús está marcado por su potencia goleadora. Sus festejos son el mejor aporte para el presente que vive el conjunto granate. Ayer, de penal, José Sand abrió el camino para el triunfo sobre Tigre por 2-1 y nuevamente fue una de las piezas clave en el andamiaje del líder del certamen. Lo ejecutó con un derechazo bajo, sobre la derecha del arquero Islas.

"Venimos trabajando bien los partidos; ser puntero es la presión más linda que podemos llegar a tener. Esta fecha era importante, pero en la próxima jornada en Rosario, ante Central, tenemos que ir en busca de los tres puntos. Si queremos ser campeones, hay que salir a atacar en todos lados", comentó el atacante de Lanús.

El éxito de ayer resultó un buen desafío para medir la capacidad de Lanús ante la presión de estar en la punta del certamen. "Estamos demostrando estar capacitados para pelear por el título. La verdad es que somos el equipo que mejor juega como local (en esa condición cosechó 22 de los 24 puntos que disputó en el Apertura, ya que ganó siete partidos e igualó con Huracán 1-1, en la segunda fecha). De todas maneras, tenemos claro que todavía nos faltan jugar cuatro finales y una muy dura con Boca. Lo más importante en este momento es mantener la actitud positiva que tiene todo el grupo y que nos trajo hasta acá."

11 son los goles que lleva anotados Sand en el Apertura

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Deportes

ERA UN EXAMEN CLAVE Y EL EQUIPO DE CABRERO BUSCO EL TRIUNFO DESDE EL PRINCIPIO

Lanús superó a Tigre con autoridad y su sueño crece

Arrancó ganando con un penal convertido por Sand, luego empató Lázzaro. Pero en el segundo tiempo la superioridad fue clara y lo definió con un cabezazo de Fritzler.

Por: Eduardo Castiglione


CLARITO. FERRERO LO BAJO A BIGLIERI. PENAL, SIN DUDAS PARA EL 1-0.

Ya está. Lanús dio una acabada muestra de autoridad para ganar un partido tremendo por la intensidad, mano a mano con un rival directo en la lucha por el título. Ya está. Lanús aprobó otra materia, la de la convicción, en la áspera carrera para recibirse de campeón. Ya está. Lanús saltó otra valla, una de esas llamadas decisivas, la de la presión para defender la condición de puntero, acrecentar la ventaja respecto de su escolta y quedar definitivamente en la huella que lo conduzca rumbo a la coronación.

Lanús arrancó el duelo con tal decisión y velocidad como para llevárselo puesto al equipo de Cagna. Soltando reiteradamente a Maxi Velázquez para la izquierda, construyendo un muro en el círculo central con esos dos gladiadores del quite y el equilibrio que son Pelletieri y Fritzler, permitiendo que Valeri -un derecho jugando como carrilero por izquierda- se encargue del último pase y con Sand, ese delantero que es un canto al coraje, con voluntad para ir hasta a las imposibles de alcanzar y pulso firme cuando el arco le queda de frente.

Ese Lanús confiado en su juego, sin dudas ni complejos, ubicó a Daniel Islas en la mira desde el pitazo inicial de Maglio. Morero salvó de última en la primera que dispuso el correntino. Islas se revolcó en otra antes de que llegara el innegable penal de Ferrero a Biglieri y la inatajable definición de Sand, cruzando el derechazo desde los 11 metros.

¿Y Tigre? Resistiendo con Castaño y Román Martínez en la zona que reinaba la dupla Pelletieri-Fritzler y dependiendo de que Islas le pusiera las manos más el alma a cada llegada granate. El arquero sacó de modo magistral un cabezazo de Sand y Sebastián Blanco desperdició por arriba una maniobra made in Lanús, con siete toques de primera, como le gusta a Ramón Cabrero.

Tigre tenía aún más problemas que los sufría de mitad de cancha hacia su arquero. Cuando miraba para el arco de Bossio, Lázzaro estaba celosamente controlado por Hoyos y a Sebastián Ereros se le reducía la esperanza de crear peligro por las bandas.

Así pintaba el escenario del juego hasta que Rusculleda le comió la espalda a Valeri y arrancó con la bola calzada en su zurdita picante. Recorrió 30 metros hasta que lo encontró a Ribonetto. Rebote, quite cortito del central, centro de Ereros y Lázzaro, en el segundo palo, subió para cabecear hacia el empate.

El cuarto de hora final de aquel primer tiempo tuvo un altísimo nivel. Creció Castaño en su trabajo de pulpo, Román Martínez le dio a Tigre la cuota de fútbol que le estaba faltando, Ayala se perdió el 2-1 porque cabeceó desviado e Islas bancó el 1-1 con tres atajadas de clase superior: un bombazo de Frizler, otro derechazo de Sand y un cabezazo de Hoyos (hubo penal de Morero por agarrón al defensor).

Pero el Lanús del segundo tiempo pulverizó a esos fantasmas que convoca parte de su gente cuando la mano viene cambiada. Después del susto que le ocasionó una profunda llegada de Ereros a los 23 segundos, el equipo de Cabrero se plantó del modo que corresponde a un puntero que quiere ser campeón. Y martilló incesantemente hasta que Fritzler cabeceó hacia el gol del triunfo en otra jugada parida con pelota detenida.

Lanús pudo y debió ganar por mayor diferencia. Seguramente esta versión 2007 del equipo de Ramón tenga poco que ver con Los Globetrotters del 56 y Los Albañiles de los 60. Probablemente este Lanús tenga, exactamente, lo que hace falta para ser campeón.

7 TRIUNFOS SEGUIDOS

De local es récord

PARA GRITAR BIEN FUERTE. MATIAS FRITZLER Y JOSE SAND FESTEJAN EL SEGUNDO GOL. HICIERON UNO CADA UNO.

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Lanús se afianza en la cima del Apertura y una de las claves es la supremacía que tiene en su cancha. El conjunto de Cabrero marcó un nuevo récord: consiguió siete victorias consecutivas como local, algo que nunca había logrado en Primera en un mismo torneo.

El Sur se ha transformado en una fortaleza inexpugnable para los rivales de Lanús y en cada fecha supera sus propias marcas.

Además de ostentar esa cantidad de triunfos seguidos en condición de local, Lanús lleva 15 encuentros sin caer, con diez victorias y cinco empates.

La última vez que resignó tres puntos en su estadio fue cuando Racing le ganó con un golazo de Maximiliano Moralez en el descuento. Esa derrota, el 11 de marzo de este año, fue el cimiento para esta construcción exitosa, que parece no tener fin.

No sólo sus marcas se encarga de quebrar el equipo de Ramón Cabrero. También le cortó una seguidilla de cinco partidos sin perder a su rival de turno: Tigre. El conjunto dirigido por Diego Cagna llevaba cinco partidos sin caer en este torneo. Había perdido su último partido con San Lorenzo y a partir de allí hilvanó tres victorias y dos empates.

"Sabemos que nos hacemos fuertes en nuestra cancha", afirmó José Sand, el goleador de este líder. La afirmación tiene sustento en los números de un equipo que no se conforma con la punta del Apertura.

LANUS ES UNICO PUNTERO Y FALTAN CUATRO FECHAS

10 razones para la gran ilusión granate

Por: Marcelo Máximo


SAND, ENCENDIDO. EL PRESENTE DEL GOLEADOR ES CLAVE.

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Desde dónde nacen las diez razones para entender por qué este equipo de Ramón Cabrero puede ser el campeón del Apertura?

1 Juega a jugar No hay un manual que indique cómo llevar la pelota hasta el arco, sin embargo en el tomo de Lanús aparecen capítulos esenciales: el balón al piso, juego asociado, circuito en el mediocampo, velocidad arriba y toque de primera.

2 La prueba de personalidad De animador a candidato hay un escalón que suele ser el del tropezón. Pero la actitud con la que salió a llevarse por delante a Tigre no hace más que confirmar que ingresó a esa selecta zona de título. Su gente esperaba el partido consagratorio, para saber si era fantasía o realidad. La prueba, quedó superada.

3 Un goleador de raza No hay campeón sin un delantero dulce en la red. Con José Sand dentro del área, el equipo tiene a un referente para moverse, para aguantar la pelota, para la salida rápida desde el fondo y para el gol. Lleva 11, y está en su mejor relación con el arco rival.

4 La patrulla del medio El doble cinco compuesto por Agustín Pelletieri más Matías Fritzler es el corazón de este Lanús. Los dos juegan con criterio los balones recuperados, los dos rompen en la zona de elaboración rival y marcan la línea donde se para el equipo. Se sueltan, llegan al gol, como lo hizo Pelletieri con San Lorenzo, como repitió Fritzler ante Tigre.

5 Laterales que atacan Cuando se piensa en buscar laterales que se proyecten en función ofensiva cuesta encontrar, en los 20 equipos, esos jugadores que pasan por detrás del armador. Tanto Rodolfo Graieb como Maximiliano Velázquez pasan, van, son opciones de pase según por dónde se lea la jugada. Ese aporte permite movimientos para romper estructurar defensivas.

6 La respuesta anímica Cuando un equipo se siente superior en el desarrollo del partido pero no logra marcar esa diferencia en la red, generalmente asoman fantasmas. Eso le pasó en un momento de la noche, con el empate de Tigre. Sin embargo, se repuso al golpe, fue al ataque con la misma ambición y ratificó esa diferencia del inicio.

7 De elaboración propia Con 12 jugadores de los 18 que salieron al campo de juego surgidos de las inferiores, la identidad de un trabajo a largo plazo queda en evidencia. No se trata de poner a chicos por una necesidad, más bien por esa convicción en el proceso de maduración.

8 El recambio en el banco Un tridente que bien puede jugar en cualquier equipo que pretenda pelear el torneo estuvo sentado al lado de Cabrero: Marcos Aguirre, Lautaro Acosta y Diego Lagos. No es poca cosa.

9 El armador Sin esquema con enganche, Lanús muestra esa flexibilidad para tener un conductor que se acomoda al campo, aunque arranca sobre la izquierda. Diego Valeri es, claro, ese jugador que marca los tiempos, el talento y la visión del juego. Un torneo brillante.

10 El hombre Viejo zorro, Cabrero es el gran pro ductor de lo que ahora es Lanús. Como un docente de primario, tomó a la chicos un tiempo después, sobre el final del secundario y sólo le queda la noche de graduación. Simple, de discurso claro y concepto sólido, el ideólogo del equipo sabe cómo conducir a los chicos.

Los argumentos para ser el campeón nacen desde esa sensación de espectáculo garantizado que ofrece este Lanús. Este equipo sabe a qué juega, con qué se juega y qué es lo que importa. Tiene la pelota.

EL TECNICO DE LANUS ACERTO CON LOS CAMBIOS; CAGNA SE QUEJO DEL ARBITRO

Cabrero arriesgó más y ganó el duelo de los DT

Por: Daniel Avellaneda


EL MAS VETERANO. RAMON CABRERO CUMPLE 60 AÑOS EL MIERCOLES.

Habían coincidido hace dos semanas, durante el receso de las elecciones, en una producción de Clarín. Uno, el técnico que más canas peina en el fútbol argentino; el otro, el entrenador con menos experiencia detrás de la línea de cal. Y, más allá de la distancia generacional, Ramón Cabrero y Diego Cagna también encontraron un punto en común: los dos dejaron claro que sus jóvenes equipos tenían posibilidades de ser colosos entre tantos grandes.

Entonces, se jugaba el partido de los técnicos. Y ganó Cabrero, el padre de esta criatura granate que gobierna en el cielo del Apertura. Porque arriesgó más en el momento en el que tenía que buscar el resultado y acertó cuando debió buscar el equilibrio en la mitad de la cancha, ya con el resultado a favor de Lanús.

Sabe por viejo este entrenador nacido en Santander, pero también por zorro. Y observó que Santiago Biglieri, uno de sus más habilidosos pitufos, no sólo había sufrido el cansancio del primer tiempo; también había sido inofensivo. Necesitaba profundidad. Y apostó a Lautaro Acosta, el juvenil campeón mundial. Y abrió los huecos que buscaba Lanús. Fue el Laucha, justamente, al que volteó Román Martínez en la jugada previa al gol de Matías Fritzler. El posterior tiro libre es historia conocida. Y tampoco hubo casualidad en la pelota parada.

Unos minutos después, Cabrero reemplazó a Sebastián Blanco, otro delantero small, por su tocayo Salomón. No se trató de una variante mezquina. Lanús necesitaba fortificar la mitad de la cancha. Fritzler, entonces, se ubicó a la derecha y dejó el círculo central a merced del ingresado Salomón y de Agustín Pelletieri.

Cagna intentó desequilibrar con el resultado en contra. Pero no pareció astuto al sustituir a Sebastián Rusculleda por Nicolás Torres. El ex volante de Boca había sido clave por la izquierda, abriendo el surco. Inclusive hasta fue protagonista de la jugada que desembocó en el empate parcial de Tigre. Su atlética corrida fue frenada a medias por Walter Ribonetto, pero no le impidió a Sebastián Ereros enviar el centro exacto que hizo escala en la cabeza goleadora de Leandro Lázzaro antes de impactar en la red de Carlos Bossio. Después, Cagna buscó más audacia con Martín Morel por Román Martínez pero no logró la ecuación esperada.

Eso sí, a la hora de las palabras, Cagna fue más picante. Se quejó del árbitro, Carlos Maglio. "Ejerció un abuso de autoridad. Es feo que le diga a un jugador: ¿De dónde saliste? Te da bronca, impotencia, pero si el tipo éste sigue dirigiendo no irá muy lejos", disparó el técnico, que no dijo nada de los dos penales que el juez no cobró a favor de Lanús. Cabrero, en cambio, sólo habló de la pelota, esa que su equipo trata muy bien. "Jugamos con la mentalidad de los que quieren pelear arriba. Hace dos años que afrontamos partidos importantes y eso pesa", cerró el volante de Los Albañiles que hicieron historia en el Sur, el mismo que construyó este Lanús con potencial de campeón.


"Queremos la vuelta"

El arquero de Lanús, líder del Apertura, se identificó hoy con los hinchas y tiró el cantito: "En La Boca hay que ganar y la vuelta vamos a dar", en referencia al duelo con Boca de la 18º fecha. "Nunca vi a la gente así", dijo el arquero.



CONFIANZA. Chiquito se ve ganador en La Boca. (DyN)


Carlos Bossio, arquero de Lanús, líder del torneo Apertura, apeló hoy al cántico popular "en la Boca hay que ganar y la vuelta vamos a dar", para confesar cómo considera que se definirá el certamen en favor de su equipo cuando juegue en la anteúltima fecha ante su único escolta.

"El domingo la gente cantaba que hay que ganar en La Bombonera para dar la vuelta y creo que se puede cumplir. Estamos todos muy concientizados y si seguimos jugando de la manera en que lo estamos haciendo en los últimos partidos, es muy difícil que nos caigamos", aseguró el guardavallas del sorprendente puntero.

Tras la práctica que el equipo del Sur bonaerense realizó hoy en su cancha, Bossio manifestó sentirse muy sorprendido por la gran cantidad de público que llenó el estadio el domingo, en la victoria frente a Tigre por 2-1 y expresó que el deseo es poder cumplirle el sueño a todos los hinchas.

"Nunca vi el estadio de Lanús colmado de esa manera. Esto es un buen aliciente para nosotros. Ahora nos queda responderle a toda esta gente que se ilusionó al igual que nosotros con este campeonato", señaló el arquero de Lanús, que el viernes visitará a Rosario Central.

Rosario Central entregó un total de 4.000 entradas populares y 300 plateas, todas ubicadas en un mismo sector de la tribuna de la calle Génova, tal como habían pedido los dirigentes visitantes para evitar el cruce con los locales. Estas ubicaciones distribuidas en un tercio de la tribuna visitante en la parte alta y baja fueron puestas a la venta a las 12 en la sede de Lanús y al momento de apertura de boleterías había largas filas.




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