Apertura 2007 Primera Fecha : Independiente 5 vs. Lanus 3

Primera Fecha Clausura 2007
Independiente 5 vs. Lanus 3


¿El chancho o quien le da de comer?

El Grana arrancó con el pie izquierdo: un 3-5 ante Independiente como visitante. Determinantes la expulsión de Sand y el error de Bossio cuando Lanús lo tenía para ganar. Conflicto en puerta y queda toda la temporada por delante

Despues de un partido como el de ayer, Rivotril debería ser el sponsor de Lanús. ”Las bondades del clonazepam” como diría mi amigo Nino, son lo único que pueden atemperar tanta furia, calentura o como ud. lo quiera denominar. Lanús tenia todo para ganar y en un minuto, como tantas veces en su historia, la desición equivocada, el error, y todo un laburo a la papelera de reciclaje.
Para tratar de hacer un análisis, digamos que el equipo se divide claramente en su función ofensiva y defensiva. Más alla de los deberes, ataca mejor, o por lo menos eso demostró, pero defiende mucho peor.
La movilidad de Acosta, el laburo sucio de Sand (lo mismo que Fabbiani, pero a nafta, con velocidad y llegada al area) y por sobre todas las cosas, la calidad de Valeri, un exquisito, un jugador distinto, un tipo hecho a la semejanza de lo ”que debe ser” el jugador de Lanús por excelencia, fueron las principales armas del Grana. El ingreso de Peralta, con ímpetu y actitud como para dejar un zurco por ese carril, terminaron de volcar el partido a favor de Lanús en el segundo tiempo. En el primero, una actitud más conservadora, definitivamente jugado a la contra, pero con errores conceptuales bastante grosos.
La defensa es casi tan insegura como cualquier barrio porteño. Comenzando por un doble cinco que mostró a un Salomón intacto a la hora de la distribución pero no generando la misma dupla con Ledesma, que si con Pelletieri. Fundamental la ausencia de Pelle. Ledesma no tiene características para reemplazarlo. Es más un jugador para hacer el mismo trabajo que Salomón, pero quizás no tan vertical como Pirlo. Y quizás ahí se expliquen las causas de los desacoples en la ultima línea. Se vió otra vez la peor versión de Velázquez (una lastima, porque más alla de que pueda jugar mal, verdaderamente se percibe que el tipo no tiene la suficiente confianza como para cortar cuando lo tiene que hacer y traslada su sinfín de dudas al juego y termina siendo una verdadera comparsa a contramano). Jadson por arriba gana pero no termina de apagar los incendios que recibe desde la izquierda. Ribo, al igual que Jadson también, sufre horrores el problema de contención del medio. Y Graieb, por más ganas que ponga, no puede levantar el solo una línea que viene complicada.
Con este panorama, pararse de contragolpe, como a priori era la mejor opción, no resulto serlo, porque el Rojo con mucho ímpetu llegaba al area con facilidad y Lanús mostraba muchos desacoples. Aguirre verdaderamente en otro partido, regalo dos goles (el primero, clarísimo. El segundo, tras otra pelota perdida tontamente, derivo en un córner que con rebotes, terminan facturando los locales). El arbitro ignoro un claro penal a Sand y cortó una jugada en la que Acosta (desequilibrante por excelencia) quedaba solo ante Assman.
En la segunda etapa, fue fundamental el ingreso de Peralta. Más alla de que el Kily arrancó barbaro con un golazo, le dio a Lanús peligro por ambas bandas. Valeri fue el conductor por excelencia, pero esta vez, por la izquierda encontró también llegada (que en el primer tiempo la tuvo, porque jugó el mismo por ese lado; la banda de Aguirre fue la que no entró en sintonía). Salomón fue Pirlo y de pasar a ser contragolpeador, Lanús fue claro dominador. Lo tenía para el knock out, pero como siempre, la decisión equivocada nos lleva a quedarnos con las manos vacias. Sand se puso la pilcha del peor Fabbiani, habló de más y todo lo bueno, quedó en la nada. Bossio, que venia cumpliendo, no retuvo un tiro al cuerpo y en un minuto, cual mascara de teatro, la cara del hincha Granate cambió de la alegría a la tristeza (para que rime con la tonta metáfora elegida, porque la realidad, marca cara de calentura extrema).
El error de Bossio también fue determinante ya que no le permitió ni siquiera adaptarse al equipo a jugar con 10. Lo también determinante es que la relación capitán-hinchada esta rota y no tiene retorno. No hay onda, no hay conciliación posible, no hay piel, el tipo es profesional y cobra por su laburo pero si tendría que elegir, no elegiría Lanús para jugar y para la gente del Grana, es tener un agente infiltrado enemigo en un puesto crucial como el de arquero. Si se lo aplaude, se lo hace “por reglamento”, pero estén seguros que si alguna vez visita a Lanús con otra camiseta, un coro de puteadas made in Pontiroli lo va a recibir, porque verdaderamente no hay onda entre Bossio y la gente de Lanús. Y lo insolito, es que tanto la dirigencia como el técnico, lo ignoren o mejor dicho y sin animo de ofender, se hagan los boludos (es el termino correcto y el que cabe justo para esta situación)
Definitivamente y sín ningún interés de por medio, lo más sano y con todo una temporada por delante, es cortar con esto y las opciones son dos: o se reemplaza a Bossio o se siga obstinadamente por una via que no será la más agradable para nadie. Y esto no es de agorero ni de nada: a Bossio se le van a asignar culpas que no va a tener, independientemente de los goles que se siga morfando. La ovación de los hinchas de Estudiantes del próximo miércoles además, será todavía más irritante para la gente de Lanús, que pide a cualquiera en el arco, porque no hay marcha atrás con Chiquito.
Se viene Estudiantes y básicamente, habrá que trabajar mucho en defensa. De resolver esos desacoples importantes, puede ser que sea más que interesante lo que tenga el equipo para demostrar. A pesar de la derrota, en ofensiva el equipo ofreció bastante y hasta pudo haber ganado el partido tranquilamente. Es hora también de madurar definitivamente (Aguirre, teléfono). Y es hora también, de poner mano en el equipo, para que las famosas cuatro patas que conducen al éxito, estén en línea. Hoy no lo están.

Por Gastón Cuccaro
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